Con la visión estratégica de cambiar la matriz energética del país, multiplicar los actuales niveles de generación eléctrica, conjurar la amenaza de una posible crisis energética e iniciar un proceso de exportación a países vecinos, el Gobierno viene afinando detalles a diseño final de seis proyectos hidroeléctricos a implementarse en los próximos 13 años con una inversión millonaria jamás programada en el rubro.
Los seis proyectos hidroeléctricos, que tienen diferente grados de avance en sus estudios e ingeniería de diseño final, demandarán en conjunto una inversión, que bordea los 5.686 millones de dólares, y triplicará la capacidad instalada actual hasta los 3.290 Mega Watts de Potencia instalada adicional, en un horizonte de 13 años cuando el conjunto de proyectos esté en pleno funcionamiento, sostuvo Miguel Yagüe, viceministro de Electricidad y energías alternativas.
La central hidroeléctrica Cachuela Esperanza, ubicada entre los departamentos de Beni y Pando, concretamente en proximidades de esa localidad, generará alrededor de 800 MW, hasta 2016, con una inversión cercana a 1.500 millones de dólares; el proyecto Miguillas, ubicado en el departamento de La Paz, generará 250 MW hasta 2016, con 430 millones de dólares de inversión y el proyecto San José, localizado en Cochabamba, entre los ríos Santa Isabel-Málaga, producirá 120 MW, con 196 millones de dólares, hasta 2014.
El Proyecto El Bala, localizado en La Paz , entre las localidades de Rurrenabaque y San Buena Ventura, es el más grande, porque fue diseñado para generar 1.600 MW, hasta 2022, con una inversión también millonaria que supera los 2.400 millones de dólares: la hidroeléctrica Rositas que es parte de un proyecto múltiple de riego, control de cuencas, agua potable y generación de electricidad, en el departamento de Santa Cruz, entre los ríos Grande y Rositas, se estima que pueda generar 400 MW hasta 2022 con una inversión aproximada a 840 millones de dólares; finalmente el proyecto geotérmico Laguna Colorada, ubicada en la zona del salar de Uyuni, Potosí, se estima que pueda generar 120 MW hasta 2015 con una inversión de 320 millones de dólares.
En criterio del Viceministro de Electricidad, se trata de restringir el componente termoeléctrico (utilización de gas, diesel, carbón) en la generación eléctrica y priorizar el componente hidroeléctrico, debido a que la hidroelectricidad es una energía de menos impacto ambiental, más limpia y de costos menores en mantenimiento.
Por designios de la naturaleza, Bolivia cuenta con tres cuencas hidrográficas: la del Amazonas, del Río de la Plata y del Altiplano que contienen un potencial hidroeléctrico de 40.000 MW de capacidad instalables económicamente, equivalentes a 178.000 GWh/ año de energía, de los cuales apenas el 1,2 por ciento está siendo utilizado y el resto no está siendo explotado.
Respecto al financiamiento informó que el Gobierno remitió al Ministerio de Planificación una carpeta de proyectos para financiamiento, carpeta que incluye los seis proyectos. En la Gerencia General de ENDE, institución descentralizada, encargada de su implementación, se informó que las gestiones se están desarrollando en términos previstos en la perspectiva de acceder a créditos financieros en un lapso no mayor a dos años.
Termo del Sur
Invierten $us 85 millones
* Con una inversión que bordea los 85 millones de dólares el Gobierno proyecta construir una planta termoeléctrica en el Sur del país, concretamente en boca de pozo de los yacimientos gasíferos del Chaco (Villamontes), con capacidad de generar entre 100 y 120 Mega Watts dentro de 10 a 20 meses, para cubrir los requerimientos de Tarija, Villamontes, Yacuiba y Bermejo, una vez que se habilite la interconexión Punutupa-Tarija, de 300 kilómetros, según estudios de ingeniería a diseño final del Viceministerio de Electricidad.
Política Hidroeléctricas antes que termoeléctricas
Haciendo comparaciones: una termoeléctrica de las características de Entre Ríos, de 100 Mega Vatios de potencia, tiene vida útil de 25 años, demanda entre 18 a 20 meses, desde que arranca estudios de ingeniería, se instala y arranca con la combustión de 20 millones de pies cúbicos de gas seco o diesel, a un costo de 800 a 900 dólares por kilovatio instalado.
Una hidroeléctrica si bien tiene un costo de 1.500 y 2 mil dólares el kilovatio hora, su costo de combustible es cero, el tiempo de implementación puede llevar entre tres a cinco años (entre identificar la cuenca, estudios, diseño e ingeniería) y puede tener una vida útil de 40 a 50 años.
Bolivia tiene grandes volúmenes de gas que según estudios medioambientales tiene un impacto ambiental moderado, por lo tanto, generar energía eléctrica con gas no es tan crítico para el medio ambiente como hacerlo con diesel, carbón u otros combustibles fósiles”, sostiene el viceministro de Electricidad Miguel Yagüe.
Por su parte, el gerente general de ENDE, Rafael Alarcón explicó que las plantas de generación térmica, generan a base de carbón, petróleo o gas natural (fuentes energéticas no renovables); mientras que la energía hidráulica (generada por la fuerza del agua) es una energía renovable, que se establece como alternativa a las fuentes de energías no renovables.
Actualmente el 80 por ciento de la energía generada a nivel mundial proviene de energía termoeléctrica.
OPINIÓN
“Centro energético de Sudamérica”
En relación al taller análisis y evaluación del potencial hidroeléctrico en Bolivia, realizado en la ciudad de Cochabamba, patrocinado por la SIB y el Viceministerio de Electricidad, donde consideramos oportuno emitir nuestra opinión, dado que se trata del futuro energético.
El potencial hidroenergético de Bolivia es muy grande, de acuerdo a la información disponible Bolivia tiene un potencial de aproximadamente 20.000 MW que puede alcanzar hasta 40.000 MW.
En este contexto nos parece una decisión acertada que se haya decidido diversificar la matriz energética en Bolivia, haciendo énfasis en la generación de energía eléctrica a base de recursos renovables.
La dimensión del potencial hidroenergético en Bolivia, comparada con la demanda actual del Sistema Interconectado (900 MW) muestra con claridad que Bolivia puede y debe convertirse en un país exportador de energía eléctrica, convirtiendo a este rubro, en el futuro, en uno de los pilares de la economía.
Consideramos que los proyectos hidroeléctricos mayores a 250 MW pueden ser clasificados como grandes. Los proyectos como el Bala, Cachuela, incluso Rositas, requieren necesariamente de mercados de exportación para su implementación, por lo que se debe trabajar con una visión de largo plazo gestando alianzas estratégicas para asegurar el mercado de exportación y garantizar las inversiones necesarias. El desafiío de Bolivia es convertirse en un centro energético para Sudamérica.
En el pasado se utilizó como argumento para dar inicio a las políticas privatizadoras asegurando que el Estado no tenía capacidad ni recursos suficientes para encarar estos grandes desafíos; se nos aseguró que con la privatización, lloverían las inversiones. Hoy, después de haber esperado muchos años, se puede comprobar que esto no es verdad.
Por lo señalado ratificamos que es una decisión acertada impulsar la ejecución de los mencionados proyectos, al mismo tiempo solicitamos el máximo de responsabilidad a las autoridades del sector eléctrico y al Gobierno Nacional para ejecutar las obras respetando las leyes y normas medioambientales y garantizar que esta vez se haga realidad la transformación de Bolivia en el centro energético de Sudamérica.
Fuente: periódico "Los Tiempos" La Paz-Bolivia - 18/10/2009
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