Esta variación se produce por cuarto mes consecutivo, en lo que va del año, después de que en dos oportunidades el precio de los alimentos y bebidas se habían reducido (marzo -2,19 y abril -1,5%). La variación del precio de los alimentos de 0,46% es mayor a la variación del nivel general del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que alcanzó a 0,20%, durante ese mes.
Entre enero y agosto, la variación acumulada del precio de los alimentos y bebidas llegó a 1,23%, menor a la variación acumulada del conjunto de bienes y servicios que hasta agosto alcanzó a 1,91%.
En ambos casos, IPC general e IPC de alimentos, y transcurridos ocho meses de esta gestión, están lejos de la meta fijada por el Gobierno para la gestión 2015. El IPC general estaría por debajo de 3 puntos porcentuales.
Hasta agosto de 2015 la variación acumulada del precio de alimentos y bebidas consumidos fuera del hogar fue de 3,3%, en cambio la variación de los precios de alimentos comprados para ser consumidos en el hogar fue de 1,2%.
Según el último reporte del INE, en agosto, el almuerzo consumido fuera del hogar se incrementó en 0,33%, salteña 1,22%, desayuno 0,84%, plato especial 0,31%, hamburguesa 0,45% y cena 0,11%.
Al analizar la importancia o peso en la estructura de la canasta familiar, definida en los años 2003-2004, los hogares destinan para la compra de alimentos y bebidas consumidos fuera del hogar el 10,9% de su gasto total, mientras que el gasto destinado para la compra de alimentos y bebidas consumidas en el hogar es de 27,4%.
Sin embargo, han pasado más de 10 años y la estructura de gasto de los hogares que se utiliza para los reportes oficiales para el cálculo del IPC no ha sido actualizada.
Informes recientes del Ministerio de Economía reportan que en los últimos años ha existido un incremento en la facturación de los restaurantes, impulsados por la expansión de la demanda interna. El documento señala que los establecimientos de servicios de comida incrementaron en 15% hasta junio de 2015, respecto al mismo periodo del año anterior.
De la misma forma, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que la venta per cápita de comida rápida ha aumentado en América Latina, y Bolivia seria uno de los países con mayor crecimiento, con 130%.
Es necesaria una nueva investigación para conocer la actual estructura de gasto que tienen los hogares bolivianos.
Menor variación en alimentos y bebidas en Sudamérica
En Bolivia, la tasa de variación acumulada hasta agosto de los precios promedio de alimentos y bebidas es de 1,23%. Con este resultado, y comparando con otros países de Sudamérica, la variación de precios de los alimentos en lo que va del año es la más baja de la región.
Transcurridos ocho meses del año, Argentina registra 7,6%, Brasil 7,3% y Uruguay 7,1%, siendo las tasas más altas respecto al incremento de precios de los alimentos.
Según el índice de precios de los alimentos de la FAO, correspondiente a agosto, se registró un descenso de -5,2% con respecto a julio, lo que representa la mayor caída mensual desde diciembre de 2008.
La explicación es que los precios mundiales de los alimentos cayeron con fuerza en agosto, arrastrados por la abundancia de suministros y factores externos, incluyendo un declive en los precios de la energía y las preocupaciones sobre una ralentización económica en China
El índice de la FAO mide la evolución internacional mensual de los precios de una canasta de cereales, semillas oleaginosas, productos lácteos, carne y azúcar. El descenso afectó a todos los productos básicos registrados en el índice excepto la carne, cuyos precios, en general, permanecieron estables.
En el país, los sectores con menores ingresos se ven favorecidos cuando bajan los precios de los alimentos porque en su estructura de gastos destinan más de 50% a la compra de éstos.
Fuente: periódico "Jornada·"
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