El ministro de Minería y Metalurgia, César Navarro, se abstuvo ayer de brindar información a la prensa sobre la anunciada refundación de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), aunque dijo escuetamente que, “este año sí o sí se termina”.
Navarro que asistió al lanzamiento de la Feria de los Lípez, en el sudoeste del departamento de Potosí, evitó abundar en más comentarios y se comprometió a informar, “más adelante”.
En esa misma actitud, tampoco brindó información sobre la reestructuración de la planta de Karachipampa, y se limitó a decir, "que informará estos días”.
La reestructuración de Comibol fue anunciada por Navarro hace más de dos años, y en la Rendición de Cuentas en 2016, realizada en Uyuni ese año, anunciaba que el proceso estaría a punto pronto, ya que se tenía un perfil del plan.
Dijo entonces que Comibol abriría sucursales en diferentes países, con el objetivo de internacionalizar la empresa. Pero hasta la fecha no hubo ninguna decisión sobre lo señalado. En este tiempo pasaron por la presidencia de la Corporación, Marcelino Quispe y está en funciones, José Pimentel.
OBSTÁCULOS
La propuesta del Gobierno fue consultada con la Federación Sindical de Trabajadores de Mineros de Bolivia, quienes expresaron públicamente hace tres meses sus reparos al plan
DECRETO
En junio pasado, la autoridad anunció la aprobación de un decreto supremo denominado de, "refundación” de la Corporación. Navarro es partidario de transformar la entidad estatal incorporándole funciones de control y un rol operativo en la cadena de producción y comercialización de minerales.
En Uyuni dijo que la Comibol vive del alquiler, cuenta con 70% de su personal netamente administrativo, “y por tanto no puede dirigir la cadena productiva, sino administrar contratos”.
Fuente: periódico "El Diario"
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