martes, 23 de junio de 2009

Separadora de licuables en el Chaco está retrasada

El martes pasado venció el plazo para la entrega de los estudios y la ingeniería de la planta de extracción de licuables para el Chaco y sigue paralizado el proyecto de Río Grande. A pesar de esto el presidente interventor de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Carlos Villegas, anuncia que la industrialización del gas natural avanza.

Además, el Gobierno anunció el año pasado que en el segundo semestre del 2009 iban a licitar la construcción e instalación de la planta de extracción y fraccionamiento de licuables, además de la red de evacuación del gas licuado de petróleo (GLP) y gasolinas.

“En materia de industrialización estamos avanzando, este es un proyecto sobre el cual estamos trabajando, de tal manera de garantizar el inicio de un proceso genuino de industrialización. Son proyectos importantes, plantas significativas que requerimos para hacer estos estudios, que ya están muy avanzados y garantizar financiamiento”, aseguró Villegas a los medios gubernamentales. La agencia oficial indica que las plantas estarán ubicadas “en la población de Río Grande, en el departamento sureño de Tarija y otra en el Chaco, en el sudeste del país”.

Además de la planta del Chaco, el Gobierno tiene planificado instalar otra en el campo Río Grande, provincia Cordillera del departamento de Santa Cruz. El proyecto para extraer los licuables del flujo de gas natural que se exporta a Brasil, está retrasado. No tiene ningún avance. En enero pasado quedó paralizado por la corrupción en el caso Catler-Uniservice, que condujo al ex presidente Santos Ramírez a la cárcel de San Pedro, y una pérdida financiera que está todavía por calcularse.

El objetivo de estas plantas, que aún tropiezan con problemas que van desde administrativos hasta de corrupción, es aumentar la producción de líquidos para abastecer el mercado interno y también exportar los remanentes de GLP y gasolinas.

Hace tres años, los Gobiernos de Bolivia y Argentina establecieron un plazo de 120 días, que entró en vigor el 29 de junio del 2006, para completar los estudios, que aún ahora no están concluidos. Ese tiempo fue fijado en el convenio de Hurlingham, provincia de Buenos Aires. Para la instalación de esta planta, Bolivia cuenta con el crédito concesional de 450 millones de dólares, financiados por el vecino país.

EN EL CHACO

Los estudios de la planta en el Chaco tarijeño están a cargo del grupo “TECNA Bolivia SA, AESA Construcciones y Servicios SA, ECONAT LTDA, IPE Bolivia SA, TECNA Estudios Y Proyectos de Ingeniería SA, ECONAT SA, Freyre y Asociados SA”. El contrato fue suscrito el 5 de agosto del año pasado, con un plazo de diez meses para su conclusión, de acuerdo con lo indicado, en esa época, por el gerente de Tecna, Daniel Arrollo.

La ingeniería básica y el estudio de impacto ambiental (EEIA) debían estar listos el 16 de junio del 2009, para luego licitar la provisión y la construcción de la planta. De acuerdo con el cronograma, el primer resultado que la consultora debía entregar en noviembre era el de ingeniería conceptual, y la petrolera estatal tenía un mes para seleccionar la alternativa, de acuerdo con el pliego de especificaciones.

La planta de separación de licuables que se planea instalar en el Chaco, cerca de Villa Montes, es para sacar los líquidos del flujo de gas que se exporta a la Argentina. Sin embargo, este proyecto está unido al gasoducto del Noreste argentino (GNEA), que debe transportar 27,7 millones de metros cúbicos por día (MCD) de gas boliviano hasta el vecino país.

EL grupo de siete empresas elabora los estudios de “Ingeniería Conceptual, Básica, Análisis Económico-Financiero y Estudios Ambientales para la Construcción de una Planta de Extracción y Fraccionamiento de Licuables y la Construcción de su Sistema de Evacuación a Instalarse en el Gran Chaco”, provincia tarijeña. El costo es de 19,97 millones de bolivianos.

PLANTA SEPARADORA

La planta separadora tendrá una capacidad para procesar 34 millones de metros cúbicos (MCD), para extraer a diario 35.000 barriles de etano, 22.000 de GLP y 3.500 de gasolina natural. Estas instalaciones deben ser parte del complejo de industrialización del gas natural, para dar valor agregado al etano, sumándose a las plantas de producción de etileno y polietileno, amoniaco-urea y dos auxiliares, la de aire y otras de cogeneración vapor/electricidad.

Este primer polo energético debería comenzará a operar hacia el 2012, tomando en cuenta un año para los estudios y los meses restantes del 2009 para licitar la construcción y luego unos 24 meses para la instalación de la planta, de acuerdo con cálculos técnicos.

El proyecto de Tarija incluye la separación del etano. Al respecto, Villegas aseguró a la agencia gubernamental: “Una vez que se instale la planta de separación en el Chaco y tengamos el etano, ya tendremos la posibilidad de empezar a construir, también con una ingeniería conceptual, básica y de detalle, una planta de polietileno”.

Fuente: periódico "El País" Tarija-Bolivia - 23/06/2009



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