Debido a que los camiones repartidores han dejado de visitar algunas zonas, la gente acude a las distribuidoras del carburante. Las colas son largas y se conoció que en menos de mediodía se agotan las garrafas.
“No existe escasez de gas licuado, sino especulación, porque hay revendedores y eso hace que haya una sensación de escasez, porque la prensa anuncia que hay escasez y la gente que compraba una garrafa ahora compra dos”, dijo el jefe distrital comercial del bloque Oriente de YPFB, Marco Teodovich.
Aseguró que la producción aumentó hace una semana para cubrir la demanda por el período de invierno. Ahora se envasan 10.000 garrafas más.Fuente: periódico "La Razón" La Paz-Bolivia - 16/06/2009
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