sábado, 3 de octubre de 2009

Reserva natural de Sama peligra por voraz incendio

La madrugada de ayer, entre las 04:30 y las 05:00, los pobladores de las comunidades de Erquis Norte y Tucumillas despertaron con la escena de las serranías que están cerca de estas poblaciones incendiándose, bomberos de la Policía, cadetes de la Escuela Básica Policial estuvieron combatiendo las llamas, sin embargo, las condiciones del terreno y los vientos que corrían durante todo el día impidieron que el fuego sea sofocado.

Esta situación obligó a los bomberos y oficiales retornar a la ciudad en horas de la noche, dejando el combate contra las llamas para las primeras horas de hoy, la situación de riesgo por lo elevado de las cumbres también fue otro de los factores que obligó a dejar el trabajo para hoy.

“Era muy peligroso para nuestros efectivos el quedarse anoche en el lugar, los cerros son demasiado empinados, está corriendo demasiado viento (el contacto telefónico fue cerca de las 20:00 de ayer) los bomberos y los oficiales tuvimos que retornar para continuar con la labor desde las primeras horas de mañana (hoy)”, explicó el suboficial José Luís Reyes.

EL SINIESTRO

La columna de humo era visible desde la zona del mercado campesino de la ciudad, la serranía de Sama comenzaba a ser cubierta por la humareda, en la entrada a Erquis, sobre la carretera a San Lorenzo, los pobladores sólo miraban cómo el humo cubría la zona, “ojala que este viento no siga, sino ese fuego se puede expandir”, decían los vecinos del lugar.

La vía empedrada hacia Erquis Norte serpea por varios lugares, la población y los choferes de micros de la línea dos señalaban que el fuego comenzó desde muy temprano, ya en el lugar, una camioneta de la policía y uno vehículo de los bomberos descansa al pie de uno de los cerros que esta incendiándose aún.

A las faldas del cerro, varios niños y su madre ven pasar al gentío “esta mañana amaneció así con fuego, a eso de las cinco sería, ya estaba saliendo el sol…”, contó la propietaria de la vivienda, mientras sus niños sostenían a los tres perros que cuidan el lugar, el asenso es largo y empinado, sin embargo “hay que cumplir con nuestro deber”, aseguró uno de los bomberos.

Por lo menos unos 30 minutos de trepar y escalar por las hierbas secas, los churquis y toda la vegetación que esconde las rocas que forman parte del cerro, dan su fruto, la humareda ya es más visible, las llamas están cerca y el combate de los bomberos y los oficiales da comienzo. Cada uno se distribuyó a diferentes zonas para atacar el fuego.

Lo más complicado fue llegar a la cima del cerro que está a lado del primero, las llamas avanzan rápido, los más de 30 oficiales y bomberos, que llegaron cerca de las 07:00 se suman a los pobladores de Tucumillas y Erquis que estaban desde más temprano intentado apagar el fuego, se dividieron en tres grupos, la mayoría tuvo que subir unos 300 metros más arriba para combatir las llamas.

“Hasta este momento (las 14:00) las llamas ya habrán consumido unas treinta hectáreas de terreno, lamentablemente este incendio está a punto de llegar a las viviendas de lo que es la población de Tucumillas, estamos cerca ya de la cuesta de Sama, pero estamos trabajando y dando nuestro mayor esfuerzo, también podemos presumir que este siniestro fue ocasionado por algunos pobladores que acostumbrar practicar el chaqueo para recuperar las tierras”, aseguró el comandante de los bomberos la tarde de ayer desde uno de los puntos del incendio.

En otro de los cerros, el más comprometido, a lo lejos se podía divisar una serpiente de fuego que comenzaba a avanzar a gran velocidad, los bomberos y policías, con ramas y otros implementos combatían las llamas, el viento lamentablemente no dio tregua y el fuego siguió expandiéndose.

Ya daban las 16:00, las llamas seguían descontroladas, los pobladores de Erquis y Tucumillas también llegaban para combatir el fuego, los oficiales de la Policía y los comunarios no daban tregua, el viento tampoco, la ayuda lamentablemente no llegaba, y esta situación mostraba que es necesario equipar mejor a los bomberos y a la Institución verde olivo.

Mientras esto ocurría, a los vehículos del municipio de San Lorenzo sólo se los veía ir y venir, ninguno de los funcionarios intentó trepar los más de 300 metros para combatir las llamas, todos prefirieron ver “de palco” cómo la reserva natural de Sama era amenazada por un voraz incendio que hasta el momento no pudo ser sofocado, y el resto de las autoridades hizo lo mismo.

Fuente: periódico "El País" Tarija-Bolivia - 3/10/2009



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