viernes, 18 de diciembre de 2015

CAO: pérdida de competitividad amenaza soberanía alimentaria

La pérdida este año de la competitividad del sector agrario de Bolivia amenaza la soberanía alimentaria del país, advirtió ayer la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), que agrupa a los principales productores bolivianos.


El organismo afirmó en un informe entregado a los medios que la producción en la región de Santa Cruz (este), que produce el 70 % de los alimentos que consumen los bolivianos, se redujo en 9,8 %.
El descenso se debió a una disminución de la productividad de los cultivos, ocasionada por problemas climáticos de exceso de humedad.
Al descenso de la productividad en Santa Cruz, hay que añadir la entrada "masiva" de productos de países vecinos que optaron por una política de devaluación monetaria para impulsar sus exportaciones.
Bolivia, en cambio, mantiene un tipo de cambio fijo con el dólar desde noviembre de 2011, lo que, según los productores, tiene el efecto de encarecer sus productos para el mercado internacional.
Además, el valor de las exportaciones agropecuarias bolivianas disminuyó un 23 % durante los diez primeros meses de 2015 respecto al mismo periodo de 2014, como consecuencia sobre todo de la caída de los precios, ya que la cantidad sólo se redujo en un 1,5 %.
El presidente de la CAO, Julio Rodas advirtió, en declaraciones a los medios, que el sector sufrió una reducción de ingresos y aseguró que el año 2015 supuso "un freno al crecimiento de años pasados".
El dirigente responsabilizó al contrabando y la "competencia desleal" de algunos productos traídos de los países vecinos.
Además del contrabando convencional, existen dos formas por las que se introducen productos alimenticios extranjeros en Bolivia.
Una es el comercio de frontera, que permite la entrada de productos de Argentina y Brasil a las personas que viven en zonas fronterizas, por valor de hasta 150 y 300 dólares, respectivamente.
La otra es la política de póliza mínima, que permite legalizar la importación de productos de hasta 2.000 dólares por persona sin pasar por controles sanitarios con la sola presentación de facturas.
El fin de las restricciones cambiarias en Argentina decretada por el nuevo presidente de ese país, Mauricio Macri, así como su política de no gravar las exportaciones de grano -excepto la soja- también volverán los productos de esa nación más competitivos respecto a los bolivianos, indicó la CAO.
Las restricciones en el uso de semillas transgénicas, que Rodas considera "un tema ideológico", es otro factor al que los empresarios atribuyen la falta de competitividad de sus productos.
Precisamente la autorización del uso de transgénicos fue una cuestión que quedó pospuesta en la Cumbre Agropecuaria "Sembrando Bolivia", celebrada en abril de este año entre empresarios y autoridades públicas, aunque el gobierno no descarta ampliar su uso más allá de la única variedad de soja que se permite actualmente.
A pesar de no permitir su siembra, Bolivia sí importa otros productos genéticamente modificados.
Rodas reclamó al gobierno del presidente Evo Morales políticas de protección del mercado interno y advirtió que, de lo contrario, muchos sectores económicos puede desaparecer.
"Si la producción de maíz desciende un 27 %, vamos a tener que importar maíz transgénico", agregó.
Según el secretario de Desarrollo Productivo de la Gobernación de Santa Cruz, Luis Alpire, la superficie cultivada de maíz en 2016 se reducirá un 50 %, el arroz un 30 % y el trigo un 50 %.

Fuente: periódico "Jornada"

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