La Empresa Boliviana del Oro (EBO) vendió 174 kilos del metal en cuatro años, informó ayer a La Razón su gerente general, Valerio Panozo. El diputado electo por el Movimiento Al Socialismo (MAS) y dirigente minero, Edmundo Polo, afirmó que EBO no “funciona bien” y debe fortalecerse. “En cuatro años de creación de la empresa se ha vendido 174 kilos al Banco Central de Bolivia (BCB), nuestros vendedores son todas las cooperativas mineras, empresarios y personas naturales”, expresó Panozo a este diario. Consultado sobre cuánto representa en recursos esa cantidad de oro, el funcionario dijo que no tiene el monto preciso. La empresa estatal tiene su sede en Riberalta (Beni) y Panozo está en el cargo desde hace un año.
En agosto de 2012, el viceministro de Minería, Freddy Beltrán, informó que EBO, dependiente de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), inició la venta del primer lote de 120 kilos de oro, equivalente a $us 5 millones, al BCB. Esta firma estatal fue creada en 2010 con el objetivo de comprar toda la producción de oro en el país para evitar que se vaya al contrabando a través de los comerciantes.
Actualmente la oficina central funciona en Riberalta, departamento del Beni, otra en San Ramón, en la misma región, y una tercera en El Alto. Las tres regionales son centros de compra del metal precioso, precisó Panozo. El funcionario explicó que hasta ayer el precio de la onza troy estaba en $us 1.227,8. El gramo de oro en Bolivia cuesta Bs 270,8 y el kilo del metal llega a costar hasta Bs 270.000.
Críticas. El presidente de la Federación Regional de Cooperativas Mineras Auríferas (Ferreco) y actual diputado electo por el MAS, Edmundo Polo, cuestionó ayer la labor de EBO, al señalar que no está “funcionando bien” debido a varios aspectos.
“La Empresa Boliviana del Oro no compite en precios; al ser una empresa estatal tiene que facturar, tiene que incluir impuestos, por norma, y obligatoriamente tiene que vender el oro al Banco Central de Bolivia. No exporta, además no tiene los recursos suficientes para acopiar todo el oro que se produce en el país, mucho menos de las cooperativas, ésa es la razón por la que EBO no funciona bien, está en mala situación, no se ha previsto técnicamente estos elementos para su funcionamiento”, expresó Polo.
Empero, Panozo dijo que esa versión no es cierta porque “tenemos los recursos y medios suficientes para poder estar en la competencia”. Indicó que para la presente gestión tienen un presupuesto de Bs 40 millones, que les permite acopiar el metal, pero que han pedido un incremento.
Además, cuestionó a las comercializadoras porque “no están con la ley bajo el brazo, lo que nos impide y dificulta el trabajo en la empresa”. Polo agregó que EBO no acopia la producción de las cooperativas mineras, porque tienen su propia Comercializadora de Minerales (Comermin), además de otras comercializadoras privadas. “Mientras EBO no resuelva el problema del precio y mayores recursos, seguirá mal”, expresó Polo.
Manifestó que esta dificultad ya fue expresada al Gobierno, para ver de qué manera se puede resolver el problema de los comercializadores que en el mercado negro ofrecen un precio mayor que el oficial. Incluso no descartó que desde la Asamblea pueda proponer un proyecto de ley para fortalecer a esta empresa, fundamentalmente en la inyección de mayores recursos.
Se busca fortalecer Comermin
Comercio
“Estamos trabajando en fortalecer a la Comermin (Comercializadora de Minerales), y la idea es que los mismos productores puedan comercializar, darle valor agregado, industrializar y exportar. En esa medida, prescindiríamos de comercializadores privados y que la propia Comermin se pueda convertir en acopiadora y comercializadora”, dijo Edmundo Polo, de Ferreco.
El contrabando es el principal enemigo de la venta del oro
“El contrabando es el principal enemigo de la producción nacional y se ve por todo lado. Habría que crear una política de mucho más control”, manifestó el martes a La Razón el gerente general de la estatal Empresa Boliviana del Oro (EBO), Valerio Panozo. El funcionario dijo que actualmente existe contrabando de oro por todo lado, y es una de las principales dificultades que tiene que enfrentar la empresa estatal.
En varios reportajes de este diario se ha podido demostrar que el oro boliviano sale por las fronteras con destino a los países vecinos, fundamentalmente al Perú. Una de ellas es la feria de Chejepampa, provincia Franz Tamayo, donde los comercializadores prefieren vender el metal a compradores peruanos.
Fuente: periódico "La Razón"
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