Según el estudio del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA) “Gasolinazo, subvención popular al estado y a las petroleras. Análisis de la política económica, fiscal y petrolera” la elevación del precio de los combustibles habría incrementado los ingresos de las empresas petroleras privadas que operan en Bolivia hasta en un 400%.
“Tuvimos una posición clara en el diseño de la nivelación de precios: quienes no deberían beneficiarse (de la medida) eran las empresas petroleras, porque están obteniendo ganancias por el tipo de contrato y tabla de distribución (de la renta petrolera) que hemos diseñado en Bolivia. Son precios altos y —en consecuencia— las petroleras no tienen porqué beneficiarse más”, dijo en entrevista con La Razón el presidente de YPFB Corporación, Carlos Villegas.
De mantenerse la elevación de precios, los sectores favorecidos hubieran sido los gobiernos subnacionales, universidades y el Tesoro General de la Nación (TGN), mismo que a su vez redistribuiría parte de los ingresos a la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) —para la ampliación de infraestructura vial— y al Fondo Comunitario de Desarrollo Integral (FCD), explicó (ver infografía).
ESTRATEGIA. El alza de precios no se produjo por el ficticio incremento del precio del barril de crudo en el mercado interno (de $us 27,11 a 59), sino por una modificación al Impuesto Especial a los Hidrocarburos y sus Derivados (IEHD). “El precio referencial ($us 27,11) continuó congelado. Lo que hicimos fue aumentar el IEHD. Por lo tanto, la remuneración a las petroleras se mantuvo invariable ($us 10,29 de utilidad por barril). Es falso que haya un subsidio oculto”, remarcó.
La elevación de este pago impositivo (de $us 24,65 a 85,52 por barril) ocasionó que el precio final del producto se modifique de $us 73 a 134, ocasionando que el precio del litro de diésel suba de Bs 3,72 a 6,80.
Asimismo, al contrario de lo que sostiene el estudio del CEDLA, “todos los campos marginales de crudo o de gas, que producen petróleo condensado, tienen la obligación de pagar el 18% de regalías y el 32% del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH). Ningún campo está exento de realizar este pago”, agregó.
El incentivo “máximo” aplicable a la producción petrolífera de estos campos es que obtengan una utilidad de $us 13 por barril producido que se destine al consumo interno.
El fondo de incentivo petrolero
-El Fondo de Incentivo Petrolero (FIP), a ser creado con parte de las recaudaciones del IEHD, era un aliciente para la producción de crudo en el país.
-El fondo sólo beneficiaba la producción incremental (sobre las metas) de las empresas productoras de crudo (Chaco, Andina y Repsol), no así a los productores de petróleo condensado.
-El fondo ampliaba su beneficio a los nuevos proyectos exploratorios que hubiesen encontrado reservas de crudo.
Fuente: periódico "La Razón" La Paz-Bolivia - 02/09/2011
“Tuvimos una posición clara en el diseño de la nivelación de precios: quienes no deberían beneficiarse (de la medida) eran las empresas petroleras, porque están obteniendo ganancias por el tipo de contrato y tabla de distribución (de la renta petrolera) que hemos diseñado en Bolivia. Son precios altos y —en consecuencia— las petroleras no tienen porqué beneficiarse más”, dijo en entrevista con La Razón el presidente de YPFB Corporación, Carlos Villegas.
De mantenerse la elevación de precios, los sectores favorecidos hubieran sido los gobiernos subnacionales, universidades y el Tesoro General de la Nación (TGN), mismo que a su vez redistribuiría parte de los ingresos a la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC) —para la ampliación de infraestructura vial— y al Fondo Comunitario de Desarrollo Integral (FCD), explicó (ver infografía).
ESTRATEGIA. El alza de precios no se produjo por el ficticio incremento del precio del barril de crudo en el mercado interno (de $us 27,11 a 59), sino por una modificación al Impuesto Especial a los Hidrocarburos y sus Derivados (IEHD). “El precio referencial ($us 27,11) continuó congelado. Lo que hicimos fue aumentar el IEHD. Por lo tanto, la remuneración a las petroleras se mantuvo invariable ($us 10,29 de utilidad por barril). Es falso que haya un subsidio oculto”, remarcó.
La elevación de este pago impositivo (de $us 24,65 a 85,52 por barril) ocasionó que el precio final del producto se modifique de $us 73 a 134, ocasionando que el precio del litro de diésel suba de Bs 3,72 a 6,80.
Asimismo, al contrario de lo que sostiene el estudio del CEDLA, “todos los campos marginales de crudo o de gas, que producen petróleo condensado, tienen la obligación de pagar el 18% de regalías y el 32% del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH). Ningún campo está exento de realizar este pago”, agregó.
El incentivo “máximo” aplicable a la producción petrolífera de estos campos es que obtengan una utilidad de $us 13 por barril producido que se destine al consumo interno.
El fondo de incentivo petrolero
-El Fondo de Incentivo Petrolero (FIP), a ser creado con parte de las recaudaciones del IEHD, era un aliciente para la producción de crudo en el país.
-El fondo sólo beneficiaba la producción incremental (sobre las metas) de las empresas productoras de crudo (Chaco, Andina y Repsol), no así a los productores de petróleo condensado.
-El fondo ampliaba su beneficio a los nuevos proyectos exploratorios que hubiesen encontrado reservas de crudo.
Fuente: periódico "La Razón" La Paz-Bolivia - 02/09/2011
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