“Se firmó un convenio, pero este tiene que seguir todos los procesos, desde ser aprobado en el directorio de YPFB, pasando por la aprobación de la Asamblea Legislativa para la suscripción del contrato y posterior aprobación del contrato hasta llegar a la elaboración de protocolos", declaró el ministro.
"Posteriormente se tiene que obtener la licencia ambiental, que es otro proceso, fácilmente puede ser en un tiempo de uno a dos años de todo este proceso”, añadió Sánchez.
El ministro salió a la palestra ante la movilización de ambientalistas y cívicos de Tarija que se oponen a la exploración de hidrocarburos en esa área protegida con una superficie de 246.929 hectáreas, donde existe una sobreposición entre San Telmo y Tariquía de 114.439 hectáreas.
Al menos 78 hectáreas, según Sánchez, se verán afectadas por la exploración porque se realizarán actividades sísmicas en 63 hectáreas (brechas, campamento base, campamento sub base, helipuerto y zona de descarga) y el pozo exploratorio en 15 hectáreas, que incluyen planchada, campamentos y caminos de acceso.
"Posteriormente se tiene que obtener la licencia ambiental, que es otro proceso, fácilmente puede ser en un tiempo de uno a dos años de todo este proceso”, añadió Sánchez.
El ministro salió a la palestra ante la movilización de ambientalistas y cívicos de Tarija que se oponen a la exploración de hidrocarburos en esa área protegida con una superficie de 246.929 hectáreas, donde existe una sobreposición entre San Telmo y Tariquía de 114.439 hectáreas.
Al menos 78 hectáreas, según Sánchez, se verán afectadas por la exploración porque se realizarán actividades sísmicas en 63 hectáreas (brechas, campamento base, campamento sub base, helipuerto y zona de descarga) y el pozo exploratorio en 15 hectáreas, que incluyen planchada, campamentos y caminos de acceso.
Fuente: periódico "El Deber"
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