Las petroleras privadas que operan en Bolivia advirtieron que, al actual ritmo de declinación de los campos petrolíferos, la producción de crudo del país se agotará en los próximos cinco años. El bajo rendimiento profundiza la dependencia boliviana de las importaciones de combustibles.
Hace 10 años, los campos netamente petrolíferos que aportaban, junto a otros antiguos, el 90,1% de la producción nacional de líquidos eran Río Grande, Víbora, Vuelta Grande, Bulo Bulo, Patujusal, Los Cusis y Sirari. El rendimiento de esos mismos campos se redujo en la actualidad a un 28,7%.
“Como efecto de su explotación a lo largo de décadas, ninguno de los campos netamente petroleros producen hoy lo que producían el 2002 (...). De mantenerse el mismo ritmo de declinación de los mencionados campos, su producción se habrá agotado dentro de cinco o seis años”, señala un informe de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE).
De acuerdo con datos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), desde el 2006 la producción de crudo se redujo en 51,4% y la del condensado en 3,64% (ver infografía).
Líquidos. La disminución productiva de 35 campos en declinación a 20.000 barriles día (Bbld) se vio “oportunamente” compensada por el incremento en la producción de condensados asociados a la explotación de gas natural de campos que fueron descubiertos hace más de una década: Sábalo, San Alberto y Margarita (27.000 Bbld), dice el informe.
“La producción de líquidos se encuentra hoy peligrosamente concentrada en tres campos (...). La creciente dependencia a estos campos productores expone a las exportaciones, ingresos y salud económica y fiscal del país a posibles sobresaltos por reducciones o cortes de producción (...) o a la eventual declinación de su producción”, advierte la CBHE.
Según la petrolera estatal, el 2010 la obtención de petróleo condensado representó el 69% de la producción nacional de hidrocarburos líquidos. Sin embargo, su rendimiento en la producción de diésel y gasolina es sumamente inferior al que se podría obtener del crudo. El contenido de diésel en el crudo es del 75%, en cambio en el condensado es de sólo 14%.
“La marcada declinación de los campos petroleros pone en primer plano la necesidad de fuerte y permanente inversión en nuevas áreas exploratorias para levantar la producción de líquidos y reducir los altos niveles de dependencia de las importaciones de combustible y las exportaciones de gas natural”.
Incentivos. El 2002 se perforó en todo el sector 30 pozos de exploración, ninguno el 2009 y cuatro el 2010. Este año, YPFB Corporación perforará 15 pozos e invertirá $us 351 millones en esta actividad; el 2010 invirtió $us 17 millones.
La falta de nuevos mercados que justifiquen inversiones en el rubro y la “incertidumbre” generada por la discusión coyuntural sobre las modificaciones al marco jurídico para el sector provocaron una sequía de inversiones en exploración desde el 2002. Ahora, “el Gobierno pretende incentivar la exploración, pero aún no se han establecido los mecanismos para ello”, sostiene la CBHE.
Además, la utilidad que obtienen las petroleras por cada barril es de sólo $us 10,29, siendo que el precio internacional se encuentra bordeando los $us 90. El Decreto 0748 incentivaba el sector a través del incremento del precio del barril, pero la medida, así como la creación de un Fondo de Incentivo Petrolero, quedó sin efecto, tras la abrogación de la norma.
La Razón intentó comunicarse con el presidente de YPFB, Carlos Villegas, pero la Unidad de Comunicación informó que el ejecutivo estaba de viaje y que ningún otro funcionario podía otorgar información oficial.
YPFB Chaco perforará dos pozos
Inversión
El presidente de YPFB Chaco, Pedro Torquemada, informó que este año la empresa tiene un presupuesto “inicial” para exploración de $us 82 millones, que incluyen la perforación de dos pozos (en Chuquisaca y en Cochabamba). Se estima que cada pozo costará $us 15 millones.
Sísmica 3D
La compañía efectuará también un estudio de sísmica 3D en el área de Chimoré (Cochabamba). Se invertirá $us 1 millón en la obtención de los permisos socioambientales y hasta $us 35 millones en las operaciones en el sector, el cual tiene indicios de ser un área petrolera.
Guillermo Torres Orías
Deben subir los precios del barril de crudo
Si Bolivia quiere autoabastecerse y no depender de la importación de carburantes, tiene que orientar la exploración a las áreas no tradicionales del país (La Paz, Beni y Pando), lo cual es difícil por la ausencia de infraestructura y el alto riesgo que representan para las inversiones, dado el escaso conocimiento que se tiene de su geología.
La devolución de las inversiones a las empresas que tengan éxito en el hallazgo de recursos hidrocarburíferos incentiva la exploración, pero no es suficiente para que las empresas se arriesguen a entrar otra vez en Bolivia.
Además de lo anterior, el Gobierno debe incrementar los precios del barril de petróleo del mercado interno a un valor cercano al del contexto internacional y, principalmente, realizar modificaciones a los artículos ‘traba’ de la Constitución que desalientan la inversión extranjera en el país, lo cual —hay que reconocer— llega a ser insalvable.
Sin embargo, es preciso debatir sobre la propiedad de la producción hidrocarburífera (que ahora se encuentra en su totalidad en manos del Estado) para ver la forma de que las petroleras extranjeras tengan una participación en la misma, pero buscando los mecanismos que resguarden la seguridad energética del país.
En los próximos cinco años, la producción de crudo, que actualmente está por encima de los 4.000 barriles día, se reducirá a poco más de mil, siendo que como país llegamos a consumir más de 40 mil barriles día; esto obligará a una mayor importación de líquidos, con su consiguiente impacto en la economía.
Guillermo Torres Orías
es ex ministro de Hidrocarburos.
Fuente: periódico "La Razón" La Paz-Bolivia-14/01/2011
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