La Secretaría de la Madre Tierra de la Gobernación informó que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) enviará en 10 días una “copia” del informe que elabora sobre el derrame de 400 barriles de petróleo en el río Magariño de Ivirgarzama, en el trópico de Cochabamba, para el Ministerio de Hidrocarburos y Energía.
La responsable de la Madre Tierra, Soledad Delgadillo, manifestó que YPFB además presentará las medidas de “remediación” que aplicará en la zona afectada. En tanto que el informe del equipo técnico de la Gobernación que realizó una inspección a la zona el sábado se conocerá el martes y contendrá lo que se vio en el lugar.
El derrame de petróleo se registró el viernes por la mañana, cuando una pala cargadora perforó de forma fortuita la tubería del Oleoducto Carrasco Cochabamba (OCC), que se encontraba a pocos metros de profundidad y cerca de la carretera a Santa Cruz a la altura del kilómetro 225 en la zona de Ivirgarzama.
El incidente provocó una fuga de crudo que se desparramó hacia el río Magariño, donde según los pobladores existe una variedad de peces. El afluente se une a otros río abajo que son utilizados para actividades cotidianas.
Ante este hecho, el representante del Consejo Departamental de Medio Ambiente (Codema), Jhon Zambrana, manifestó que no es la primera vez que se registra un derrame de petróleo de este tipo en Cochabamba. En 2004 y 2006 se presentaron hechos similares en Colomi y Parotani.
En ambos casos, según el ambientalista, se realizó un trabajo de limpieza “rudimentario”. Se usaron barreras absorbentes para retirar el crudo y se lo depositó en turriles y bolsas. Hasta el momento no se sabe dónde se llevaron estos residuos, porque existe el riesgo de que se contamine otro lugar.
Expresó que “si bien lo del Chapare (Ivirgarzama) es para preocuparse, lo que hay que ver es que las autoridades cumplan con su rol. No, solamente, es poner barreras sino que hay que hacer la limpieza general de toda esta área”.
El ambientalista informó que el petróleo cuando ingresa al agua mata la flora acuática y la fauna, por lo que el proceso de mitigación ambiental puede llevar meses y años.
A ello se añade que las familias del entorno no podrán usar los recursos naturales (tierra, agua y plantas) afectadas por la contaminación del petróleo. YPFB controló la fuga el viernes y el sábado realizaba la limpieza.
Fuente: periódico "Los Tiempos"
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