El ministro de Minería y Metalurgia, José Pimentel, garantizó que este año comenzará a operar la planta fundidora Karachipampa, ubicada en Potosí. Según las proyecciones, la producción de plomo y plata metálica dejarán para el país unos 100 millones de dólares anuales.
Hace más de 15 días, la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) tomó control de la planta luego de un acuerdo logrado con la empresa canadiense Atlas Precious Metals, que puso fin al contrato de riesgo compartido para la reactivación de la planta fundidora de Karachipampa pactada el 28 de junio de 2005.
En ese entonces, Atlas asumió la ejecución del proyecto con el propósito de procesar zinc y planteó construir una planta más para obtener ácido bórico. Sin embargo, ante el incumplimiento de las inversiones comprometidas por la empresa, el Gobierno nacional decidió el año pasado ejecutar la boleta de garantía por 850 mil dólares presentada por la firma canadiense en febrero de 2008.
De acuerdo con los datos del Ministerio de Minería y Metalurgia, una inspección al proyecto dio cuenta de que el avance de obras apenas llegaba al 20 por ciento.
Tras este hecho, el Gobierno determinó que la empresa no iba a continuar más en el país y se enfrascó en la búsqueda de un acuerdo con la canadiense.
Autoridades del Ministerio de Minería indicaron que la empresa recibirá 750 mil dólares por su salida.
Antes del convenio, Atlas amenazó con llevar al país a un arbitraje internacional si el Gobierno no le otorgaba un millón de dólares de compensación.
El Ministro de Minería anunció ayer que en este año la Comibol invertirá 17 millones de dólares en el proyecto de Karachipampa.
La fundidora fue instalada en 1985 para procesar plomo y plata, pero esto no funcionó porque el país aún no contaba con los suficientes volúmenes para ser transformados.
De acuerdo con los datos de las autoridades del sector, la planta de Karachipampa acopió concentrados de plomo y plata valuados en 12 millones de dólares.
Fuente: periódico "Cambio" La Paz-Bolivia - 10/02/2011
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