En 2016, Brasil y Argentina lograron perforar 38 y 39 pozos exploratorios y fueron los países con mayor liderazgo en esta actividad, según datos publicados por la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) hasta octubre de 2016.
La semana pasada, la presidenta de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE), Claudia Cronembold, reveló que de 10 pozos petroleros perforados en 2016, el 70% presentó resultado negativo o seco. Sólo en tres hubo éxito.
Los datos de la ANH dan cuenta de un número de siete yacimientos intervenidos en Bolivia, en Colombia siete y 0 en Perú.
Sin embargo, si se analizan los datos entre 2004 y 2016, se observa que en este periodo en Brasil se lograron intervenir un total de 1.678 pozos, en Colombia 985, en Argentina 972, en Perú 91 y en Bolivia 60.
Aunque cada país tiene sus propias características y legislación, para los analistas el problema es que en Bolivia la actividad exploratoria es escasa.
Según el experto Bernardo Prado, la exploración es fundamental para cualquier país, porque es lo que permite reponer las reservas. Si no se logra esto, el gas o petróleo se acaba.
Añadió que al ser una actividad de riesgo, muchas empresas no se animan a invertir en este eslabón de la industria por el marco legal. Se tiene una Ley de Hidrocarburos que se aprobó en 2005, cuando estaba vigente la anterior Constitución Política del Estado y hoy se tiene un nuevo régimen constitucional.
Para el experto Hugo del Granado la exploración estuvo muy descuidada en los últimos 11 años porque el Gobierno sólo impulsó la producción.
Esto, bajo la idea de que las reservas de gas del país eran grandes y suficientes, pero la realidad es que disminuyeron.
Al 31 de diciembre de 2013 se certificaron 10,45 TCF.
Según las proyecciones de YPFB, en los próximos cinco años se calcula una inversión de 10.200 millones de dólares en exploración y explotación, de los cuales sólo en 2017 se ejecutarán más de 1.144 millones de dólares.
La inversión extranjera directa (IED) bruta en hidrocarburos el primer semestre de 2016 llegó a 280 millones de dólares, según datos del Banco Central de Bolivia. El monto es inferior en 41% a los 483,2 millones de dólares captados a junio 2015.
Fuente: periódico "Página Siete"
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