Entre abril y octubre de este año, Bolivia importó alimentos como arroz, maíz, tomate, papa y cebolla porque la producción nacional fue afectada por la sequía, informó ayer el ministro de Desarrollo Rural, César Cocarico.
Según el reporte, este año se registró un déficit de 26.162 toneladas de papa entre la oferta, que alcanzó a 995.453 toneladas, y la demanda, que llegó a 1.021.615 toneladas (ver gráfica).
La merma de la cebolla fue de 1.805 toneladas porque la oferta alcanzó 80.443 toneladas y la demanda 82.248 toneladas.
En el tomate, la oferta total sumó 61.790 toneladas y el requerimiento 62.362 toneladas, es decir 572 toneladas de diferencia.
Los alimentos que más sintieron la falta de agua fueron el maíz y el arroz, con un déficit de 109.980 y 13.252 toneladas, respectivamente, según Cocarico.
"Estos índices nos muestran que si bien hubo una disminución en la producción, son compensados con la importación; por lo tanto, no habrá desabastecimiento de la canasta familiar. Están garantizados los productos básicos como la cebolla, papa y tomate”, aseguró el Ministro.
Mencionó que en agosto se registró una crisis en la producción de maíz que obligó al Gobierno a autorizar mediante un decreto la importación de grano.
La medida también fue apoyada por los empresarios privados para que se garantice la producción de pollos y cerdo.
La disminución en la oferta de arroz fue por la bacteriosis (enfermedad en la planta), principalmente en Santa Cruz.
Una parte de la merma se compensó con el stock que había en Emapa; sin embargo, no fue suficiente para cubrir el requerimiento del mercado interno.
En 2017 se prevé que nuevamente se importe maíz y arroz con el fin de abastecer el mercado nacional, adelantó.
Además, el Ejecutivo estima que en enero no lloverá en Oruro, sur de La Paz, Potosí, en el Chaco chuquisaqueño y parte de Santa Cruz. En el resto del país habrán precipitaciones.
Producción de carne de pollo y de res, con superávit
En lo que va del año, la producción de carne de res y de pollo registró un superávit de 2.340 toneladas y 6.793 toneladas, respectivamente, informó ayer el ministro de Desarrollo Rural, César Cocarico.
La oferta total de la carne vacuna alcanzó a 235.524 toneladas, de los cuales 231.420 toneladas se destinaron para el consumo interno y 1.764 fueron exportados, lo que representa una demanda de 233.184 toneladas.
Así se registró un excedente de 2.340 toneladas, aunque el volumen es menor en relación con el año 2015, cuando hubo más de 7.550 toneladas.
Para 2017 se prevé alcanzar una oferta de 240.112 toneladas y cubrir una demanda general de 233.184 toneladas.
En el caso de la carne de pollo, el balance entre la oferta y demanda es de 512.175 toneladas contra 505.383 toneladas, respectivamente, lo que significa un superávit de 6.793 toneladas.
El pasado año, el excedente superó los 28.970 toneladas.
Y para la el próximo año se prevé un sobrante de 9.494 toneladas de carne de pollo.
La Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz) registró a noviembre pasado la pérdida de 20.000 cabezas de ganado a causa de la intensa sequía en la región del Chaco boliviano, informó su presidente, José Luis Vaca.
Este año se registró el mayor índice de siniestros en la pérdida de producción de alimentos: el 12%, por efectos climáticos como la sequía, según el programa del Seguro Agrario vigente desde 2013. Así informó en octubre pasado el Instituto del Seguro Agrario (INSA).
El director de la institución, Erik Murillo, informó que desde que entró en vigencia el seguro, en la campaña 2012-2013, se registraron pérdidas por el 9%, luego 11%, después 2,5% y en esta gestión, 12%. Comparó los efectos de 2016 con los de los años 83 y 98.
Fuente: periódico "Página Siete"
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