Así lo expone el estudio “Gasolinazo: subvención popular al Estado y a las petroleras. Análisis de la política económica, fiscal y petrolera”, elaborado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA).
“La elevación del precio del barril de petróleo de $us 27,11 a 59 (cifra propuesta por el Gobierno, luego del gasolinazo) para inducir a las operadoras a ejecutar nuevos proyectos de exploración, reactivar los campos sin producción e incrementar su productividad, hubiera elevado la utilidad neta de las empresas por barril producido hasta en 400%”, indica el estudio.
En Bolivia, el costo de producción de un barril de crudo es de aproximadamente $us 60, pero el precio que se paga en el mercado interno es de $us 27,11. De este monto, los operadores reciben $us 10,29 como utilidad.
Empero, luego de añadir los costos de refinación, transporte, almacenamiento, distribución, comercialización y el pago del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) y el Impuesto Especial a los Hidrocarburos y sus Derivados (IEHD), el barril de crudo se vende en el mercado con un precio de $us 84,49. Es decir, el consumidor compra el litro de diésel a Bs 3,72.
CARGO. Con el gasolinazo, el precio final del barril hubiera sido de $us 154,44 y el consumidor hubiera pagado Bs 6,80 por cada litro de diésel. “El precio (del combustible) para el usuario final casi se duplica en su valor (...), pero el porcentaje de las utilidades netas de las operadoras se mantiene invariable, aunque éstas obtienen ingresos adicionales estimados en $us 474 millones”, por la diferencia que hay en el pago de $us 27,11 a 59 por barril.
Asimismo, algunas empresas que operan los campos marginales de petróleo (campos desarrollados que han producido el 90% de sus reservas probadas) continuarían gozando del incentivo adicional vigente establecido por el Gobierno desde diciembre del 2006: la exención por el pago de regalías e IDH, mismo que duplica su utilidad neta por barril de $us 6,1 a 11,3.
“En ningún caso las empresas (petroleras) pierden”, porque, además, los costos de producción de las empresas “no exceden el precio de referencia interno ($us 27,11)”, dice el estudio. Consultado al respecto, el ministro de Hidrocarburos y Energía, José Luis Gutiérrez, indicó que no emitiría ningún criterio sin antes conocer el contenido de la investigación del CEDLA.
“La distribución del costo fiscal del gasolinazo muestra que los beneficios serían para las petroleras privadas y que los paliativos llegarían sólo a una parte de la población, sin resarcir los efectos de la elevación de precios (en el mercado)”, dice el estudio.
Los posibles efectos en los ingresos
“En el caso de los líquidos, el incremento de la utilidad de las empresas transnacionales hubiera supuesto la reducción de la renta estatal en el upstream (producción) de más de 50% a sólo 39% y un retroceso a condiciones previas a la actual Ley de Hidrocarburos”, dice el CEDLA.
Fuente: periódico "La Razón" La Paz-Bolivia - 01/09/2011
En últimos años bajó capacidad productiva de gas y líquidos
El 1ro de Mayo de 2006 el Gobierno de Evo Morales, nacionalizó los hidrocarburos, con el objetivo de desarrollar la industrialización y mejorar las condiciones de vida de los bolivianos.
No obstante, una de las medidas que llamó la atención de toda la población es la emisión del gasolinazo de diciembre pasado que aumentó el precio de los combustibles en un 50% y 82% (diesel y gasolina) que son subvencionadas por el Estado. Medida que luego fue anulada por la presión social.
RAZONES PARA EL GASOLINAZO
En su investigación Cedla, hace referencia a una de las causas por las que se emitió el Decreto Supremo (DS) 748.
Una de las razones que sustenta la medida sería la caída en la producción de hidrocarburos líquidos en el país.
La evolución de la producción de hidrocarburos líquidos, muestra que en los últimos seis años existe una tenencia clara a la caída, que es atribuible al descenso en la producción de petróleo y condensado.
Una caída anual de -4,1% en la producción de líquidos que representa casi una quinta parte de la producción de diesel.
Es decir, el -4,1% que en la producción de petróleo representa a 653.00 Bbl que por el contenido mínimo de diesel de 25,08% de los campos petroleros, alcanza al 16% de la producción total de diesel en 2009.
CAUSAS
La causa para la caída se atribuye a dos hechos: El primero a la cualidad gasífera de las cuencas hidrocarburíferas bolivianas y el segundo a la ausencia sostenida de actividades de exploración en zonas de mayor potencial petrolero.
Remarca que la producción de líquidos y la exploración petrolera sufrió una caída en los últimos 10 años, tendencia que no puede ser revertida por los sucesivos gobiernos.
A esto se suma que a pesar del DS 28701 de nacionalización de los hidrocarburos, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) no logró responder ni a través de sus subsidiarias, las actividades de exploración de hace una década.
“En el país existen alrededor de 10 campos sin operación y no se tomó una medida de política que los ponga en funcionamiento hasta límites de pérdida y competitivos con la importación de combustibles”, sostiene la organización.
IMPORTACIÓN - SUBSIDIO
Cedla, recuerda en su análisis del gasolinazo, que una de las razones que utilizó el Gobierno fue y es la subvención estatal que desangra la economía.
La investigación revela que, en cifras redondas, la población boliviana debía pagar por el alza del precio de los carburantes (gasolina y diesel) un adicional de casi 1.300 millones de dólares. De lo recaudado, 500 millones de dólares estaban destinados a cubrir los costos de la medida (aumento del 20% en salarios, bonos), mientras el saldo de casi 800 millones de dólares se distribuía entre las petroleras (60%) y el gobierno de Evo (40%).
Estos millonarios ingresos debían provenir del aumento del precio del barril de diesel de 28,4 a 98,3 dólares y del barril de gasolina de 27,9 a 89 dólares, ocasionado por la aplicación del Decreto Supremo 748.
Por otra parte, la distribución de estos millonarios recursos entre el Estado y las petroleras se sustentaba en la decisión pública de las autoridades gubernamentales para elevar de 27 a 59 dólares el precio interno del barril de petróleo pagado a las transnacionales, como un medio para incentivar el crecimiento de la producción de petróleo.
De haber tenido éxito en su aplicación y de cumplirse la otorgación del nuevo incentivo, el gasolinazo hubiera permitido elevar en 400% la utilidad promedio de las petroleras, modificando significativamente la distribución de la renta petrolera entre el Estado y las empresas.
FRACASO DE LA NACIONALIZACIÓN
En síntesis, la investigación sostiene que “el gasolinazo resulta ser una confesión sobre el fracaso de la nacionalización; una prueba dramática de la incapacidad de la política reformista para potenciar la capacidad productiva del país y cumplir objetivos trascendentales como la industrialización de los hidrocarburos. Es, en otro sentido, la prueba de que aún dependemos de la decisión de las transnacionales para producir, decisión que sigue determinada por el nivel de ganancias que esperan obtener y no por consideración a las necesidades de la población, desmintiendo la posibilidad de la armoniosa convivencia del capital.
Fuente: periódico "El Diario" La Paz-Bolivia - 01/09/2011
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