El uso de agroquímicos en la producción de alimentos en Bolivia se triplicó en los últimos años, pasando en promedio de 12 a 36 kilogramos en cada hectárea. Sin embargo, los rendimientos de los diferentes cultivos se mantienen casi similares a lo largo de más de una década, así lo refleja un estudio de la entidad, Productividad Biosfera Medio Ambiente (Probioma).
Importación de agroquímicos creció exponencialmente. Miguel Ángel Crespo, director de Probioma, afirmó que en la campaña 1998-1999 se utilizaba 12 kilogramos de agroquímicos por cada hectárea, volumen que se incrementó a 28 kilogramos entre 2005-2006 y que tuvo su pico máximo en la campaña 2012-2013 con 43 kilogramos, pero por los fenómenos climatológicos descendió a 36 kilogramos en 2015, es decir que en todo ese periodo la aplicación de agroquímicos se triplicó.
A pesar de este importante incremento en el uso de agroquímicos, la producción no ha tenido un crecimiento significativo. Es así que en el mismo periodo se tuvo inicialmente 3,83 toneladas de rendimiento, siendo su pico máximo en 2008-2009 con 5,12 toneladas pero disminuyendo a 4,73 toneladas entre 2014-2015, lo que significa solamente un crecimiento del 14% en todo ese lapso de tiempo.
Para Crespo esto se explica porque cada vez existe una mayor resistencia de las malezas, insectos y otras enfermedades a los agroquímicos, debido al gradual incremento del mismo. Como consecuencia se recurre a aumentar la siembra en otras áreas pero teniendo a la larga los mismos resultados.
"La agricultura se encuentra en una fase que no es sostenible. Se usa más agroquímicos que genera resistencia en las plagas, entonces la tierra no tiene un buen rendimiento y lo que se hace es aumentar la frontera agrícola, en desmedro de los bosques y se ingresa a un círculo vicioso donde se repita esta fórmula", dijo Crespo.
Los cultivos donde más se están realizando las excesivas aplicaciones de agroquímicos son las hortalizas y algunos granos.
También indica que prueba de esta situación es el notable incremento en las importaciones de herbicidas, insecticidas y otros, pasando de 25 mil toneladas en 1999 hasta las 117 mil toneladas a finales de 2016. A esto se suma un aproximado del 30% que ingresa al país de contrabando.
En términos de valor, las importaciones pasaron de $us 43 millones el año 2000 a los $us 237 millones en 2016, según el estudio de Probioma con base de datos del Instituto Nacional de Estadísticias (INE).
En este sentido, en el mismo periodo 199-2015, el uso de los fungicidas han tenido un notable incremento de 1.361%, los fertilizantes aumentaron 518%, los insecticidas un 322% y los herbicidas 204%.
Propone aumentar la producción agroecológica. En este marco, Crespo informó que en Bolivia muchas empresas y pequeños productores están incursionando en la producción agroecológica, siendo una opción a la producción convencional. Es así que hasta el 2015 han logrado cubrir cerca de 460.000 hectáreas de cultivos en base a una producción ecológica sustituyendo alrededor de 300.000 kilogramos de agroquímicos.
"Es una muestra modesta que se pueden hacer las cosas. Ya se está produciendo maíz orgánico, soya, chía, trigo, quinua, arroz. Tenemos que convertirnos en un país soberano que produce su semillas de manera limpia", dijo el director de Probioma.
Por último, según los datos de la institución uno de los principales efectos del excesivo uso de pesticidas y por ende de la expansión en la frontera agrícola es la deforestación, llegando a talarse entre 2005-2016 un total de 2,9 millones de hectáreas en todo el país, siendo Bolivia uno de los 10 países donde más se tala distintas especies de árboles.
"Los datos del Censo Agropecuario 2013 nos muestra un aspecto que nos debería preocupar, como es la percepción de las comunidades en Santa Cruz referente a la contaminación del agua por agroquímicos alcanza un 63%, también se da en otras ciudades del país haciendo un promedio nacional del 39%", afirma el director de Probioma.
Existe nulo control de parte del Estado. Por su parte, Alcides Vadillo, director regional de la Fundación Tierra, señaló que si bien no existe información exacta sobre la aplicación de agroquímicos en los cultivos, todos los organismos e instituciones ambientales consideran que se está haciendo un uso es excesivo, principalmente en las hortalizas y frutas. Por lo que señala que el Estado boliviano debería ejercer algún tipo de control en ese sentido, situación que no existe en la actualidad.
"Si bien protege a los cultivos, cada vez aparecen más plagas, estos agroquímicos son en esencia veneno, que pueden afectar a la salud pública por su toxicidad, entonces en Bolivia no existe un control, incluso la FAO ha publicado una lista de los agroquímicos de etiqueta roja que están prohibidos y que seguramente acá se está comercializando", manifestó Vadillo.
La otra cara de la moneda. Por otra parte, de acuerdo a la actualización anual de "The Good Growth Plan", estrategia de agricultura sustentable, de la agrícola Syngenta, publicada este mes, señala que en Sudamérica, alrededor de 243.000 hectáreas cultivables fueron mejoradas por iniciativas de conservación de suelo y biodiversidad, además que unas 34.000 personas recibieron capacitación para el uso responsable de agroquímicos en Argentina, Paraguay, Uruguay, Bolivia y Chile, demostrando la otra cara de una "producción convencional" pero responsable.
"Nuestra estrategia marca un diferencial en la industria. Significa mostrar cómo la sustentabilidad puede beneficiar al negocio. Año tras año sumamos experiencias y nuevos resultados que permiten nutrir nuestro programa y mostrar los avances en cada uno de los pilares", señaló Antonio Aracre, director general de Syngenta Latinoamérica sur.
Los resultados del tercer año de The Good Growth Plan, comprende seis compromisos para el año 2020 para contribuir a la sustentabilidad de la agricultura y desarrollo de comunidades rurales. "En conjunto con el grupo de productores referentes de Argentina y Paraguay, continuamos midiendo la sustentabilidad a través de indicadores definidos y recopilados por la agencia externa Market Probe. A lo largo de 2017, estaremos implementando oportunidades de mejora en la metodología de medición", finalizó el directivo.
"Al usar cada vez más agroquímicos las plagas y enfermedades con el tiempo tienen más resistencia a los mismos"
Miguel Ángel Crespo
Director de Probioma
Director de Probioma
"El Estado debería tener algún tipo de control al uso de agroquímicos por su fuerte efecto de toxicidad en los alimentos"
Alcides Vadillo - Director de la Fundación Tierra
Fuente: periódico "El Día"
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