Un estudio sobre las políticas agrarias implementadas por el actual Gobierno nacional en la última década, afirma que se ha fracasado en diversificar la producción y exportación de alimentos y hace notar el riesgo que significa el incremento exponencial de la importación de alimentos, incluso de productos que Bolivia está produciendo.
Es así que según el libro "Amargas Cosechas", afirma que la importación de alimentos se ha triplicado durante la gestión del presidente Evo Morales.
Un riesgo para la producción local. Gonzalo Flores, investigador y autor del libro, que fue lanzado por la "Fundación Vicente Pazos Kanki", indica que tanto las exportaciones como las importaciones de alimentos se han incrementado durante la actual administración, pero aclara que las exportaciones bolivianas se han concentrado en un solo producto (soya) y las importaciones se han multiplicado en 3,5 % desde el 2005, poniendo el riesgo la producción nacional, toda vez que muchas de estas compras externas son uva, manzana, limón, papa, cebolla y demás hortalizas, entre otros, que llegan desde los países vecinos como Brasil, Argentina y Perú.
"Las importaciones han crecido bastante, eso no debería preocupar porque si un país tiene dinero para pagar sus compras no es un problema, pero cuando esas importaciones son de alimentos si debe llamarnos la atención, más aún cuando la doctrina del Gobierno es la soberanía alimentaria. Entonces se convierte en un riesgo porque estamos usando nuestras divisas en importar alimentos que podríamos producirlos internamente, eso produce un daño a nuestros productores e industria local", señala Flores.
De acuerdo al estudio, con datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en 2006 el total de las importaciones de alimentos y afines eran de $us 479 millones, aumentando en 2014 a $us 1.588 millones y se calcula que actualmente ya debe estar por los $us 1.800 millones. Entre los productos que más se importan están los animales vivos y productos alimenticios, cereales y preparados de cereales, productos y preparados comestibles, entre otros.
"En el caso de los productos de importación procesados, seguro que están bajo algún esquema de protección o subsidio de sus gobiernos, cosa que les ayuda a ser más competitivos, entonces cuando el consumidor boliviano compra estos productos, fomenta la producción de los países vecinos, desplazando a los productores nacionales y la industria, haciendo que a larga pueda paralizar nuestro portafolio de producción", dijo el investigador.
Tipo de cambio incentiva a las importaciones. En este sentido, Flores explica que uno de los factores para este incremento de las importaciones de alimentos es el tipo de cambio reinante en el país, donde el dólar ha perdido su valor frente al boliviano, fomentando las compras externas. También indicó que las medidas del Gobierno son contradictorias, ya que por un lado mantiene el tipo de cambio, reforzando las importaciones pero por otro trata de "frenar" algunos productos con medidas para arancelarias.
"Mantener el tipo de cambio es un error, debería dejarse que el mercado lo determine, pero el gobierno confunde esto con un tema de orgullo nacional. Bolivia siempre ha tenido una tendencia fuerte a la importación pero eso se está agudizando y está paralizando la diversificación de la producción interna", afirmó Flores.
Una década perdida en temas agrarios. Por otra parte, el investigador afirma que en su libro se llega a la conclusión que en una década de gestión y políticas agrarias del gobierno de Evo Morales, la producción de alimentos no se ha diversificado, por lo que se han "echado al agua" $us 3.600 millones, porque no se ha tenido ningún producto primario o procesado importante que aporte al comercio exterior boliviano. Agregó la importancia de tener un clima de favorable a las inversiones nacionales y extranjeras, de contar con la propiedad total sobre la tierra de parte de los pequeños productores principalmente, de generar cadenas de valor en todos los sectores productivos, además de estabilizar las instituciones con gente del rubro y no actores políticos.
"A pesar de ser un país libre de aftosa no se ha diversificado nuestro portafolio de exportaciones, un ejemplo es nuestro vecino Perú que se ha diversificado y tiene casi 100 productos cárnicos", comentó.
Inseguridad jurídica, contrabando y tipo de cambio. En tanto, el economista Teófilo Caballero comentó que tres factores han convulsionado para que las importaciones de alimentos se incrementen exponencialmente durante la gestión del Movimiento Al Socialismo (MAS), que son los avasallamientos de tierras productivas, el contrabando y la devaluación de las monedas de Brasil y Argentina.
"El hecho de que Bolivia esté importando alimentos y sustituyendo en muchos casos a los que producimos es un fuerte desincentivo para aumentar la producción. Hay que señalar que la producción de alimentos está ligada a la tierra y recordemos que desde el 2006 se contabilizaron hasta 60 predios avasallados y hoy se han reducido a 10 predios por gente a fin al Gobierno, especialmente en el oriente boliviano. Otro factor es que en 11 años, el gobierno aún no ha logrado una política de Estado para una lucha frontal contra el contrabando y a eso se suma las devaluaciones que abaratan los productos de los países vecinos", explicó Caballero.
De igual forma, desde el Colegio de Economistas de Santa Cruz señalaron que el contrabando afecta enormemente a la producción nacional, tanto en su comercialización y en la generación de empleos. Asimismo, señala que de acuerdo a diversas fuentes el contrabando a nivel general y en toda la economía informal genera entre $us 1.000 y 3.000 millones, afectando en todos los niveles al país.
De igual forma Noé Morón, presidente de la Federación de Fruticultores (Fedefrut), señaló que el factor climático muchas veces es un factor determinante para la producción afectando a la misma, pero aún así han logrado cubrir el mercado interno, sin embargo, el contrabando es una competencia desleal que daña directamente, porque se convierte en una competencia desleal, debido a su menor precio.
Es así que tanto contrabando como la internación legal de alimentos se convierten en factor determinante para la subsistencia de la producción nacional.
Entre 2012 - 2016
Exportación de soya y derivados alcanza a $us 4.987 millones
Exportación de soya y derivados alcanza a $us 4.987 millones
Comercio. De acuerdo a los datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), las exportaciones de soya y sus derivados alcanzaron los $us 4.987 millones por la venta de más de 11 millones de toneladas en el periodo 2012 y 2016, registrando el pico más alto en 2013. Mientras que en el primer mes del 2017 las exportaciones de estos productos superaron los $us 54 millones y el volumen ascendió a 119.000 toneladas.
Colombia es el principal destino de la soya boliviana con un 61% del total, le sigue Perú con un 24% y Ecuador con un 6%. Asimismo, la torta de soya es el principal tipo de producto que se exporta con un 62%, seguido del aceite de soya con 32%, el grano y la harina tienen un 4 y 3% respectivamente del valor total. La soya y sus derivados son los principales productos no tradicionales que exporta Bolivia.
"En una década no se ha diversificado las exportaciones a pesar de vivir años de bonanza. Las políticas agrarias han sido un fracaso y se ha botado $us 3.600 millones".
Fuente: periódico "El Día"
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