En dos semanas habrá terminado el año más difícil de los últimos tiempos para las finanzas tarijeñas según reconocen los responsables del área tanto en la Gobernación del Departamento como en las entidades territoriales y en el propio Ministerio de Economía.
Las perspectivas no son mucho mejores para 2017 a pesar de los últimos acuerdos en la Organización de Países Exportadores de Petróleo de reducir los volúmenes de producción para tirar de los precios hacia arriba. La crisis brasilera, que afecta a los volúmenes de exportación y las particulares maniobras del gabinete de Mauricio Macri en Argentina respecto a Bolivia marcarán la tónica del año, que por otra parte es clave en la negociación del nuevo contrato con Brasil que fenece en 2019.
Con el Plan de Rescate Financiero en el limbo técnico por instrucción del Ministro Luis Arce Catacora y del que solo lo podría sacar una decisión política desde la Presidencia, que a priori se ve inviable, la Gobernación deberá aplicar las medidas incluidas en el Decreto de Reactivación Económica para reducir el volumen de deuda comprometida resolviendo los proyectos con baja ejecución que no sean considerados prioritarios. Algo que tendrá su impacto en la microeconomía diaria.
Para complicar aún más el 2017, el escenario político tanto interno como externo anticipa movimientos hostiles que no suelen ser positivos para la economía. El Movimiento Al Socialismo (MAS) prepara un escenario para una reelección de Evo Morales, referéndum mediante, mientras que la alianza que soporta al Gobernador empieza a tomar posiciones de cara al nuevo envite electoral.
Con el Plan de Rescate Financiero en el limbo técnico por instrucción del Ministro Luis Arce Catacora y del que solo lo podría sacar una decisión política desde la Presidencia, que a priori se ve inviable, la Gobernación deberá aplicar las medidas incluidas en el Decreto de Reactivación Económica para reducir el volumen de deuda comprometida resolviendo los proyectos con baja ejecución que no sean considerados prioritarios. Algo que tendrá su impacto en la microeconomía diaria.
Para complicar aún más el 2017, el escenario político tanto interno como externo anticipa movimientos hostiles que no suelen ser positivos para la economía. El Movimiento Al Socialismo (MAS) prepara un escenario para una reelección de Evo Morales, referéndum mediante, mientras que la alianza que soporta al Gobernador empieza a tomar posiciones de cara al nuevo envite electoral.
El precio del petróleo
Toda la atención está puesta en el precio internacional de los hidrocarburos. El secretario del área de la Gobernación de Tarija, Boris Gómez, celebró los primeros resultados alzistas luego del acuerdo de los países productores, pero lo cierto es que se esperaba un salto mayor.
El acuerdo OPEP prevé un recorte de hasta 1,2 millones de barriles diarios, sobre los poco más de 90 que consume el mundo. En el acuerdo han participado también los países por fuera de la OPEP, como Rusia o incluso Bolivia, pese al insignificante peso de la producción de barriles a nivel mundial. La OPEP fijó su techo en 32,5 millones de barriles diarios. Los expertos calculaban un incremento para fijar el precio entre los 58 y los 65 dólares por barril con la medida. Lo cierto es que ha pasado de los 45 a consolidar los 50 después de dos semanas del anuncio y todavía nadie se arriesga a acertar un precio en el corto plazo.
Estados Unidos, el causante de los actuales males por su expansión del shale mediante métodos no convencionales no reducirá su producción. Más al contrario, puede ser el gran beneficiario.
“Se cree que una de las razones para la demora era que Arabia Saudita estaba feliz con el daño hecho a la industria estadounidense del “shale” (petróleo extraído del esquisto), cuya expansión había sido uno de los factores clave en la caída misma de los precios”, asegura el corresponsal de asuntos económicos de la BBC, Andrew Walker “Pero no funcionó. La producción petrolera estadounidense descendió algo este año, pero todavía sigue a un nivel mayor que en 2014. El aumento de los precios que ocurre ahora probablemente hará que aumente la producción de petróleo de esquisto estadounidense”, agrega.
Toda la atención está puesta en el precio internacional de los hidrocarburos. El secretario del área de la Gobernación de Tarija, Boris Gómez, celebró los primeros resultados alzistas luego del acuerdo de los países productores, pero lo cierto es que se esperaba un salto mayor.
El acuerdo OPEP prevé un recorte de hasta 1,2 millones de barriles diarios, sobre los poco más de 90 que consume el mundo. En el acuerdo han participado también los países por fuera de la OPEP, como Rusia o incluso Bolivia, pese al insignificante peso de la producción de barriles a nivel mundial. La OPEP fijó su techo en 32,5 millones de barriles diarios. Los expertos calculaban un incremento para fijar el precio entre los 58 y los 65 dólares por barril con la medida. Lo cierto es que ha pasado de los 45 a consolidar los 50 después de dos semanas del anuncio y todavía nadie se arriesga a acertar un precio en el corto plazo.
Estados Unidos, el causante de los actuales males por su expansión del shale mediante métodos no convencionales no reducirá su producción. Más al contrario, puede ser el gran beneficiario.
“Se cree que una de las razones para la demora era que Arabia Saudita estaba feliz con el daño hecho a la industria estadounidense del “shale” (petróleo extraído del esquisto), cuya expansión había sido uno de los factores clave en la caída misma de los precios”, asegura el corresponsal de asuntos económicos de la BBC, Andrew Walker “Pero no funcionó. La producción petrolera estadounidense descendió algo este año, pero todavía sigue a un nivel mayor que en 2014. El aumento de los precios que ocurre ahora probablemente hará que aumente la producción de petróleo de esquisto estadounidense”, agrega.
Las regalías y el futuro
En la práctica, la modificación de la conducta de los saudíes supone un reconocimiento de haber perdido la batalla contra el shale, contra los métodos no convencionales de recuperación y contra el temido “fracking”, sobre el que se han escrito numerosas advertencias de su impacto contra los acuíferos pero que no han logrado frustrar su expansión.
En Bolivia, el ex presidente de YPFB Carlos Villegas animó en algunos Congresos, posteriormente el ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana, en Tarija y en presencia de un poderoso ejecutivo de la rusa Gazprom (uno de los damnificados por la expansión) condenó enérgicamente la práctica.
Bolivia no ha avanzado en la exploración no convencional y sigue haciendo esfuerzos en lo convencional, que parece haber dejado de interesar al mercado mundial. Las inversiones en tecnología y el rendimiento lo justifican, tal como demuestra Estados Unidos que ha llegado a producir por debajo de los 20 dólares.
Abonada al fracking está Argentina, con el proyecto de Vaca Muerta, tantas veces propagandeado por Repsol y, tras la nacionalización, por las otras gigantes estadounidenses, pero nunca concretado.
La amenaza es a medio plazo, pero está latente. Casi ningún plan de los anunciados por YPFB se han concretado este año salvo, con retraso, la producción en Incahuasi. Poco se ha movido en Boyuy y Boicobo más allá de la firma de contratos y poco en otras áreas de las que se esperaban de verdad reservas nuevas.
Mientras tanto, Brasil, según reporta Reuters, ya ha conseguido extraer del presal (el proyecto de aguas profundas más ambicioso del mundo, en dificultades por los bajos precios coyunturales) hasta 12 millones de metros cúbicos de gas al día que llegan directamente a la Cuenca del Santos, al igual que el gas boliviano.
En la práctica, la modificación de la conducta de los saudíes supone un reconocimiento de haber perdido la batalla contra el shale, contra los métodos no convencionales de recuperación y contra el temido “fracking”, sobre el que se han escrito numerosas advertencias de su impacto contra los acuíferos pero que no han logrado frustrar su expansión.
En Bolivia, el ex presidente de YPFB Carlos Villegas animó en algunos Congresos, posteriormente el ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana, en Tarija y en presencia de un poderoso ejecutivo de la rusa Gazprom (uno de los damnificados por la expansión) condenó enérgicamente la práctica.
Bolivia no ha avanzado en la exploración no convencional y sigue haciendo esfuerzos en lo convencional, que parece haber dejado de interesar al mercado mundial. Las inversiones en tecnología y el rendimiento lo justifican, tal como demuestra Estados Unidos que ha llegado a producir por debajo de los 20 dólares.
Abonada al fracking está Argentina, con el proyecto de Vaca Muerta, tantas veces propagandeado por Repsol y, tras la nacionalización, por las otras gigantes estadounidenses, pero nunca concretado.
La amenaza es a medio plazo, pero está latente. Casi ningún plan de los anunciados por YPFB se han concretado este año salvo, con retraso, la producción en Incahuasi. Poco se ha movido en Boyuy y Boicobo más allá de la firma de contratos y poco en otras áreas de las que se esperaban de verdad reservas nuevas.
Mientras tanto, Brasil, según reporta Reuters, ya ha conseguido extraer del presal (el proyecto de aguas profundas más ambicioso del mundo, en dificultades por los bajos precios coyunturales) hasta 12 millones de metros cúbicos de gas al día que llegan directamente a la Cuenca del Santos, al igual que el gas boliviano.
Las cuentas bolivianas
En este contexto, el Presupuesto General del Estado contempla un barril de petróleo a 45,24 dólares para todo el año, un precio razonable según el ministro Luis Arce Catacora y que ya hoy está por debajo de la cotización real de West Texas Intermediate (WTI) en la bolsa de Nueva York, una buena noticia tomando en cuenta que los precios se actualizan con demoras.
Sin embargo, el riesgo está en los volúmenes que Argentina y Brasil están dispuestos a comprar y Bolivia tiene capacidad de entregar. Brasil puede comprar hasta 30,5 millones al día pero lleva varios meses demandando apenas 24. Argentina si requiere hasta 20 pero Bolivia puede entregar hasta 16. El mercado interno también se ha disparado por encima de los 15 millones y está priorizado constitucionalmente, por lo que la situación de equilibrio en la producción, sobre los 60 millones de metros cúbicos al día está en riesgo en determinadas fechas.
El presupuesto ha tomado precios bajos como referencia y volúmenes optimistas, por lo que la evolución de ambos factores serán claves para 2019.
En este contexto, el Presupuesto General del Estado contempla un barril de petróleo a 45,24 dólares para todo el año, un precio razonable según el ministro Luis Arce Catacora y que ya hoy está por debajo de la cotización real de West Texas Intermediate (WTI) en la bolsa de Nueva York, una buena noticia tomando en cuenta que los precios se actualizan con demoras.
Sin embargo, el riesgo está en los volúmenes que Argentina y Brasil están dispuestos a comprar y Bolivia tiene capacidad de entregar. Brasil puede comprar hasta 30,5 millones al día pero lleva varios meses demandando apenas 24. Argentina si requiere hasta 20 pero Bolivia puede entregar hasta 16. El mercado interno también se ha disparado por encima de los 15 millones y está priorizado constitucionalmente, por lo que la situación de equilibrio en la producción, sobre los 60 millones de metros cúbicos al día está en riesgo en determinadas fechas.
El presupuesto ha tomado precios bajos como referencia y volúmenes optimistas, por lo que la evolución de ambos factores serán claves para 2019.
Las cuentas tarijeñas
En ese contexto, a la Gobernación de Tarija le toca extremar la estrategia para salir airoso de un año que puede ser trampa.
Según las cuentas que manejaba la Gobernación en septiembre, eran más de 4.800 millones de bolivianos los que la Gobernación debía disponer para hacer frente a las obligaciones contraídas durante el mandato de Lino Condori. El Ministerio de Economía, sin embargo, no cifraba en más de 2.500 las facturas pendientes, que en realidad son una suma de proyectos comprometidos, algunos iniciados y otros pendientes, que deberán ser financiados, no una deuda real completa. Esta cifra contempla proyectos de la Gobernación pero también de las subgobernaciones, proyectos concurrentes con los municipios y otros con el nivel central del Estado que, a través de la Unidad de Proyectos Especiales (UPRE), se han comprometido contrapartes locales.
Para algunos proyectos se han ido encontrando soluciones. Es el caso de los tramos pendientes de la vía al Chaco, tanto el Puente Jarcas – Piedra Larga a cargo de la Gobernación, como el tramo Choere – Acheral a cargo de Caraparí como el de Río Isiri por Villa Montes. Para todos ellos se ha anunciado la tramitación de un fideicomiso de 500 millones de bolivianos con los fondos dispuestos por el Gobierno. La Gobernación se aferra a la interpretación amplia del objeto del fondo, ya que son tramos que construye íntegramente la Gobernación de Tarija, sin concurrencia, pero que si son de competencia nacional al tratarse de tramos de la red vial fundamental.
Para otros proyectos con baja ejecución, licitados sin orden de proceder o adjudicados sin firma de contrato, la Gobernación ha habilitado el resguardo legal mediante el Decreto de Reactivación Económica para poder resolver los contratos de la forma más conveniente para la administración. En algunos casos supondrá dejar elefantes blancos, en otros litigios por lucro cesante, en otros se argumentará el mejor interés del Estado y en otros, el caso fortuito, como si la crisis fuera sobrevenida.
En cualquier caso, el escenario de precios crecientes para los hidrocarburos permite, si las exportaciones se mantienen, tomar un respiro para empezar a culminar las prioridades.
En ese contexto, a la Gobernación de Tarija le toca extremar la estrategia para salir airoso de un año que puede ser trampa.
Según las cuentas que manejaba la Gobernación en septiembre, eran más de 4.800 millones de bolivianos los que la Gobernación debía disponer para hacer frente a las obligaciones contraídas durante el mandato de Lino Condori. El Ministerio de Economía, sin embargo, no cifraba en más de 2.500 las facturas pendientes, que en realidad son una suma de proyectos comprometidos, algunos iniciados y otros pendientes, que deberán ser financiados, no una deuda real completa. Esta cifra contempla proyectos de la Gobernación pero también de las subgobernaciones, proyectos concurrentes con los municipios y otros con el nivel central del Estado que, a través de la Unidad de Proyectos Especiales (UPRE), se han comprometido contrapartes locales.
Para algunos proyectos se han ido encontrando soluciones. Es el caso de los tramos pendientes de la vía al Chaco, tanto el Puente Jarcas – Piedra Larga a cargo de la Gobernación, como el tramo Choere – Acheral a cargo de Caraparí como el de Río Isiri por Villa Montes. Para todos ellos se ha anunciado la tramitación de un fideicomiso de 500 millones de bolivianos con los fondos dispuestos por el Gobierno. La Gobernación se aferra a la interpretación amplia del objeto del fondo, ya que son tramos que construye íntegramente la Gobernación de Tarija, sin concurrencia, pero que si son de competencia nacional al tratarse de tramos de la red vial fundamental.
Para otros proyectos con baja ejecución, licitados sin orden de proceder o adjudicados sin firma de contrato, la Gobernación ha habilitado el resguardo legal mediante el Decreto de Reactivación Económica para poder resolver los contratos de la forma más conveniente para la administración. En algunos casos supondrá dejar elefantes blancos, en otros litigios por lucro cesante, en otros se argumentará el mejor interés del Estado y en otros, el caso fortuito, como si la crisis fuera sobrevenida.
En cualquier caso, el escenario de precios crecientes para los hidrocarburos permite, si las exportaciones se mantienen, tomar un respiro para empezar a culminar las prioridades.
Curvas políticas en el escenario de diálogo fiscal
El fin de semana han tenido lugar dos eventos políticos de diferente magnitud pero con interés para acabar de configurar el escenario político tarijeño en el corto plazo y su supervivencia económica.
Por un lado, el Movimiento Al Socialismo ha confirmado su intención de repostular al presidente Evo Morales en las elecciones de 2019, buscando el resquicio legal por el que permitirlo constitucionalmente.
Por otro lado, Camino al Cambio ha manifestado su abandono de la alianza Unidad Departamental Autonomista (UD-A) que dio el soporte electoral a Adrián Oliva en las elecciones de 2015 pero que requirió de mayores soportes para ganar en la segunda vuelta. Camino al Cambio fue el aparato de Mario Cossío en su momento y relevantes cargos de entonces, como Rubén Ardaya, son ahora parte del ejecutivo de Adrián Oliva.
Ardaya está precisamente a los mandos de las negociaciones cruciales en tiempos de crisis y que se llevan adelante en paralelo, el acuerdo fiscal nacional y el acuerdo fiscal departamental. De acuerdo a los avances del Consejo Nacional de Autonomías, el nuevo pacto Fiscal estaría configurado antes del próximo 6 de agosto. El nuevo escenario abierto por el MAS permite augurar un acuerdo que transfiera recursos y responsabilidades hacia afuera, lo que le permitirá además minimizar riesgos sobre la gestión.
El escenario departamental, con compromisos provinciales de diferente índole, anticipa una pugna mayor en cuanto al acuerdo, puesto que las provincias apenas brindan servicios a sus ciudadanos y más bien, todos los recursos se han concentrado en licitar nuevas obras además de multiplicar el gasto corriente.
Por un lado, el Movimiento Al Socialismo ha confirmado su intención de repostular al presidente Evo Morales en las elecciones de 2019, buscando el resquicio legal por el que permitirlo constitucionalmente.
Por otro lado, Camino al Cambio ha manifestado su abandono de la alianza Unidad Departamental Autonomista (UD-A) que dio el soporte electoral a Adrián Oliva en las elecciones de 2015 pero que requirió de mayores soportes para ganar en la segunda vuelta. Camino al Cambio fue el aparato de Mario Cossío en su momento y relevantes cargos de entonces, como Rubén Ardaya, son ahora parte del ejecutivo de Adrián Oliva.
Ardaya está precisamente a los mandos de las negociaciones cruciales en tiempos de crisis y que se llevan adelante en paralelo, el acuerdo fiscal nacional y el acuerdo fiscal departamental. De acuerdo a los avances del Consejo Nacional de Autonomías, el nuevo pacto Fiscal estaría configurado antes del próximo 6 de agosto. El nuevo escenario abierto por el MAS permite augurar un acuerdo que transfiera recursos y responsabilidades hacia afuera, lo que le permitirá además minimizar riesgos sobre la gestión.
El escenario departamental, con compromisos provinciales de diferente índole, anticipa una pugna mayor en cuanto al acuerdo, puesto que las provincias apenas brindan servicios a sus ciudadanos y más bien, todos los recursos se han concentrado en licitar nuevas obras además de multiplicar el gasto corriente.
Sociedad con YPFB, propuesta en el limbo
La participación del departamento en los proyectos de industrialización del gas de YPFB generando un nuevo esquema de retribución vía participación accionaria no ha avanzado en los últimos meses. La termoeléctrica, la Separadora y la Petroquímica son las grandes inversiones en Tarija.
Fuente: periódico "El País"
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