jueves, 24 de febrero de 2011

Japón envía una misión de alto nivel con el objetivo de adjudicarse el litio boliviano

Dos meses después de su entrevista con el emperador Akihito en Tokio, el presidente Evo Morales acoge en La Paz a una numerosa delegación japonesa que intenta rebasar a Corea e Irán en la carrera por convertirse en el socio más estratégico para la explotación del litio boliviano.

El encuentro, ante la expectativa continental de una decena de consorcios y gobiernos competidores, incluidos la francesa Bolloré/Eramet y la estatal española SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales) se cumple en momentos en que el gobierno boliviano se ve obligado a industrializar el litio con intervención externa, pese a su inicial reticencia y devaneos con los interesados en este multimillonario negocio.

El valor de las “100 millones de toneladas de litio de los salares bolivianos llega a 2.650 millones de millones de dólares”, estimó oficialmente el gobierno el año pasado, en referencia a este recurso requerido por la industria automotriz para la propulsión eléctrica y la fabricación de baterías de ordenadores, teléfonos celulares y otros artefactos.

Pero cálculos menos conservadores, basados en la transformación de este metal blando en litio metálico ($us60.000/TM), y la industrialización de otros componentes de las salmueras bolivianas (potasio, boro, magnesio) disparan el valor total en unos 140.000 millones, dormidos en una extensa explanada de sal entre los departamentos de Oruro y Potosí, a 3.700 sobre el nivel del mar.

La delegación japonesa, integrada por 40 funcionarios, empresarios y académicos será la estrella del seminario "Desarrollo de sectores estratégicos en Bolivia", que durante dos días (24 y 25 de febrero) tratará, además del litio, el desarrollo de una planta de energía geotérmica en Laguna Colorada, sur de Potosí y proyectos en quinua, camélidos, agua y turismo.

Durante su estadía de diciembre pasado en Tokio, el presidente Morales obtuvo del imperio nipón un financiamiento de 250 millones de dólares para la geotérmica de Laguna Colorada, destacando el mandatario la condonación de la deuda boliviana por otros 500 millones de dólares.

"El sueño es tener vehículos eléctricos en base a baterías de litio, y Japón podría ser un excelente socio con la experiencia que tiene en la fabricación de vehículos que son un orgullo en el mundo", dijo Evo Morales entonces tras un almuerzo con el emperador Akihito, el príncipe heredero Naruhito y el primer ministro Naoto Kan.

“No se puede perder el tiempo, yo sugeriría que el Gobierno consiga cooperación de otros países, Bolivia tiene que desarrollarse con el litio y queremos que sea en beneficio de ambos países ya que Japón tiene tecnología, capital y mercado”, declaró esta semana en La Paz el embajador Toshio Watanabe.

Requerido por la prensa, el consejero económico de la embajada japonesa Hiroyuki Makiuchi recordó la ayuda de ese país por 2.000 millones de dólares, en los últimos 40 años, “sin exigir nada”, y anunció que tampoco pondrá condiciones para cooperar en las tareas científicas que realizan los bolivianos en Uyuni, aunque destacó la posibilidad de acuerdos para complementar economías.

Hace una semana, el Ministro de Hidrocarburos recibió la visita de representantes de la corporación Marubeni, una de las mayores del Japón, que firmará un entendimiento profundizar la industrialización de los hidrocarburos.

“EXCELENTE SOCIO”

Con esos antecedentes más el historial de la empresa japonesa Sumitomo, que a través de la Minera San Cristóbal (MSC, al sur del salar de Uyuni) explota concentrados de zinc, plomo y plata en un yacimiento que el 2007 compró a la Apex Silver, Japón trata de ponerse a la delantera de la industrialización del litio, a costa de Corea e Irán, países que en los últimos meses han firmado también diversos acuerdos de cooperación con Bolivia, centrados en el litio.

El seminario en La Paz, que comenzará este jueves 2, comprende una presentación sobre la filosofía de negocios de Sumitomo Corporation y su compromiso con Bolivia a través de las actividades de la Minera San Cristóbal, su responsabilidad social y ambiental.

Pero el expediente de Sumitomo-MSC puede ser afectado por sus operaciones impugnadas por mediambientalistas y sectores sociales que cuestionan el bajo porcentaje de impuestos que deja al país, con base en la antigua ley minera que el gobierno no termina de reemplazar.

San Cristóbal aseguró el año pasado que en 10 años transcurridos desde el 2000, pagó impuestos por 358 millones de dólares, a un promedio de 35 millones anuales y que sólo en 2009 pagó 38 millones por concepto de regalías. Nada dijo entonces por el pago de 210 millones de dólares en 20 años por el agua subterránea no fósil con que procesa sus concentrados, producción que tan sólo el 2009 alcanzó un valor de 1.000 millones de dólares.

El emprendimiento japonés se produce después de similares intentos de Corea e Irán, entre agosto y octubre pasado, posteriores a las tentativas de la francesa Bolloré/Eramet por cerrar el negocio a mediados del 2009, y de otros gobiernos como Brasil y China (que ya integra el comité científico de los salares), entre otras delegaciones que visitaron Bolivia.

Las surcoreanas LG y Kores (que opera en La Paz la mina de cobre de Coro Coro), forman parte de la carrera por el litio boliviano. Vale do Rio Doce, la gigante brasileña de la minería, anunció también su intención de invertir 1.000 millones de dólares para producir cloruro de potasio, teniendo en cuenta que en los salares bolivianos se estima que hay 20 veces más potasio que litio.

INCENTIVOS

Durante la visita del presidente Morales a Seúl, en agosto pasado, Corea del Sur concedió un crédito para puentes y salud por $us 250 millones de los cuales serían pagaderos sólo 100.

"Si Bolivia paga puntualmente el crédito puede acceder a una condonación del 60 por ciento de 250 millones de dólares, vale decir 150 millones de dólares, lo que significa que al final terminará pagando solamente 100 millones", precisó la ministra de Planificación, Viviana Caro, que acompañó al mandatario en su gira coreana, mientras su colega de Economía Luis Arce, formó parte de la delegación que visitó Japón.

A fines de octubre del 2010, el mandatario boliviano visitó por segunda vez Irán, cuyo presidente, Mahmud Ahmadineyad ofreció a Bolivia tractores, radares para control de vuelos clandestinos de los narcotraficantes, mantenimiento de aeronaves y préstamo por 250 millones de dólares, ratificando su oferta de amplia cooperación a Morales en varios sectores por 1.000 millones de dólares que incluye la posible exploración de reservas de uranio.

Los diversos interesados no pudieron satisfacer, al parecer las iniciales condicionantes del gobierno boliviano: soberanía del Estado sobre sus recursos, participación mayoritaria del Estado en el emprendimiento, e industrialización en Bolivia.

Pero la falta de inversiones en minería y las dificultades en el sector hidrocarburos, más las protestas sociales por diversos factores, habrían decidido al gobierno boliviano a recortar sus exigencia, sobre todo las de industrialización sin inversión extranjera en la última etapa.

Luego de anunciar que el país fabricaría desde el 2014 baterías de litio con una inversión propia de 902 millones de dólares el presidente Morales explicó a fines del año pasado que ninguna de las oferentes estaba interesada en industrializar el litio en territorio boliviano.

“Sólo quieren invertir para comprar carbonato de litio", dijo, mientras que el embajador francés. Antoine Grassin, expresaba la existencia de una pequeña decepción en el sentido de que pensamos que una asociación con empresas extranjeras permitiría ganar tiempo y mejorar la calidad”.

Recientemente, Morales anuncio que entre el 2011 y el 2014, costara 902 millones de dólares explorar, investigar, explotar e industrializar el litio además de obtener productos derivados del potasio, boro, magnesio, y producir baterías de ese mineral.

“La primer fase tendrá un costo de inversión de 17 millones dólares, 100 por ciento financiamiento por el Estado boliviano. La segunda, 485 millones de dólares; y la tercera 400 millones de dólares de inversión”, precisó señalando que sólo para la tercera etapa se buscará socios inversores exclusivamente para la tecnología de punta.

NO SOLO LITIO

“La llegada de los japoneses podría ser parte de una estrategia de acercamiento a la sociedad boliviana para que empiece a enterarse de algunos detalles de su propuesta de industrialización del litio, en momentos en que los ejecutivos del proyecto piloto parecen estar más interesados en enviar a grupos de técnicos bolivianos a Corea del Sur, el “archirival” del Japón en lo que toca a tecnologías energéticas alternativas, para familiarizarse con la tecnología de ese país en diferentes aspectos de la cadena de valor del litio”, dice el especialista Juan Carlos Zuleta.

“Tiene que ver también con el zinc, el estaño, el hierro, el manganeso y el cobre que desde hace poco han pasado a conformar el grupo de minerales estratégicos en el mundo, recursos con que cuenta el país en cantidades nada despreciables y que “la nación del sol naciente” requiere con extrema urgencia para contrarrestar la arremetida de la China”, agrega el analista del litio.

El año pasado, el país recibió 300 millones de dólares por renta minera, informó el ministro del sector, José Pimentel. Las exportaciones mineras superaron los 2.405 millones, pero al menos la mitad de este monto se queda en el exterior por costos de refinación,

“No sabemos cómo se va a encaminar el proyecto mismo en Uyuni, es muy prematuro, el gobierno boliviano todavía no tiene un plan tan exacto”, agregó en sus declaraciones el consejero Hiroyuki Makiuchi, despreocupado ante los competidores japoneses.

“No nos preocupa tanto, porque no vemos tanto interés como el nuestro de parte de otros países extranjeros. Corea, Brasil e Irán firmaron creo memorandos de intenciones sobre el tema, pero Japón, repito, es el único que manifiesta su intención de participar en la investigación del litio”, le dijo al diario Página Siete.

El litio como materia prima solo vale 180 dólares la tonelada, sin contar el potasio que también se halla de manera conjunta en las reservas nacionales. Pero la tonelada de litio metálico se cotiza a $us 60.000, de manera que si el país lograra exportar sólo un millón de toneladas de litio metálico obtendría la quimera de 60.000 mil millones.

El cloruro de potasio cotizado a únicamente $400 la tonelada, lograría otros $40.000 millones por la venta de al menos 100 de las 360 millones de toneladas que se estima están depositadas en los salares.

Fuente: periódico digital ERBOL -  http://www.erbol.com.bo/ - 24/02/2011

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