viernes, 18 de septiembre de 2015

Según gobierno no se vive la “época de vacas flacas”

 El Ministerio de Economía aseguró que el país no vive una  "época de vacas flacas” pese a un contexto de crisis internacional y  asegura que la demanda interna  y las recaudaciones son el motor de la economía de Bolivia. Según analistas, hay  en un proceso de ajustes y desaceleración.

Cuando se le consultó al viceministro de Presupuesto, Jaime Durán, si Bolivia ingresa a ese terreno,  respondió de manera categórica que "no,  para nada”.
Explicó  que para este año se ratifica la proyección de crecimiento económico del 5%.
"Evidentemente, hay un ajuste en el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH), pero debe entenderse que el IDH  depende fundamentalmente de los precios de los hidrocarburos. Pero, en lo que significa la demanda interna, en las transacciones que hacemos los bolivianos, reflejadas en los impuestos, eso está creciendo; por lo tanto, las entidades deben sentirse tranquilas con respecto a que sus presupuestos se van a reducir”, dijo. 
También aclaró que no es novedad que algunos "opinadores” pronostiquen   crisis. "Eso es falso,  durante este año nos está yendo bien; al primer semestre se registró un crecimiento del 5%, hay un desempleo bajo, al igual que la inflación”, aseguró Durán.
Por  tanto, dijo, esta situación  muestra un escenario positivo este año. 
"El presupuesto de las regiones no viene sólo del IDH, la fuente principal que tienen son los recursos de coparticipación tributaria”, enfatizó.
El ministro de Economía, Luis Arce, afirmó  el miércoles que los bolivianos no sienten la crisis internacional derivada de la caída del precio internacional del petróleo. 
"Los precios del petróleo comenzaron a caer desde junio (de 2014) y estamos hablando de casi 15 meses de crisis; entonces, esa crisis, ¿ustedes la sienten? No, ¿verdad? Entonces estamos bien, la economía sigue creciendo, los precios, como lo venimos diciendo, no son la causa del crecimiento de la economía, como dijeron los neoliberales”, remarcó la autoridad. 
La desaceleración
Los expresidentes del Banco Central de Bolivia, Armando Méndez y Juan Antonio Morales, coincidieron en señalar que el país vive un proceso de ajuste y desaceleración económica.
 "Hemos vivido una etapa de ascenso y ese ciclo ha comenzado a bajar. Entonces, se debe decir que Bolivia está  entrando al proceso de desaceleración de su comportamiento económico”, opinó  Méndez.
Ante este contexto adverso, en su criterio  se requieren políticas fiscales acordes con la situación.  Por ejemplo, bajar los impuestos y así dar holgura a las empresas privadas. Simultáneamente, el sector público debe ser selectivo en su gasto.
"Hay una presión de aumentar las recaudaciones, se ve que el Gobierno está desesperado por buscar fuentes de recaudación, ya que el IDH ha caído. El  cierre de negocios  es un golpe al sector privado, no es un acierto”, afirmó.
Para Juan Antonio Morales, el país está en una etapa de ajustes, porque se reducen los ingresos fijados para las gobernaciones, municipios y otras entidades.
"Considero que estamos en una etapa de ajuste y entrando a la época de vacas flacas. Por   ejemplo se ajustó el presupuesto del departamento más rico, Tarija. Se  presiona a  los pocos contribuyentes formales que hay en el país, no sé si es la mejor política, y es evidente una penalización a las inversiones privadas”, añadió.

El Gobierno gestiona recursos externos y creará un fideicomiso de 456 millones de dólares para apoyar a las gobernaciones.
Condiciones externas favorables desaparecieron
El contexto internacional que permitió a la región vivir la década más próspera de su historia, desapareció. Condiciones que antes eran extraordinarias son ahora normales y ya se sienten los efectos, señala un reporte de Infobae.com.
Por ejemplo, entre 1990 y 2001, el PIB per cápita a precios corrientes de Brasil creció apenas 0,1%; en Argentina, 66%; en Chile, 93% y en Colombia, 100%.  Entre 2002 y 2011, los incrementos fueron, respectivamente, de 347, 300, 223 y 200%.
"Se acabó el viento de cola. Tuvimos 15 años con muy fuerte impacto, particularmente por el ingreso de China al mercado de  commodities. Su aparición fue un elemento nuevo en la historia de América Latina y se convirtió en el principal motor de una década en la que la región tuvo los mejores términos de intercambio en un siglo”, dijo Jorge Katz, profesor de Desarrollo Económico en la Universidad de Chile.
 Latinoamérica depende mucho de lo que sucede en China, EEUU y en las propias economías latinoamericanas, principalmente por los productos que exportan y el origen de los capitales e inversión extranjera.
Kats, sin embargo, cree que la región tiene potencialidades para salir adelante.
 Para el economista Guillermo Rozenwurcel, investigador principal del Conicet, Argentina, la bonanza  se debió al boom de los commodities impulsado por China, el crecimiento de Brasil, que empujó a sus vecinos, y más  capitales.
Fuente: periódico "Página Siete"

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