jueves, 11 de agosto de 2011

Bolivia depende en 85% de recursos extractivos

Bolivia depende en más del 85% de los recursos naturales extractivos no renovables, tornándola vulnerable al vaivén de las cotizaciones internacionales, sostiene una evaluación del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).


La evaluación se desprende de datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Desde el año 2006 hasta junio de 2011, las exportaciones sumaron 32.162 millones de dólares y las importaciones 24.845 millones. Eso dejó un saldo favorable de 7.317 millones en la balanza comercial.

El logro se debe en mayor medida al precio internacional de las materias primas en los mercados internacionales, lo cual provocó la reprimarización de las ventas externas de Bolivia.

En el período 2006-2011, las ventas de gas natural sumaron a Brasil y Argentina 13.214 millones de dólares, de los cuales 11.032 millones corresponden al primero y 2.182 millones al segundo, sostiene el IBCE.

Bolivia tiene ventajas competitivas para materias primas, no tiene ventajas para la industria, que es un proceso de generaciones, de cultura, donde desde las familias aprende la gente a hacer cosas prácticas.

Según el IBCE, en Bolivia eso no está presente en la cultura es un camino largo. Por ese motivo hace décadas que hablamos de industrializar el país y ningún gobierno pudo efectivizarlo.

“Si Bolivia no tuviese materias primas estaríamos viviendo en la completa pobreza”, afirmó al respecto el analista Armando Méndez.

El índice de exportación de materias primas también refleja debilidad del sector industrial, reconoció el presidente de la Cámara Departamental de Industrias de La Paz (Cadinpaz), Mario Yaffar.

Agregó que el país carece de industria pesada. La industria liviana produce algo de alimentos y el sector textil, que emplea mucha mano de obra, depende del equipamiento y tecnología importada.

Guillermo Pou Munt, presidente de la Cámara de Exportadores (Camex), admitió que la dependencia del sector primario es excesiva.

“En el último año se vio un retroceso en el sector manufacturero industrial”, debido a la caída de mercados como el de Venezuela entre otros, hecho que refleja la debilidad de la industria.

POLÍTICAS
Para Yaffar y Pou Munt hace falta una política de apoyo industrial y fomento a la inversión.

El presidente de Cadinpaz dijo que el sector comercial se desarrolla con facilidad, “recurre a dólares cada vez más baratos”, lo cual apoya la actividad comercial antes que la industrial.

Agregó que la actividad industrial se caracteriza por tener un horizonte a largo plazo y por tanto precisa tener seguridad para invertir y que su mercado no se vea coartado ni limitado.

Bolivia es un país muy caro en términos tributarios e ineficiente en mecanismos que faciliten la inversión, sostuvo Pou Munt.

Explicó que “conseguir el Régimen de Admisión Temporal para el Perfeccionamiento Activo (Ritex) es difícil. El sistema dentro de la zonas francas está absurdamente concebido, no permite que se instalen industrias en la práctica”.

El atraso de los códigos de comercio y laboral no permite empezar actividades privadas, por lo cual el sector empresarial espera nuevos reglamentos, aseveró Sánchez.

Según Méndez, el país no tiene ventajas ni condiciones para desarrollar la industria porque esto corresponde a un proceso de generaciones y es parte de la cultura y la educación.

“Bolivia es un país que continuamente está en revolución, en cambio, y las revoluciones impiden el desarrollo económico en cualquier parte del mundo”, afirmó.

Fuente: periódico "Cambio" La Paz-Bolivia - 11/08/2011

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