Esta cifra no contempla los proyectos que las empresas chinas se adjudican mediante licitación pública, aclaró.
Wang sostuvo que anteriormente, entre 2012 y 2014, la inversión de las compañías de su país alcanzó aproximadamente a otros 3.000 millones de dólares.
Sin embargo, esas inversiones son superiores en Venezuela, Brasil, Argentina, Perú y Ecuador, entre otros países. Bolivia es una región que recién "abrió las puertas” a las negociaciones con el coloso asiático.
Actualmente, en el país operan 55 empresas chinas en diferentes proyectos, que impulsan sobre todo la infraestructura productiva y las carreteras.
Entre ellos están el Ingenio Azucarero de San Buenaventura, el nuevo ingenio de la Empresa Minera Huanuni y el ferrocarril Bulo Bulo-Montero, además de la ejecución de al menos cuatro carreteras de impacto.
También se encargó a las compañías del gigante asiático la instalación de Cartonbol, la conclusión de Papelbol y la construcción y puesta en órbita del satélite Túpac Katari.
Según Wang, las empresas chinas superan a las firmas bolivianas en las licitaciones gracias a la capacidad tecnológica y económica y el respaldo de la boleta de garantía.
No se presentan a proyectos "chicos”, sino a los grandes emprendimientos que impulsa el Estado boliviano.
Disposición de crédito
Wang destacó que su país tiene la predisposición de continuar invirtiendo en Bolivia y de otorgar créditos porque se dispone de recursos.
"China tiene economía, capital y por eso dispone de crédito para otros países. Damos crédito y tienen que comprar mis proyectos, mis productos”, explicó.
El representante dijo que su país ofreció a Bolivia la construcción del tren bioceánico que llegará a Brasil y Perú, con un financiamiento de 5.000 millones de dólares, pero el proyecto sigue en la fase de negociaciones.
Agregó que su país está en crisis debido a que es una nación desarrollada que no necesita de nuevos edificios, proyectos, ni productos, porque ya fueron ejecutados en los últimos años.
En cambio, se considera a Bolivia una región potencial para las inversiones porque está en desarrollo y necesita infraestructura, como carreteras, plantas e industrias, pero no tiene la capacidad económica para ejecutarlas.
"China ofrece a Bolivia carreteras, aeropuertos y ferrocarriles. No tiene plata, nosotros ofrecemos que compre nuestros productos. Ambos nos beneficiamos, para ambos hay desarrollo”, remarcó Wang.
China se hará cargo de los proyectos del Mutún y la carretera que unirá Rurrenabaque y Riberalta, confirmó el embajador chino en Bolivia, Wu Yuanshan. "Hay proyectos que China va a ayudar a financiar, como el Mutún, la carretera de Rurrenabaque y otros proyectos”, declaró Yuanshan a ANF.
Añadió que ambos proyectos serán ejecutados por empresas chinas, pero no precisó cuáles.
En el caso del Mutún, explicó que hay firmas que negocian las condiciones del crédito y anticipó que "pronto se conocerá el resultado”.
Hasta ayer se celebró en el exhotel Radisson los 30 años de relación diplomática entre China y Bolivia. En el evento participaron diferentes empresas, como Huawei, que expuso sus innovaciones tecnológicas.
Bolivia busca créditos para diversos proyectos
El ministro de Obras Públicas, René Orellana, anunció que en los siguientes días viajará a China en busca de créditos para proyectos de transporte, producción, agropecuaria, psicultura y otros.
"Tenemos una relación muy fuerte con China y hay una oportunidad importante para incrementar este apoyo”, afirmó la autoridad.
El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, dijo el lunes que la segunda semana de octubre viajará a China en procura de financiamiento para la industrialización del hierro.
Orellana no quiso adelantar el monto que se pretende solicitar al país asiático para no perjudicar las negociaciones, pero se procura acceder a créditos concesionales con bajas tasas de interés y a plazos prolongados.
"Estamos preparando un paquete de proyectos en el área de transporte y de producción, principalmente”, remarcó el Ministro de Obras Públicas.
El fideicomiso
Orellana dijo que también se pretende conseguir un crédito para aumentar el monto del fideicomiso creado para apoyar a las gobernaciones que fueron afectadas con la reducción de ingresos, debido a la caída del precio internacional del petróleo.
"Existe una oportunidad importante para incrementar este apoyo (del fideicomiso) en China”, expresó la autoridad.
Actualmente, el Ministerio de Planificación busca recursos externos.
"Se está acudiendo a todos los organismos internacionales con los que tenemos relaciones de financiamiento para que podamos incrementar este fondo que funcionará por varios años”, añadió Orellana.
El fideicomiso, con recursos del Banco Central de Bolivia, es de un préstamo de 450 millones de dólares a 20 años de plazo.
Las gobernaciones podrán acceder a los recursos en función a su capacidad de endeudamiento, con el fin de no postergar sus proyectos en curso.
"Tenemos una relación muy fuerte con China y hay una oportunidad importante para incrementar este apoyo”, afirmó la autoridad.
El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, dijo el lunes que la segunda semana de octubre viajará a China en procura de financiamiento para la industrialización del hierro.
Orellana no quiso adelantar el monto que se pretende solicitar al país asiático para no perjudicar las negociaciones, pero se procura acceder a créditos concesionales con bajas tasas de interés y a plazos prolongados.
"Estamos preparando un paquete de proyectos en el área de transporte y de producción, principalmente”, remarcó el Ministro de Obras Públicas.
El fideicomiso
Orellana dijo que también se pretende conseguir un crédito para aumentar el monto del fideicomiso creado para apoyar a las gobernaciones que fueron afectadas con la reducción de ingresos, debido a la caída del precio internacional del petróleo.
"Existe una oportunidad importante para incrementar este apoyo (del fideicomiso) en China”, expresó la autoridad.
Actualmente, el Ministerio de Planificación busca recursos externos.
"Se está acudiendo a todos los organismos internacionales con los que tenemos relaciones de financiamiento para que podamos incrementar este fondo que funcionará por varios años”, añadió Orellana.
El fideicomiso, con recursos del Banco Central de Bolivia, es de un préstamo de 450 millones de dólares a 20 años de plazo.
Las gobernaciones podrán acceder a los recursos en función a su capacidad de endeudamiento, con el fin de no postergar sus proyectos en curso.
Fuente: periódico "Página Siete"
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