El ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, aseveró ayer que los 32 trillones de pies cúbicos (TCF) de gas natural, calculados como potencial en la Cuenca Madre de Dios, pueden cambiar la historia de los hidrocarburos en Bolivia.
La cuenca Madre de Dios, situada en el noroeste de Bolivia y fronteriza con Perú, tiene una posible reserva de 32 billones de pies cúbicos de gas natural, más del triple de lo que actualmente tiene certificado el país.
Sánchez recordó que actualmente Bolivia tiene reservas de gas cuantificadas en 10 TCF, y lo que se calcula en la Cuenca Madre de Dios representa tres veces más que esa cantidad.
Sánchez recordó que actualmente Bolivia tiene reservas de gas cuantificadas en 10 TCF, y lo que se calcula en la Cuenca Madre de Dios representa tres veces más que esa cantidad.
"Bolivia tiene reservas de 10 trillones de pies cúbicos y estamos hablando que tres veces más pueda haber en la Cuenca Madre de Dios. Pareciera que es un nuevo Subandino Sur. Las estimaciones de estos recursos pueden cambiar la historia de los hidrocarburos en Bolivia", añadió.
Sánchez dijo que en la región colindante de Perú está el campo Camisea, donde están los yacimientos de gas más importantes de ese país.
Aseguró que los resultados del informe preliminar de la consultora Beicip Franlap, que revelan el potencial de la zona, es fruto "de este reto más importante que tiene el país, que es la exploración".
"No sólo hemos trabajado en áreas importantes, sino que estamos evaluando otras áreas al norte del país", agregó.
Remarcó que se trata de una "evaluación preliminar" que será confirmada por trabajos de sísmica que ha realizado la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
El Ministro de Hidrocarburos recordó que hace dos años se contrató a Beicip Franlap, una de las más importantes en su rubro, para que realice los estudios en la Cuenca Madre de Dios, tomando en cuenta la referencia de su potencial por estudios desarrollados por Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Calificó como "muy alentadores" los informes de Beicip Franlab, que el Gobierno espera confirmar en los próximos seis meses cuando concluya la evaluación de los resultados de la sísmica de YPFB.
Según el ministro, no se puede dar por seguro el volumen de las reservas probables hasta que no se hagan las pruebas del pozo para ver cuánto fluye de gas y petróleo.
A juicio de Sánchez, los indicios sobre la existencia de gas natural y crudo existentes en esa zona, que implica a los departamentos de La Paz, Beni y Pando, la muestran como una promesa para el futuro del desarrollo de los hidrocarburos bolivianos.
Según Sánchez, en función de las evaluaciones es posible que antes de dos años se hayan perforado dos pozos en esa cuenca.
Se trata de una zona considerada hasta ahora no tradicional para la existencia de hidrocarburos, ya que los principales yacimientos de Bolivia se encuentra en el sureste, donde operan petroleras como Repsol, Petrobras y Shell.
El Gobierno anunció el mes pasado que aplicará ciclos de exploración de hidrocarburos de dos años por la tecnología instalada en superficie, frente a los de siete o diez años que se realizan de forma tradicional.
Desde 2006, YPFB está a cargo de la dirección total del sector en Bolivia tras la nacionalización decretada ese año.
El sector petrolero del país desarrolla una campaña intensa de exploración para hallar nuevos hidrocarburos debido a que sus actuales existencias durarían hasta 2023, al ritmo actual de consumo interno y exportaciones.
Fuente: periódico "Jornada"
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