"No sólo aumentar la producción, sino mejorar la productividad que implica aumentar producción y disminuir costos, hoy por hoy, el cultivo de maíz tiene costos elevados porque tiene que hacer seis aplicaciones", explicó, en alusión al foro "Soya: su importancia como cadena de valor agro productiva en Bolivia", que se realizará el miércoles en La Paz.
A su juicio, debería reinaugurarse el Comité Nacional de Bioseguridad para continuar con los estudios que permitan mejorar genéticamente las semillas, "como se hace en los demás países de la región".
A su juicio, la incorporación de biotecnología permitirá al país soportar los efectos negativos del cambio climático, haciendo semillas resistentes a lluvias, heladas, granizos y nevadas.
Por otra parte, pidió al Gobierno liberar plenamente la exportación de soya y garantizar la seguridad jurídica de las tierras con el objetivo de posicionar a Bolivia como uno de los países con mayor producción de oleaginosas de la región.
Por su parte, el sub director del Centro de Investigación Agrícola Tropical de la Gobernación de Santa Cruz, Daniel Ardaya, consideró que para acelerar la soberanía alimentaria del país, se debe implementar un programa estratégico para incorporar biotecnología en la producción de oleaginosas.
"Ahora sacar una variedad de soya tarda de cuatro a seis años, o más, pero con biotecnología tardaría mucho menos. Bolivia se ha quedado rezagada por no entrar con fuerza a la biotecnología", sustentó.
Aseguró que la mayoría de los países del mundo ya ingresaron a la era de la biotecnología para mejorar la productividad de sus siembras, como Brasil, que 100% de su algodón exportado es transgénico.
"Nosotros estamos invirtiendo como Gobernación de Santa Cruz 3 millones de bolivianos en un laboratorio, equipamiento y la contratación de biotecnólogas", agregó.
A su juicio, debería reinaugurarse el Comité Nacional de Bioseguridad para continuar con los estudios que permitan mejorar genéticamente las semillas, "como se hace en los demás países de la región".
A su juicio, la incorporación de biotecnología permitirá al país soportar los efectos negativos del cambio climático, haciendo semillas resistentes a lluvias, heladas, granizos y nevadas.
Por otra parte, pidió al Gobierno liberar plenamente la exportación de soya y garantizar la seguridad jurídica de las tierras con el objetivo de posicionar a Bolivia como uno de los países con mayor producción de oleaginosas de la región.
Por su parte, el sub director del Centro de Investigación Agrícola Tropical de la Gobernación de Santa Cruz, Daniel Ardaya, consideró que para acelerar la soberanía alimentaria del país, se debe implementar un programa estratégico para incorporar biotecnología en la producción de oleaginosas.
"Ahora sacar una variedad de soya tarda de cuatro a seis años, o más, pero con biotecnología tardaría mucho menos. Bolivia se ha quedado rezagada por no entrar con fuerza a la biotecnología", sustentó.
Aseguró que la mayoría de los países del mundo ya ingresaron a la era de la biotecnología para mejorar la productividad de sus siembras, como Brasil, que 100% de su algodón exportado es transgénico.
"Nosotros estamos invirtiendo como Gobernación de Santa Cruz 3 millones de bolivianos en un laboratorio, equipamiento y la contratación de biotecnólogas", agregó.
Fuente: Agencia Bolviana de la Información
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