El estudio titulado Panorama de Industria de Gas Natural de Bolivia, que realizó el Ministerio de Minas y Energía de Brasil, recomienda renegociar el contrato de compra-venta de gas y bajar las importaciones de Bolivia luego de 2019 al 50%, es decir 16 millones de metros cúbicos día (MMmcd).
"Se considera que es probable que la renovación del contrato de compra de gas natural boliviano por Brasil después de 2019, para los nuevos contratos, pueden contemplar volúmenes menores que los negociados en los contratos actuales”, señala el documento publicado el 22 de junio y que fue trabajado por la Empresa de Pesquisa Energética (EPE), una firma dependiente del Ministerio de Energía.
Actualmente, el contrato GSA con Brasil establece un volumen mínimo de compra de 24 MMmcd de gas natural y un máximo de entrega de 30,08 MMmcd. Si se incluye el gas combustible de 1,5 MMmcd, se debe enviar 31,5 MMmcd.
El acuerdo vence en 2019, las autoridades bolivianas prevén una renovación con mejores condiciones de compra.
En el informe del Ministerio de Energía al que tuvo acceso Página Siete también resalta que el menor volumen demandado de gas, provocará que la infraestructura de transporte, ya construida, tendrá una capacidad ociosa, por lo que puede ser viable la importación de volúmenes adicionales por parte de Petrobras u otras empresas.
Es el caso de la compañía CDLs u otros comercializadores de combustible que están en los estados de Sao Paulo, Paraná, Santa Catarina y Rio Grande do Sul.
Alternativamente, señala que, el plazo contractual y el régimen de suministro (firme x flexible) también podría dar mayor garantía a la renovación.
El estudio anticipa que es probable que Petrobras no será responsable de la totalidad de la contratación, ya que hay un proceso de "desverticalización” del sector del gas natural en marcha en Brasil, incluyendo la separación societaria entre cargadores y transportadores, lo que favorece la entrada de nuevos agentes como importadores de gas natural para satisfacer la demanda interna. "Es razonable suponer que la renovación del contrato de suministro se firme por 16 millones de metros cúbicos día por parte de Petrobras”, enfatiza el estudio.
En junio de 2016, la Confederación Nacional de la Industria (CNI) de Brasil y la Asociación Brasileña de Grandes Consumidores de Energía (ABRACE) sugirieron al Ministerio de Minas y Energía que realice un estudio sobre las condiciones reales de las reservas de gas natural de Bolivia y las inversiones requeridas para garantizar la oferta de gas a Brasil en el largo plazo.
"El suministro de Bolivia puede disminuir sustancialmente entre 2022 y 2024 y que se requiere atraer inversores privados para realizar tareas de exploración y producción, que hasta ahora no fueron aseguradas”, advertía.
El año pasado el Gobierno brasileño afirmó que si bien seguirá dependiendo del gas boliviano, las condiciones de la compra venta al finalizar el contrato serán diferentes.
En abril pasado, el ministro de Energía, Fernando Coelho, anticipó que Brasil apunta a ser autosuficiente en 2021.
La entrega a Brasil
Logística Después de 17 años, el Gasoducto Bolivia-Brasil (Gasbol), inaugurado el 29 de febrero de 1999, un ducto de 81 centímetros de diámetro, que recorre 3.100 kilómetros de Río Grande a Porto Alegre y que costó 2.200 millones de dólares, corre el riesgo de perder gran parte de su funcionalidad a mediano plazo, según el estudio escenarios globales y oportunidades para la industria brasileña, elaborado por la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ).
Venta En febrero Brasil redujo las importaciones de gas boliviano al 45 % del volumen máximo contratado, debido a una menor demanda industrial y mayor oferta interna. En este mes los envíos también estuvieron por debajo de los 15 MMmcd, según datos oficiales.
"Hay la demanda, pero bajo otras condiciones”
La EPE es un brazo que usa el Ministerio de Energía para la toma de decisiones de políticas públicas. Por lo tanto, sus recomendaciones no pueden ser ignoradas en cuanto a lo que manifiesta, sin embargo no introduce nuevas variables a lo que se viene debatiendo desde hace un par de años. Hay cambios en Brasil y hay que tomarlos en cuenta.
Se habla de algo que ya lo manifestamos hace tiempo, que Petrobras puede contratar parte de la demanda (hablan de 16 MMmcd) y dejar que privados firmen volúmenes adicionales bajo su riesgo.
Petrobras va a dejar el monopolio de la industria del gas y el reporte menciona que hay disponible gas natural producido en Brasil que puede llegar al mercado y también Gas Natural Licuado importado. Es decir que el gas de Bolivia tiene que competir con estos dos tipos de suministro.
Lo cierto es que hay demanda para el gas de Bolivia en Brasil en el corto y mediano plazo, pero bajo otras condiciones de contratación y con más de un actor.
Incluso creemos que es posible mejorar precios y vincularlos al gas competitivo que existe. Todo esto requiere de un hábil equipo negociador y de inteligencia de mercado para ver los ajustes regulatorios y la salida de Petrobras del monopolio que tiene de la industria del gas natural. Esto recién empieza y en tiempos de cambios en Brasil y con un entorno político diferente al que se tenía en el pasado.
Fuente: periódico "Página Siete"
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