El 80 por ciento de 44 cooperativas mineras que operan en Cochabamba, afiliadas a la Federación Departamental de Cooperativas Mineras (Fedecomin), carecen de licencias ambientales, informó ayer el presidente de esa organización, Víctor Inocente.
Detalló que la mayoría de las que no tienen licencias ambientales explotan recursos no metálicos, principalmente y que entre las 44 cooperativas figuran nueve que son auríferas, de las cuales sólo entre cuatro y seis cuentan con el documento.
Según la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM), esa instancia no está a cargo del control de las licencias ambientales de las cooperativas y responsabiliza al Ministerio de Medio Ambiente y Agua.
Por su parte, la unidad de comunicación de esa cartera gubernamental informó a este medio que en el marco de las autonomías departamentales, las secretarías de la Madre Tierra son las que realizan los controles de cumplimiento en las cooperativas mineras.
La secretaria de la Madre Tierra de la Gobernación, Soledad Delgadillo, afirmó que lo controles se realizan dentro de las posibilidades de esa instancia. Añadió, sin precisar cifras, que realizan seguimiento a cooperativas mineras que carecen del documento.
Delgadillo sostuvo que cuando se verifica el funcionamiento de cooperativas mineras sin licencia ambiental, se inician procedimientos administrativos fijando multas. “Hay algunas que están desarrollando actividades de contaminación, usan reactivos, están descargando a los ríos generalmente, etc.”, dijo.
Los trámites morosos, el elevado costo y los numerosos requisitos son los principales factores, según Inocente, por los que las cooperativas mineras no cumplen con el trámite.
“Hemos pedido a nuestro Gobierno un apoyo, porque los ingenieros que sacan (las licencias) nos piden un monto de dinero y nos cuesta mucho, no nos alcanza”, argumentó.
Inocente sostuvo que contratar una consultora para que realice el trámite de la licencia ambiental tiene un costo aproximado de 3 mil dólares, precio que puede variar según el tipo de mineral que explota la cooperativa.
También explicó que entre los requisitos que se exigen para la licencia ambiental está el Número de Identificación Tributaria (NIT) y, en muchos casos, el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN) no toma en cuenta la denominación “sin fines de lucro” para la categorización de las cooperativas.
Jorge Campanini, investigador del Centro de Documentación e Información de Bolivia (Cedib), explicó que las licencias ambientales son un compromiso que asumen las cooperativas para mitigar impactos ambientales que surjan a raíz de la actividad que realizan.
Resaltó que las cooperativas mineras auríferas deberían ser las que principalmente cumplan con el requisito por la forma que emplean para explotar el mineral. Según Inocente, las cooperativas mineras auríferas se encuentran concentradas en Ayopaya, Cocapata y Morochata.
Campanini criticó que las instancias gubernamentales a cargo no realicen los controles para dar cumplimiento a la normativa nacional.
EN OTRAS CIUDADES
Hasta el 2013, el 76 por ciento de las cooperativas mineras que operaban en el departamento de La Paz carecían de licencia ambiental, según datos publicados por Erbol. De las 1.036 asociaciones mineras en esa ciudad, apenas 253 (24 por ciento) contaban con el permiso ambiental necesario.
Ese mismo año, la Gobernación de Potosí reportó que sólo 17 por ciento de las cooperativas mineras que operan en el Cerro Rico de Potosí contaba con licencia ambiental. Según el investigador del Cedib, Jorge Campanini, los datos dan cuenta de que siempre existió exención normativa por parte del Gobierno.
Fuente: periódico "Los Tiempos"
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