La empresa española Repsol, que opera el campo Monteagudo en Chuquisaca, dejará de utilizar el oleoducto por un año, para realizar una revisión exhaustiva de todo su sistema de transporte de crudo, tras la rotura de tubería que sufrió y a sugerencia de la Gobernación.
El pasado 1 de abril, las intensas lluvias y deslizamientos de tierra, que azotan al Chaco chuquisaqueño, dañaron y provocaron un derrame en el oleoducto que va desde el campo Monteagudo a la Estación Cerrillos, a 3,5 kilómetros del Pozo MGD-24. Casi una semana después, Repsol emitió un comunicado en el que descartó daños a sembradíos o impactos a terceros, además verificó que no existen evidencias de contaminación del riachuelo en la zona, según su informe.
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), también a través de un boletín, señaló que ese incidente fue “sin consecuencias a personas” pero afirmó que hubo “una mínima afectación al medio ambiente”.
El secretario de Desarrollo Productivo de Monteagudo, Juan Carlos Barrón, en cambio, declaró que el derrame de petróleo sí tuvo consecuencias.
“Ha habido afectación, no en gran magnitud, pero sí ha habido afectación a siete familias aguas abajo donde fue el derrame”, dijo, al asegurar que los daños recién se verán transcurridos los días, sobre todo en animales domésticos (ganado porcino y bovinos, por ejemplo) que consumen el agua del riachuelo por donde corrió parte del crudo derramado.
“Lo que nos preocupa es que la empresa a cargo de la tubería no ha hecho ningunas acciones de mitigación para las familias afectadas que están aguas debajo de donde ha sido el derrame”, agregó Barrón.
El Gobierno municipal de Monteagudo realizó una inspección dos días del derrame del oleoducto, por lo que no pudo colectar suficientes evidencias. “No hemos podido verificar la cantidad de derrame de petróleo porque había persistente lluvia que prácticamente ha borrado la evidencia, hemos llegado al segundo día del derrame y las evidencias eran muy pocas”, comentó el funcionario.
Las autoridades de Monteagudo exigirán un informe a Repsol para después tomar acciones al respecto si acaso amerita.
El presidente cívico de Monteagudo, Luis Gonzáles, anunció que si los informes no son satisfactorios pedirán al Ministerio de Medio Ambiente que haga una nueva valoración.
LA GOBERNACIÓN INSPECCIONA DAÑOS
La Secretaría de Medio Ambiente y Madre Tierra de la Gobernación desplegó su personal y realizó una cuantificación de daños. En la inspección, constató que la empresa tomó medidas de prevención, aunque todavía desconoce si hubo daños a personas, animales y plantas a lo largo de la quebrada.
El secretario de dicha cartera, Jamil Flores, informó que Repsol le hizo llegar un informe con detalles de las medidas que realizó tras el derrame, que sin embargo no son suficientes para emitir un informe conclusivo.
“Les pedimos que complementen con un análisis de agua y hagan un monitoreo para ver si reportan daños en animales o personas en los habitantes cerca del lugar”, dijo.
Añadió que, una vez que tengan ese análisis complementario más el informe del Gobierno municipal de Monteagudo, compatibilizarán los tres documentos para tener uno y enviarlo al Ministerio de Medio Ambiente y Agua.
“La documentación se enviará al Ministerio para que también haga un análisis también ellos y si corresponde sancionar; por lo tanto, estamos recabando información para que podamos mandar con un informe completo al Ministerio”, remarcó Flores.
Para el funcionario, más que buscar la sanción, por ahora la Gobernación está empeñada en exigir la remediación y la prevención.
Fuente: periódico "Los Tiempos"
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