Una alianza entre Bolivia y Paraguay para aprovechar el litio e incursionar en la industria automotriz permitiría a ambos países obtener grandes beneficios económicos, además de aportar al cuidado de medioambiente y avanzar en un desarrollo conjunto. Un estudio publicado en la revista Renewable and Sustainable Energy Reviews sobre el aprovechamiento del litio, Bolivia and Paraguay: A beacon for sustainable electric mobility?, sugiere una alianza para encarar proyectos conjuntos.
ANTECEDENTES
Hace aproximadamente ocho años, el Gobierno realizó el estudio de la salmuera del salar de Uyuni, Potosí, para obtener materia prima para la fabricación de baterías de litio. Ello generó gran interés a nivel mundial. Llegaron al país representantes de Francia, Japón, China, así como de Brasil, entre otras naciones, para desarrollar el proyecto a través de metodologías y tecnologías propias, pero la administración del presidente, Evo Morales, tomó la decisión de continuar solo como Estado en la tarea de avanzar en la obtención del carbonato de litio.
DISEÑO FINAL
En agosto se firmó el contrato a diseño final para el diseño de la planta de carbonato de litio, por valor de 33 millones de bolivianos. La empresa alemana K-Utec AG Salt Tecnologies se adjudicó el contrato y suscribió el mismo con la Gerencia Nacional de Recursos Evaporíticos (GNRE), dirigida por Alberto Echazú.
PLAZOS
El estudio deberá estar concluido en un plazo de 10. Se llegó a esa etapa del proyecto, luego de un prolongado proceso de investigación. Al principio, la inversión alcanzó a $us 5,5 millones, pero hasta llegar a la producción, la suma alcanzó a aproximadamente a $us 186 millones.
ESTUDIO
Bolivia tiene un importante avance en el tema del litio, mientras Paraguay cuenta con suficiente energía para alimentar las baterías y también hay interés, desde hace varios años, del fabricante preparador alemán RUF, especializado en reformar a los vehículos Porsch, de instalar una sucursal industrial en el vecino país.
El documento se presentó en noviembre de 2014, cuyo resultado fue fruto de un concurso lanzado a los estudiantes de doctorado por la Universidad de Sao Paulo, que identificó 10 temas estratégicos para el desarrollo en América Latina.
EQUIPO
Los autores del estudio son los investigadores Ildo Saurer, director del Instituto de Energía y Ambiente de la Universidad de Sao Paulo, el doctor boliviano-brasileño Javier Escobar, Mauro F.P. da Silva, Carlos G. Meza, Carlos Centurión y José Goldenberg, una eminencia en física.
El artículo presenta una revisión de los estudios y datos sobre los recursos y baterías de litio utilizados en los coches eléctricos. La investigación incorporó también un estudio exploratorio de la viabilidad de sustituir la flota de vehículos para el transporte de personal; asimismo, el uso de motores de combustión interna (ICE), que se utiliza actualmente en Paraguay y Bolivia y su reemplazo por vehículos eléctricos equivalentes.
OPORTUNIDAD
Las mezclas de energía y recursos naturales de Bolivia y Paraguay representan una oportunidad única para el desarrollo y la producción de coches eléctricos en la región.
La introducción al mercado de vehículos impulsados eléctricamente, se evalúa en dos situaciones: en primer lugar, con los vehículos eléctricos disponibles en el mercado internacional (EV); y, en su defecto, con la implementación y desarrollo de la tecnología basada en iones de litio locales (Li-ion) y las industrias de vehículos eléctricos.
VENTAJAS
Los vehículos eléctricos con baterías de iones de litio (BEV) podrían construirse aprovechando las ventajas estratégicas de los recursos naturales del Salar de Uyuni - Bolivia y la disponibilidad de electricidad en Paraguay proveniente de la planta hidroeléctrica de Itaipú, así como a partir de gas natural boliviano y los recursos renovables, señala parte del estudio.
LOCALIZACIÓN
Además -agrega el documento- la industria de las baterías podría estar ubicada en Bolivia mientras el vehículo (LEV) sector eléctrico latinoamericano podría asentarse en Paraguay. Las estimaciones realizadas en el documento, muestran que la sustitución de la flota existente con (LEV) en el período de 10 años, podría generar beneficios económicos acumulados para Paraguay por $us 996 millones y a Bolivia de $us 1.373 millones.
EFECTO INVERNADERO
Tal sustitución permitiría una reducción de las emisiones gases de efecto invernadero (GEI) de casi 8.398 de CO2 totales Gg en Paraguay y 9.420 CO2 totales Gg en Bolivia, con la implementación del (ICEV) vehículo de motor de combustión interna.
Sin embargo, el escenario previsto para inducir la escala para la industrialización local, se basaría en una cifra conservadora de reemplazo de 40 mil vehículos por año en cada país. La idea subyacente es ampliar el número de motorizados a nivel local para la cadena de producción inicial y luego acceder al mercado de América Latina y el mundo.
Fuente: Extraído del matutino La Patria de Oruro, y de la revista Renewable and Sustainable Energy Reviews.
ARGUMENTOS DE LA INVESTIGACIÓN
“La producción de automóviles con visión de mercado aquí no funciona, pero sí producir con una visión estratégica de sustitución de la matriz energética de los vehículos de pequeña escala que circulan en Bolivia y Paraguay”, sostiene el doctor boliviano - brasileño, Javier Escobar.
Si la propuesta toma cuerpo, quebraría la hegemonía del petróleo en la región. El estudio señala tres argumentos para promover el planteamiento. La primera es que Bolivia y Paraguay no tienen industria automotor, a comparación de otros países de la región, que incursionaron, pero con autos a combustión.
OTRA RAZÓN
A eso hay sumar-la segunda razón- los recursos naturales. La demanda de energía eléctrica de los vehículos aprovecharía las hidroeléctricas de Paraguay, sobre todo de Itaipú, mientras avance el plan del Gobierno de convertir a Bolivia en el centro energético de la región.
DIMENSIONES
Y el tercer argumento tiene que ver con que la fabricación de autos eléctricos con baterías de litio boliviano sería sostenible siempre y cuando se produzcan cerca de 100 mil unidades anuales; la demanda total de Bolivia y Paraguay llegaría cerca 80.000 por año. Ambos países tienen entre 250 mil y 300 mil automóviles livianos, y a ese ritmo de producción se lograría cambiar la matriz energética en el periodo de 10 años, tiempo en el que el modelo pueda ser tomado en cuenta.
Fuente: periódico "El Diario"
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