Las importaciones de alimentos de Bolivia se duplicaron desde 2006 hasta el año pasado, llegando a su pico más alto en 2014, cuando fueron tres veces superiores a las registradas hace 10 años, de acuerdo con datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
En 2016, las compras de alimentos del exterior llegaron a los 583,9 millones de dólares, mientras que en 2006, las importaciones representaban 236,7 millones de dólares, es decir que en valor, el año pasado se ingresaron al país por la vía legal 2,4 veces más.
Sin embargo, en 2014, los ingresos de alimentos representaron 689,5 millones de dólares, es decir 2,9 veces más que en 2006.
Hasta mayo de 2017, las importaciones alcanzaron los 263,3 millones de dólares.
Según los datos del IBCE, el año pasado los principales productos importados por el país fueron harina de trigo, bebidas preparadas sin alcohol, malta sin tostar, trigo en grano, manzanas, arroz y leche evaporada, entre otros.
El pasado 16 de agosto, el ministro de Desarrollo Productivo, Eugenio Rojas, señaló que la producción nacional de trigo cubre el 50% de la demanda nacional del cereal, llegando a cerca de las 300 mil toneladas año, de las 750 mil que requiere el mercado.
El año pasado las importaciones de harina de trigo llegaron a los 88,7 millones de dólares, mientras que las compras de grano de trigo fueron de 24,8 millones de dólares.
De acuerdo con los datos, las importaciones de harina de trigo el año pasado fueron 22% superiores a las de 2015, mientras que las compras de trigo en grano pasaron de 1,8 a 25,2 millones de dólares en el mismo periodo.
En 2016 se importaron 114 mil toneladas de trigo frente a las 6.200 toneladas importadas en 2015, en el mismo periodo, se imporaron 260 mil toneladas de harina de trigo frente a las 214 mil toneladas importadas en 2015.
En julio pasado, el ministro de Desarrollo Rural, César Cocarico, indicó que en los últimos 11 años la producción de alimentos se incrementó en un 100%, destacando los avances en la producción de cereales como maíz, arroz y trigo.
La autoridad sostuvo que entre 2006 y 2016 la producción de alimentos se incrementó sustancialmente de siete millones a más de 14,7 millones de toneladas, por las políticas que implementó el Gobierno en los últimos 11 años en favor del sector productivo del país.
"En maíz y arroz somos prácticamente soberanos; en trigo nos falta aún pero tenemos buenas perspectivas y esperamos poder cubrir la demanda nacional en los próximos años”.
Sin embargo, señaló que el año pasado, debido a la prolongada sequía que azotó a varias regiones del país, la producción tuvo un retroceso, por lo que las importaciones de alimentos se incrementaron.
"La importación es circunstancial; por ejemplo, el año pasado aumentó por la sequía, pero en general se ha ido reduciendo en los últimos años”, explicó.
Más compras de cebolla, papa, tomate
De acuerdo con el estudio Tendencias de producción y consumo de los alimentos básicos en Bolivia, del economista José Gabriel Espinoza, entre 2000 y 2016, las importaciones de tomate, cebolla y papa se dispararon.
El análisis, a base de datos oficiales del INE, da cuenta que las compras de papa en el exterior pasaron de un promedio de 5.000 toneladas en 2000 a 25.000 toneladas para 2016 (cinco veces más).
Las de tomate, de 2.000 toneladas en promedio a 12.000 toneladas (seis veces más) y de cebolla de 308 toneladas a 4.950 toneladas (16 veces más).
El INE, por su lado, informó que en el año agrícola 2015-2016, la producción de papa fue de 1.073.744 toneladas, cifra que rebasa los datos de importación que llegaron a 51.841 toneladas en 2016.
La producción del tomate en el año agrícola 2015-2016 fue de 61.531 toneladas y la importación del mismo alcanzó a 6.943 toneladas. La de cebolla en el mismo período alcanzó a 79.794 toneladas y su importación a 11.787 toneladas.
En el caso de las frutas, el INE indicó que en 2015 la internación alcanzó 53.062 toneladas y la producción en el año agrícola 2015-2016 fue de 1.449.453 toneladas.
En el periodo 2014-2015, la papa y el maíz en grano tuvieron el mayor rendimiento entre productos ancestrales con 1.058.683 y 1.056.557 toneladas métricas, respectivamente.
El reporte atribuye la demanda a la sobreexplotación de la tierra, el cambio de los agricultores a cultivos con mayor valor en el mercado como la soya y el aumento del poder adquisitivo.
Fuente: periódico "Página Siete"
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