Bolivia exportó un valor de 141,8 millones de bolivianos de castaña entre enero y agosto de este año, 18 por ciento más de lo que exportó en el mismo periodo de 2016, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Según el ejecutivo de la Federación Sindical de Trabajadores y Castañeros, Edwin Endara, la crisis que afectó a la producción de castaña se tradujo en una mejor cotización de este alimento a nivel mundial, por lo que el valor de las exportaciones continúa subiendo.
Añadió que la castaña boliviana es una de las mejor cotizadas en el mercado externo, porque se produce de forma silvestre y no se siembra como habitualmente se hace en países vecinos.
“Estamos trabajando en el tema del cuidado y del manejo del producto, desde que los sacamos del monte hasta el pañol y el traslado del pañol (almacén pequeño) a la barraca y de la barraca a la fábrica”, indicó.
En la cosecha de castaña entre enero y marzo de este año, el sector atravesó la peor crisis registrada en los últimos años. En agosto, Endara explicó que a causa de esa situación Riberalta sufrió un retroceso económico hasta el punto en que los niños no tenían ni qué desayunar.
El volumen de la exportación de castaña cayó en un 7 por ciento entre enero y marzo de 2017 en relación a los datos del mismo periodo de 2016, debido a la sequía, lluvias inestables e incendios forestales, según información proporcionada por el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
Actualmente, los productores se preparan para la siguiente cosecha que se adelantará un mes, por lo que iniciará en diciembre. Endara afirmó que se espera que ésta sea positiva en relación a la anterior porque deben pagar deudas. “Este año está bonito, están cargadas las castañas, tenemos una buena esperanza”.
Actualmente, la caja de castaña que contiene entre 23 y 24 kilogramos se vende en 100 dólares. En 2015, el precio fue de 90 dólares y el 2016 de 95 dólares.
Según Endara, los productores buscan mejorar estos costos a través de reuniones con los empresarios para evitar negociar con las barracas que les compra a un precio menor.
El dirigente explicó que los productores buscan recuperar las pérdidas que sufrieron por los adelantos económicos que recibieron en la cosecha anterior.
Las malas condiciones climáticas generaron que la zafra de castaña registre una disminución histórica, en promedio 30 por ciento en comparación a otras gestiones.
El pasado 25 de abril, la Asamblea Legislativa Departamental de Pando declaró estado de emergencia económica.
VARIOS PROYECTOS
Los productores de castaña de los departamentos de Beni y Pando impulsan ocho proyectos productivos para generar fuentes de empleos alternativos para los 10 mil trabajadores zafreros afectados por la baja producción.
Esa situación provocó una “crisis económica” sin precedentes en diferentes municipios de Beni. Incluso, los niños no acceden a desayuno diario por falta de dinero en las familias de Riberalta.
Fuente: periódico "Los Tiempos"
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