Desde 2011, el Gobierno promocionó el área Lliquimuni Centro X1 (LQC-X1) como un proyecto estrella en el departamento de La Paz. En ese entonces, aseguraron que los paceños recibirán regalías, inversiones y que el país será autosuficiente con la producción de petróleo.
La expectativa de que el bloque contenía 50 millones de barriles de petróleo y un trillón de pies cúbicos de gas (TCF) fue anunciada por el Gobierno por primera vez el 20 de octubre de 2011; cada 16 de julio y cada 20 de octubre se difundían esos datos en los discursos oficiales.
"En esta exploración de hidrocarburos en el departamento de La Paz nos informan que en (la estructura) Lliquimuni Centro X1 se estima, de acuerdo con la interpretación sísmica ya realizada, 50 MMBbls y 1 TCF de gas natural”, destacó en octubre de 2011 el presidente Evo Morales en un evento público en el Banco Central de Bolivia.
En diciembre de 2014, Petroandina SAM publicó en su página web que el proyecto exploratorio LQC-XI tiene un potencial aproximado de 135,63 millones de metros de pies cúbicos (MMmpc) de gas natural y 10,83 millones de barriles de petróleo.
En julio de 2013, el presidente de YPFB Petroandina, Jaime Arancibia, afirmó que la perforación del primer pozo petrolífero en La Paz, Lliquimuni, ubicado en la comunidad Las Delicias, en el norte de La Paz, es un proyecto "geopolítico y geoestratégico” para el desarrollo departamental.
"Este proyecto se convierte en el puntal para el desarrollo exploratorio en áreas no tradicionales como La Paz, departamento que se convertirá en una nueva región productora de hidrocarburos. El haber concentrado la exploración petrolera sólo en el sur del país generó una división en el concepto del manejo hidrocarburífero a nivel nacional”, dijo en esa ocasión el ejecutivo.
En diciembre de 2014, el entonces presidente de YPFB, Carlos Villegas, enfatizó que se iniciaba la perforación con "una gran esperanza y esa esperanza tiene que materializarse en diciembre de 2016”.
El extinto ejecutivo de YPFB aseguró que, de encontrarse hidrocarburos, el departamento de La Paz recibiría regalías como Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija.
Además, afirmó que si se confirmaba petróleo en Lliquimuni, el yacimiento iba a permitir que Bolivia fuera autosuficiente en la producción de diésel oil, cuya importación causa un millonario gasto por la subvención.
A fines de 2014, el exgobernador de La Paz César Cocarico aseguró que gracias a Lliquimuni se tendría más dinero para invertir en hospitales, centros educativos, institutos y obras de envergadura.
En esa misma fecha, el presidente Morales incluso anunció la construcción de una refinería en La Paz.
El desafío exploratorio de la petrolera estatal, mediante su subsidiaria YPFB Petroandina SAM -conformada por YPFB con el 60% y PDVSA con 40%-, comenzó en 2009 con la ejecución de 1.087 kilómetros de levantamiento sísmico 2D en el área de Lliquimuni.
El lunes, sin embargo, el presidente de YPFB, Guillermo Achá, dijo que las operaciones del proyecto de perforación exploratoria Lliquimuni culminaron con el hallazgo de volúmenes hidrocarburíferos "no comerciales”.
En una publicación del periódico El Deber, el ejecutivo de la estatal petrolera señaló que los gastos erogados en la perforación, planchada, sísmica y otros, suman 170 millones de dólares.
Jubileo cuestiona la asociación con PDVSA
La Fundación Jubileo opinó que en su momento se debió definir mejores criterios al seleccionar a la empresa Petróleos de Venezuela (PDVSA), que conformó una sociedad con YPFB para encarar el proyecto exploratorio de Lliquimuni.
"Hay necesidad de definir mejores criterios para seleccionar empresas. PDVSA tiene amplia experiencia geológica, pero en Venezuela; en Bolivia las características geológicas requieren de experiencia”, sostuvo el investigador de Jubileo, Raúl Velásquez.
La selección debió efectuarse por licitación internacional, que da paso a la competencia y así el Gobierno pudo haber elegido una mejor propuesta para impulsar el proyecto. Esa modalidad de contratación está prevista en las normas del país, pero no se aplica.
"No parece serio que una empresa vaya explorando ocho años para decir que no hay petróleo”, cuestionó.
El lunes, YPFB informó que las operaciones del proyecto de perforación exploratoria Lliquimuni Centro X-1 culminaron con el hallazgo de volúmenes hidrocarburíferos "no comerciales”. Es decir, un fracaso.
En 2008 se suscribió el contrato entre YPFB y la empresa Petroandina, para trabajar en exploración y explotación de ese bloque con la esperanza de encontrar reservas de petróleo.
Ministro descarta fracaso en la exploración
El ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, aseguró ayer que los trabajos que se hicieron en Lliquimuni Centro X1 (LQC-X1) no fueron un fracaso y que se continuará con los estudios. El lunes, YPFB informó que el pozo dio resultado negativo.
"No han sido un fracaso (los trabajos en Lliquimuni). Por ejemplo en San Alberto , uno de los campos más importantes de Bolivia, recién se encontró gas en el pozo San Alberto IX, es decir, que hubo ocho intentos para que el noveno sea productor. Lo mismo sucedió con el campo Margarita”, afirmó.
Dijo que todas las operaciones en el pozo buscaban determinar el comportamiento geológico, debido a que el primer pozo exploratorio no siempre es productivo y su fin es recabar información y contrastar el modelo geológico simulado con uno real.
Los datos obtenidos son de vital importancia para tener una corroboración del modelo que tiene Lliquimuni, explicó.
"Ahora YPFB y Petroandina deben analizar y evaluar toda la información obtenida del pozo, con el objetivo de hacer nuevas actividades como la sísmica magnetotelúrica para ubicar un segundo pozo”, remarcó.
Agregó que se continuará con las actividades exploratorias en el norte de La Paz.
"Si bien el primer pozo no fue exitoso, la noticia no es desalentadora porque continuaremos la actividad exploratoria en otros pozos hasta encontrar el reservorio que sabemos que se encuentra ahí”, aclaró.
Sánchez aseguró que en los últimos 10 años la tasa de éxito se situó en 75%, mientras que entre 1985 y 2005 rondó el 45%.
Fuente: periódico "Página Siete"
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