El Gobierno boliviano destinó algo más de 3.656 millones de bolivianos para pagar la Renta Dignidad y los bonos sociales Juancito Pinto y Juana Azurduy de Padilla el próximo año, de acuerdo con el Presupuesto General del Estado (PGE) 2015, documento que fue enviado a la Asamblea Legislativa Plurinacional para su análisis y posterior aprobación.
Según el PGE 2015, el pago del bono Juancito Pinto demandará el próximo año una inversión de 464,1 millones de bolivianos para beneficiar a 2,3 millones de estudiantes, y para cumplir con el bono Juana Azurduy se presupuestaron 187 millones de bolivianos, monto que llegará a 84.186 madres y 126.148 niños en edad de lactancia.
Entretanto, el pago de la Renta Dignidad demandará en 2015 una inversión pública de 3.005 millones de bolivianos y beneficiará a más de 1.067.874 adultos mayores de 60 años.
El bono Juancito Pinto, creado a iniciativa del presidente Evo Morales, consiste en el pago anual de 200 bolivianos a todos los estudiantes de primero a sexto de primaria y de primero y a sexto secundaria, con el objetivo de reducir la deserción escolar en Bolivia.
De acuerdo con el Ministerio de Economía, en 2006 la tasa de deserción escolar en Bolivia era de 5,8%, pero con la inclusión del bono Juancito Pinto, la deserción estudiantil bajó gradualmente en los últimos ocho años y en 2013 llegó a 1,5%.
En cambio, el bono Juana Azurduy de Padilla es un subsidio que consiste en el pago de 1.820 bolivianos, durante 33 meses, a las mujeres gestantes y hasta dos años después del nacimiento del bebé.
El objetivo del bono es reducir la desnutrición crónica, mortalidad infantil y la mortalidad materna, metas que se cumplieron en los seis años de la asistencia social.
Por otro lado, desde la gestión 2007, la Ley 3791 garantiza el pago de la Renta Dignidad, un beneficio que paga 3.000 bolivianos cada año (que puede cobrarse de manera mensual o acumulable) a las personas mayores de 60 años sin una renta o pensión del sistema de seguridad social, y 2.400 bolivianos a los que son rentistas regulares.
Fuente: periódico "La Razón"
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