miércoles, 20 de septiembre de 2017

EXPORTACIÓN: El mundo demanda nuestras flores, pero hay muchas trabas

Llegó la primavera y las flores podrían ser una buena historia de amor para miles de productores cochabambinos que ponen su esperanza en este producto. La buena noticia es que nuestras flores son muy valoradas en el mercado internacional, sobre todo en países limítrofes y en Estados Unidos. 

La mala, la existencia de al menos cuatro barreras legales, burocráticas y logísticas que los productores del valle deben sortear para consolidar sus exportaciones, sobre todo a Brasil, Argentina y Uruguay, que son los mercados demandantes más próximos.
Especialistas, productores y empresarios consultados por este medio resaltan la calidad de la producción local y la necesidad de fortalecer al sector, que se perfila como una de las esperanzas para el desarrollo y la transformación de la economía departamental, pero surgen las trabas.
La ausencia de operaciones de empresas internacionales en el aeropuerto cochabambino Jorge Wilstermann, barreras burocráticas del Servicio Nacional de Inocuidad Alimentaria (Senasag), inadecuada infraestructura de refrigeración y ausencia de políticas públicas al sector son los cuatro obstáculos que mencionan productores y técnicos.
La gerente general de la empresa Flores del Prado, Mery Canedo, explica que el aeropuerto cochabambino no recibe vuelos de compañías internacionales, lo que encarece considerablemente los costos para exportar la producción.
Debido a ello, los productores se ven obligados a contratar personal adicional para realizar trámites y transbordos en el aeropuerto Internacional de Viru Viru (Santa Cruz).    
Por su parte, el gerente general del vivero El Clavenito del Tunari, José Luis Ticona, sostiene que los controles para detectar plagas del Senasag dilatan los plazos de entrega de las cargas comprometidas, ya que puede demorar hasta 24 horas una vez realizada la observación sanitaria.
“Yo creo que el Senasag debería flexibilizar las exigencias para que nosotros podamos exportar”, considera Ticona.
Nuevas especies
El director de la Fundación Valles, Miguel Florido, destaca que Cochabamba genera el 80 por ciento de la producción nacional de flores, y resalta que los municipios de Quillacollo, Vinto y Tiquipaya se destacan a nivel departamental.
Según Florido, Cochabamba mantiene una producción tradicional de claveles y rosas como sus mayores fortalezas. Sin embargo, sostiene que la floricultura, como otros rubros productivos, necesita la renovación de especies y variedades para ganar mercados.
“El mercado internacional cercano al nuestro, Argentina, Perú, Brasil, Chile, requiere de nuevas variedades de rosas que se ponen de moda y que las empresas van desarrollando y que tienen mejores condiciones para el florero, para el ramo o para diferentes adornos. Entonces, nuestros floricultores por mucho tiempo han mantenido rosas de variedades típicas tradicionales, hasta ancestrales”, añade.
A partir de 2001, con el objetivo de satisfacer las demandas nacionales e internacionales, la Fundación Valles internó en el país nueve especies de flores a la región, cuatro de la cuales (las más exitosas) son la rosa americana, calas y gladiolos de colores y las gerberas.
“Se ha introducido tecnología de producción en invernadero y a campo abierto para que los productores puedan competir en igualdad de producciones con productores de otros países", dijo.
Normas de calidad
La Fundación Valles ha apoyado que se generen, por ejemplo, las normas de calidad para rosas y claveles en Bolivia, ya que hasta 2008 no existía una norma sobre la cual basarse para calificar una rosa de buena calidad, de bulbo, peso, el diámetro de los pétalos”, precisa.
Al respecto, destaca que la rosa americana, por ejemplo, tuvo mucho éxito en el mercado, pero se trataba de una especie que demanda mucho cuidado durante el proceso de producción.
Los gladiolos de colores, en tanto, tuvieron resultados más favorables.
Finalmente, están las exitosas gerberas, a las que Florido califica de “margaritas gigantes”, Tienen una duración de un mes en florero, lo que las hace atractivas para los clientes.
NO LOGRAN AFRONTAR INCREMENTO DE COSTO DE TRANSPORTE
Cochabamba pierde mercados de exportación por falencias
Mery Canedo es la gerente general de Flores El Prado, una de las decenas de medianas empresas cochabambinas que trascendió las fronteras bolivianas por la calidad de su producción. Hasta hace cinco años exportaba volúmenes considerables de flores hacia Brasil, Argentina, Paraguay, Chile y Estados Unidos.
“Los distribuidores que hemos tenido han venido a buscarnos para trabajar porque nos han explicado que les gusta nuestra flor por una razón: tenemos una ventaja comparativa frente a la rosa ecuatoriana", explica.
Según Canedo, esta última tiene pimpollos y tallos más grandes, pero las nuestras ganan en resistencia: pueden durar más e 10 días y son más fuertes ante la manipulación.
Las exportaciones se vieron interrumpidas cuando el aeropuerto de Cochabamba dejó de recibir vuelos de compañías extranjeras, ya que los medianos productores no pudieron afrontar el incremento de los costos de logísticas para despachar las flores desde el aeropuerto de Santa Cruz.
“Tenemos clientes, pero no estamos despachando por los costos y la falta de transporte aéreo. Ha sido un factor de cierre de nuestras exportaciones”, agrega.
Canedo explica que se enviaban cargas hacia el extranjero aprovechando las rutas y conexiones internacionales con que contaban las empresas TAM Mercosur y AeroSur. Asimismo, estima que se dejó de exportar en 2012.
“Las exportaciones nos permitían excedentes y ganancias, pero ahora eso es imposible. Sólo estamos compitiendo en el mercado local e incluso hemos tenido dos últimos años con incremento de productores y una sobreoferta en el mercado nacional”, precisa.
Actualmente, pequeños y medianos productores impulsaron la exportación de sus flores a mercados fronterizos como las provincias de Salta y Jujuy, en el norte argentino.
Transporte
Por su parte, el director de la Fundación Valles, Miguel Florido, resalta que existen deficiencias operativas en el transporte de flores para su exportación.
“Sería diferente si tuviéramos una infraestructura, aviones de carga refrigerados con aeropuertos con cámara de frío. Estas condiciones nos permitirían llegar a mercados más alejados, porque definitivamente hay un mercado muy expectable para los productores de flores”, dice Florido.
Por su parte, Canedo considera que aún no es tarde para fortalecer al sector floricultor e impulsar las “prometedoras” exportación en el departamento.
Sin embargo, considera que se requieren políticas públicas sostenidas que retomen el trabajo realizado y la experiencia de todos los sectores involucrados.
PRODUCTORES VENDEN EN LAS CALLES
Piden mercado de flores mayoristas
La capital nacional de las flores no cuenta con mercados para que los floricultores ofrezcan sus productos en las condiciones adecuadas de refrigeración, higiene y comodidad. Debido a ello, cientos de productores se ven obligados a instalar sus puestos improvisados en las calles de los municipios de Cochabamba y Quillacollo.
El expresidente de la Federación Departamental de Floricultores (Fedeflor) Santiago Guarachi explica que los productores regionales, en su mayoría madres que se dedican a este rubro, deben padecer el maltrato de las intendencias y la ausencia de una infraestructura adecuada para la comercialización.
Por ello, alrededor de 300 productoras se instalan desde las 20:00 en inmediaciones del Coliseo Max Fernández de Quillacollo. Los puestos son instalados en plena calle, y ocupan dos cuadras.
“Antes salíamos desde medianoche, ahora casi toda la noche, porque si saliéramos desde medianoche no nos alcanza esta calle. Empezamos a vender a las 8 y nos quedamos hasta las 9 de la mañana”, explica Albina Véliz, productora del municipio de Quillacollo.
A su turno, el director de la Fundación Valles, Miguel Florido, indica que la Gobernación de Cochabamba y las alcaldías locales deberían ofrecer una solución definitiva con la construcción de un mercado mayorista.
“Todos los productores de flores llegan a un mercado muy competitivo y no tienen un lugar asignado para la venta. Nuestros productores tienen que llegar por ejemplo a mercados de Quillacollo o Cochabamba en la calle”, asegura.
Al respecto, resalta que experiencias en el extranjero, como la construcción de un mercado cooperativista de Argentina, permitieron a los productores obtener un mejor precio de venta de sus productos, como condiciones adecuadas de refrigeración.
Fuente: periódico "Los Tiempos"

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