Chile es el segundo país de donde Bolivia importa más gasolina. Hasta septiembre el valor ascendió a más de 28 millones de dólares. En primer lugar está Argentina con 93,9 millones de dólares, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), procesados por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE). La ANH, sin embargo, negó que se compre de ese país ese combustible.
En 2016, Bolivia pagó a ese mercado por el combustible importado 30,3 millones de dólares; mientras que a Argentina le pagó más de 80,8 millones de dólares; a Suiza, 16,1 millones de dólares, entre otros (ver gráfica).
El director de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Gary Medrano, afirmó ayer que el país no compra gasolina, ni aditivos de Chile y que sólo usa sus puertos para el ingreso de los productos que se requieren.
“Los puertos chilenos sólo son de entrada, grandes cantidades de mercadería para Bolivia ingresan por Arica o Iquique. Chile no produce absolutamente nada, no produce gasolina, ni diesel, ni Gas Licuado de Petróleo (GLP). Chile lo compra todo desde afuera. El hecho de que entre por sus puertos no significa que sea producto chileno”, aseguró en una entrevista con radio Patria Nueva.
Explicó que Bolivia adquiere los combustibles y aditivos a los traders (agentes que están atentos a la venta de diferentes productos que ofrecen países como China, Rusia y otras naciones).
“Nosotros compramos aditivos, la legislación boliviana no permite comprar gasolinas, sólo se traen insumos y aditivos que son productos altamente oxigenados que luego se los mezcla con la gasolina blanca que producen las plantas separadoras, para luego llegar (a una gasolina) de 85 octanos.
Repito, no podemos comprar gasolinas, es una mentira que se diga que compramos gasolina de Chile”, enfatizó Medrano.
El lunes, el diputado Wilson Santamaría afirmó que, mediante una petición de informe escrito al ministro de Hidrocarburos, Luis Sánchez, señaló que “el contrato suscrito se refiere al suministro de dos octanajes de insumos y aditivos, octanaje de 93 y octanaje de 97 a ser levantados de la planta de Arica o Iquique”.
Sobre el tema, el martes YPFB informó que realiza la importación de insumos y aditivos de empresas de varios países del mundo para la formulación y obtención de gasolinas.
“YPFB abastece en promedio y diariamente 5,2 millones de litros de gasolina especial, un porcentaje de insumos y aditivos es importado de empresas de diferentes países del mundo como Argentina, México, Perú, Brasil, países del Golfo Pérsico y otros, entre ellos de una empresa de Chile, esta última representa menos del 2,5% del volumen comercializado en el país”, indicó el vicepresidente Nacional de Operaciones, Gonzalo Saavedra.
Las importaciones de gasolina en 2006 sólo llegaban a 10.297 dólares en valor, pero desde 2009 se dispararon hasta un pico de 284 millones de dólares en 2015. En 2016 bajaron a 150,5 millones de dólares, pero hasta septiembre de este año ya suman 171 millones de dólares.
La anterior semana, el ministro del área, Luis Alberto Sánchez, aseguró que Bolivia ya es autosuficiente en la producción de gasolina y que la cantidad internada en algunos meses por la mayor demanda alcanza al 20%.
El país debe comprar del exterior este combustible debido a que la producción de petróleo descendió. Por ejemplo, en 2016 bajó de un promedio de 56 mil barriles por día (MBPD), registrado en 2016, a 53,2 MBPD a mayo pasado, es decir menor en 5,8%. Cuando se produce menos petróleo, las refinerías tampoco pueden extraer las cantidades que se necesitan de gasolina y diésel.
También se compran insumos y aditivos
- Internación Desde 2010 hasta septiembre pasado, Bolivia compró aditivos del exterior por 85,3 millones de dólares por un volumen de 21,6 millones de kilogramos. Los principales vendedores fueron Estados Unidos, Chile, Noruega, Alemania, México, China y otros países con menor participación, según el Instituto Nacional de Estadística.
- Proceso El país demanda más de cinco millones de litros día de gasolina especial, de los cuales cuatro millones son procesados en las refinerías y el otro millón es extraído de las plantas separadoras de líquidos como gasolina blanca estabilizada. Ésta última, según el director de la ANH, Gary Medrano, debe ser mezclada con aditivos de alto octanaje, para ser puesta en el mercado.
Fuente: periódico "Página Siete"
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