El gerente general de YPFB Transporte, Cristian Inchauste, informó que en coordinación con Petrobras se cumplió con éxito un paro programado de 36 horas en el Gasoducto Colpa-Santa Cruz-Yacuiba (GCSY) o Yabog para restaurar su diseño estructural en el sector de Río Grande, lo que ahora permite el flujo normal de gas a Brasil.
“Se procedió a la interconexión de dos omegas (interconexiones por medio de lazos) del tramo del puente ampliado, el cambio de tres tramos afectados en el pasado sobre el cruce del Río Grande y otros trabajos menores en las estaciones de compresión de Caigua, Taquipirenda y Río Grande”, señaló Inchauste.
El gasoducto Yabog transporta el 40 por ciento del gas que Bolivia exporta a Brasil, país considerado como uno de los principales mercados de exportación del energético.
Según el vicepresidente de Operaciones, Ramón Navas, la intervención tuvo su origen en la riada y el cambio en el curso del margen de Río Grande registrado el 2008, “fue erosionado fuertemente, afectó los anclajes y la primera torre del mismo lo que provocó que el gasoducto quede colgado y con defectos de sujeción”.
“Como obra de emergencia se construyó una torre adicional de sustentación y se procedió pasada la época de lluvias a ejecutar el proyecto de ampliación del puente, el cual comprendió en incrementar su ancho o el paso sobre el río de 1.800 metros a 2.400 metros”, complementó Inchauste.
Además de la colocación de las omegas, se procedió en el mismo cruce del río al cambio de tres niples que en el pasado presentaron fisuras y deformaciones y otros trabajos de cambio de válvulas en las estaciones de compresión de Caigua, Taquipirenda.
El costo de la intervención, los trabajos previos de construcción de acceso al río, soporte adicional del puente colgante que entre torre y torre tiene una longitud de 150 metros, instalación de campamentos, equipos y mano de obra demandó una inversión aproximada de medio millón de dólares.
Ambos ejecutivos de YPFB Corporación coincidieron en señalar que el trabajo realizado fue de una magnitud que pocas veces se presenta en las tareas de mantenimiento de ductos.
“La construcción y ampliación del puente ha sido un desafío desde el punto de vista de ingeniería muy importante, sobre todo porque el trabajo a fin de perjudicar el transporte de gas lo menos posible ha sido realizado sin interrumpir el flujo normal del gas”, se lee en un informe de la compañía subsidiaria de la estatal petrolera.
En la intervención se trabajó 36 horas continuas con ocho grupos de trabajo, cuatro debían realizar trabajos nocturnos a 12 metros de altura para manipular un ducto de 24 pulgadas de diámetro que equivalen a 61 centímetros, con grúas y otros equipos especiales.
“La ejecución de la ingeniería de diseño de la ampliación del puente, el nuevo cálculo estructural en su nueva dimensión, su posterior construcción y toda la intervención han sido ejecutados por personal y empresas bolivianas. La planificación, programación y ejecución del proyecto, fue supervisada en su integridad por personal propio de YPFB Transporte”, señala YPFB Transporte.
Fuente: periódico digital ERBOL - http://www.erbol.com.bo - 14/10/2010
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