El desarrollo del Mutún aún es incierto, pese a los reiterados anuncios del Gobierno para reactivar el proyecto. El ministro de Minería, César Navarro, anunció la convocatoria de cinco empresas sin convocar a una licitación internacional. El presidente Evo Morales dijo que el desarrollo del yacimiento demandará $us 600 millones que podrían provenir de China.
INFRAESTRUCTURA
Jorge Espinoza, ingeniero de profesión, señaló que dos factores pesan a la hora de ejecutar el proyecto, como son la infraestructura y el volumen de producción. La producción mundial es alta y, por lo tanto, los costos de operación se acomodan a las empresas, sostuvo.
FACTIBILIDAD
El estudio de factibilidad es vital para el desarrollo del proyecto, coincidieron por separado, Espinoza, y Dionisio Garzón, exministro del sector. También señalaron que la ubicación es importante a la hora de ejecutar el proyecto.
Espinoza opinó que hay que tomar en cuenta que el hierro es un mineral abundante en la naturaleza y, por lo tanto, es el insumo de más bajo precio en el mercado internacional; y sí se trata de explotar, se lo debe hacer en grandes volúmenes, es decir, con economías de escala.
COSTOS
En el mercado internacional el estaño es más caro que el hierro en valor; como ejemplo mencionó que la empresa Konst del Brasil produce 200 millones de toneladas anualmente, es decir aproximadamente 600 toneladas por día; mientras Bolivia estima producir 25 millones de toneladas que con relación a la firma del vecino país, ese volumen sería bajo.
TRANSPORTE
A ello hay añadir que la ubicación geográfica es importante para encarar el proyecto. Es, según dijo, una cuestión vital, inclusive más que el precio y el mismo volumen. Tiene que haber un transporte masivo por el lugar para trasladar el mineral a los mercados de ultramar, explicó.
Por tanto, sostuvo que la infraestructura y la energía son importantes para el proyecto, pero a ello, se suma otro elemento técnico que es la metodología de concentración del mineral.
SECTORES
Espinoza informó que en el lugar hay dos sectores, uno el primario y el otro el secundario. Según su explicación, la Jindal tenía la obligación de explotar 70 por ciento del primero y 30 por ciento del segundo, pero sólo explotó el segundo; señala que es complejo explotar el primero ya que primero se tiene que diseñar tecnología adecuada de concentración.
Indicó que las empresas estatales que se crearon para llevar adelante el proyecto cometieron el mismo error, sólo habrían explotado el sector secundario.
Fuente: periódico "El Diario"
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