El vicepresidente Álvaro García Linera anunció ayer que Bolivia seguirá endeudándose con acreedores externos para garantizar la inversión pública. El endeudamiento subirá del actual 17 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) hasta el 25 a 28 por ciento destinado a infraestructura caminera y a los sectores productivos.
“Vamos a seguir endeudándonos (...) pero con una característica: la deuda es de carácter soberano y no somete las políticas públicas a los intereses externos”, dijo ayer en una conferencia de prensa transmitida por Bolivia TV.
Añadió que las obligaciones que contraiga el país no superarán el 50 por ciento del PIB.
Según el Plan de Desarrollo 2016-2020 se requerirán unos 50 mil millones de dólares de inversión pública.
En octubre del año pasado, al informar que había gestionado un crédito chino por 7 mil millones de dólares, García dijo que la deuda externa llegaba entonces a los 6.100 millones de dólares y representa el 17 por ciento del PIB. Con el crédito chino llegaría al 34 o 35 por ciento. “La cifra aún es baja”, añadió.
Hizo énfasis en que, a diferencia de antes, los nuevos créditos no vienen condicionados a la privatización, austeridad fiscal, incremento de impuestos o bajos salarios. “Nosotros no vamos a privatizar nada, jamás, preferimos morirnos como personas antes de privatizar algo que es público”, indicó citado por Erbol.
Los comentarios fueron a propósito de las críticas a la contratación de créditos de China y Rusia, a los cuales calificó como parte de una “guerra orquestada” desde los Estados Unidos, porque la presencia de ambos países en Bolivia es un obstáculo a las políticas de dominación geopolítica hacia los países de América Latina.
Explicó que los créditos serán utilizados en la construcción de carreteras, puentes, túneles para integrar oriente y occidente, norte y sur, y del ferrocarril urbano de Santa Cruz.
Admitió que el crédito chino viene atado a la contratación de una empresa de ese país, pero en la ejecución de la nueva cartera de 7 mil millones de dólares la cuestionada empresa china Camce no participará, al menos en los próximos tres a cuatro años.
“Estamos diversificando las fuentes de financiamiento, no vamos a depender nunca más de un solo país y mucho menos de Estados Unidos, porque conocemos que esa dependencia nos lleva a políticas de imposición, de sometimiento. Si EEUU quiere dar crédito bienvenido, pero respetando nuestra soberanía y sin intromisión en asuntos políticos internos”, aseguró el Vicepresidente.
En ese sentido, dijo que el crédito chino será utilizado para construir carreteras y mantener el liderazgo del crecimiento económico de América Latina, al margen de cualquier tendencia mundial de disputa bipolar.
Fuente: periódico "Los Tiempos"
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