Con la ratificación como sede administrativa de la Empresa Boliviana de Recursos Evaporíticos (EBRE) en La Paz, encargada de la industrialización del litio y la demanda del Comité Cívico Potosinista (Comcipo), se inician conflictos entre regiones por la mala aplicación del Decreto Supremo 0444, que crea dicha entidad y cuya sede estará en La Paz.
De acuerdo a declaraciones del ministro de Minería y Metalurgia, José Pimentel, la nueva empresa tiene un modelo centralista creado para el desarrollo de la cadena productiva del litio.
Asimismo, vulnera la Constitución Política del Estado que en su artículo 373 define que “las nuevas empresas autárquicas creadas por el Estado establecerán su domicilio legal en los departamentos de mayor producción minera, es decir, Potosí y Oruro”.
Dirigentes cívicos calificaron como un “decreto maldito” para el departamento de Potosí, “porque se quiere que sigan siendo la vaca lechera”, se crea EBRE, “para que desde La Paz manejen a control remoto los recursos y se lleven gran parte del dinero”.
Al respecto, el Ministro de Minería explicó que el decreto es una norma transitoria mientras la Asamblea Plurinacional tome una decisión sobre el destino de la estatal evaporítica que a la fecha ya inició los trámites de transferencia.
Según la autoridad, esta empresa no tiene recursos propios y por ello se ha decidido fijar su Sede en La Paz, porque abrir oficinas en Potosí, en Uyuni, incluso en Río Grande, significarían nuevos gastos económicos, señalando que solamente se han podido aprobar recursos extraordinarios para los salarios del gerente con sus respectivas obligaciones de Ley.
“El establecimiento de la sede de la empresa en la ciudad de La Paz tiene como fin agilizar la implementación del proyecto del litio, que además se trata de una solución coyuntural para su puesta en marcha, tomando en cuenta que EBRE es una empresa descentralizada de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), que tiene bajo tuición el proyecto del litio y como tarea principal la negociación con las empresas extranjeras interesadas en su industrialización”, destacó.
Con relación a la demanda presentada por los cívicos de Potosí sobre la implementación de la empresa en ese departamento, Pimentel señaló que se trata de una justa reivindicación regional, pero para ello se deben contar con todas las condiciones para garantizar su eficiencia.
Dijo también que la distribución de las regalías y utilidades que se generarán a partir de la industrialización de los recursos evaporíticos del salar de Uyuni, serán pasibles a un “análisis profundo”, una vez que el proyecto comience a ejecutarse.
Potosí tiene en Uyuni, las reservas de litio que superan al menos los nueve millones de toneladas probadas, que han provocado el interés de empresas extranjeras, como Bolloré de Francia, las japonesas Sumitomo y Mitsubishi; la estadounidense General Motors y otras de Rusia, India y Surcorea.
Fuente: periódico "El Diario" La Paz-Bolivia - 19/03/2010
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