El rendimiento en la producción de granos tuvo una disminución promedio este año de 21,23 por ciento en relación al 2015.
La sequía y las plagas fueron las principales causas para este bajón que significó una pérdida económica de 173 millones de dólares y los cultivos más afectados son el trigo y el sorgo, informó ayer la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), en su reporte de cierre de gestión.
La sequía y las plagas fueron las principales causas para este bajón que significó una pérdida económica de 173 millones de dólares y los cultivos más afectados son el trigo y el sorgo, informó ayer la Asociación Nacional de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), en su reporte de cierre de gestión.
Reinaldo Díaz, presidente de Anapo, aseguró que el 2016, en las campañas de verano e invierno, la producción de soya, girasol, trigo, maíz, sorgo y chía alcanzó un total de 3.594.094 toneladas, es decir, 21 por ciento menos que el 2015, cuando la producción de estos seis granos alcanzó las 4.563.010 toneladas (T).
El cultivo de soya fue el que sufrió menor afectación, ya que este año alcanzó una producción de 2.825.910 T, lo que significa una reducción de sólo el 0,56 por ciento en relación al 2015, cuando la producción alcanzó 2.841.700 T. A diferencia de los demás granos, la soya registra un leve incremento en los rendimientos, ya que pasó de 2,29 toneladas por hectárea (T/ha) a 2,37, equivalente a un incremento del 3,49 por ciento.
La situación en los demás cultivos es distinta. En el caso del trigo, Anapo reporta un disminución del 70,49 por ciento en relación al 2015, es decir, que la producción bajó de 248.040 T a 73.200. Según Díaz, esto se debe a la reducción de hectáreas sembradas pues el 2015 se sembró una superficie de 150.000 ha, mientras que el 2016 sólo 100.000. No obstante, la sequía también influyó en el rendimiento, que pasó de 1,65 T/ha a 0,73.
Anapo también registra una seria reducción en la producción de sorgo. El 2016 se cosecharon 311.386 T, muy por debajo de las 785.950 del 2015, lo que supone una disminución del 60,38 por ciento. La causa es el bajo rendimiento, que cayó en 55,89 por ciento en relación al 2015.
El maíz atravesó por una situación similar, pero no sólo por la sequía sino también por el ataque del gusano cogollero. Según Anapo, el 2016 se cosecharon 316.713 T, es decir, un 46,39 por ciento menos que el 2015, cuando la producción alcanzó las 590.800 T. Los rendimientos bajaron en un 39 por ciento entre un año y otro, pues el 2015 se cosecharon 3,26 T/ha, mientras que el 2016 solamente 1,98.
El girasol fue el menos afectado, ya que registra un descenso del 29,31 por ciento en relación al 2015. La producción total descendió de 90.150 T (2015) a 63.730 (2016). El rendimiento bajó sólo un 4,69 por ciento, mientras que la superficie sembrada pasó de 140.000 ha a 75.700.
En el caso de la chía, la producción descendió de 6.370 T (2015) a 3.155 (2016), equivalente a un 50,47 por ciento de reducción.
PIDEN RECURSOS
El presidente de Anapo, Reynaldo Díaz, insistió en la necesidad de crear un fondo de reactivación económica para los productores afectados por la sequía en 2016, al considerar que los decretos promulgados por el presidente del Estado, Evo Morales, el pasado 2 de agosto, son insuficientes.
Además, manifestó su preocupación por la merma en la producción de trigo, por lo que considera necesario fijar un precio de incentivo antes del inicio de la siembra para que el productor sepa que habrá un precio competitivo.
Fuente: periódico "Los Tiempos"
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