Desde el año 2015 Brasil bajará la importación de gas boliviano de 30 millones de metros cúbicos de gas día (MMmcd) a 24 MMmcd, lo equivaldría aproximadamente a un 23%, según un informe difundido en el Brasil. Este país vecino prescindiría del hidrocarburo boliviano porque tiene previsto desarrollar sus reservas del pre-sal.
A partir de este año, Brasil tendrá una oferta adicional de gas natural que inicialmente rondará los 20 MMmcd gracias a la producción de los yacimientos descubiertos en el pre-sal.
La Directora de Gas y Energía de Petrobras, Maria das Graças Foster, confirmó hace pocos días, en declaraciones a la Agencia Estado reproducidas por el matutino O Estado de S. Paulo, que ante esta situación de abundancia gasífera, ese país ya está considerando reducir sus importaciones de gas natural boliviano hasta los 24 MMmcd e incluso se piensa reducir considerablemente las importaciones de GNL por barco.
Según el analista en hidrocarburos, Bernardo Prado, las declaraciones de Graças Foster se realizaron días después de que en Bolivia, el Embajador Marcel Biato, dejó claramente establecido que Brasil no iba a incrementar sus importaciones de gas por el momento, indicando textualmente que “dentro del límite (de exportación e importación) hay una flexibilidad y se tratará de respetarlo, si en el futuro hay más demanda vamos a ver mecanismos de garantizar, pero por ahora (los brasileños) estamos muy satisfechos”.
“Contrastando las declaraciones del Embajador Biato con las declaraciones de Graças Foster y entrando en las arenas movedizas de la lógica, estamos en la obligación de entender que el decir no vamos a incrementar las importaciones de gas boliviano” equivale a decir, de una manera muy diplomática, “vamos a reducir las importaciones de gas boliviano”, ambas afirmaciones forman una tautología, es decir que ambas son ciertas y expresan un mismo mensaje” manifestó Prado.
Resaltó también que las dos altas autoridades brasileñas, una vinculada al ámbito diplomático y otra vinculada a al sector energético, le están enviando, cada una a su manera, un claro mensaje a las autoridades bolivianas precisamente en momentos en los que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) Corporación lanzó la propuesta de negociar a futuro el poder calorífico del gas que se exporta a ese país
NUEVOS MERCADOS
Por esta razón el ex superintendente de Hidrocarburos, Hugo De La Fuente, informó a EL DIARIO que el país debe estar preocupado, porque esta es una cantidad de gas que reducirá los ingresos económicos del país.
“Lo que se debe hacer es buscar nuevos mercados para la exportación de gas. Los mercados claves serían los del Paraguay y Uruguay, o también podríamos llevarlos a la industrialización, pero se debe tomar una determinación rápida”, indicó la ex autoridad.
“Este es un gas natural que no esta produciendo los líquidos que el país necesita. El gas que natural tiene componentes líquidos y esos líquidos que corresponden a 6 MMmcd, no están saliendo, entonces vamos a tener una carga menor a nuestra refinería”, enfatizó De La Fuente.
Sin embargo, se debe resaltar que los proyectos de industrialización a los que pretende acceder y plantea el Gobierno, tiene un retraso aproximado entre cinco a siete años, lo que dejaría el gas sin dar un beneficio para el país.
Prado coincidió con la ex autoridad, en el sentido de que una menor demanda brasileña de gas natural boliviano equivale a una menor producción, lo que provoca a menos materia prima para obtener GLP, gasolina y diesel, que a su vez equivalen a un mayor gasto estatal para cubrir el inminente aumento en las importaciones de esos combustibles para satisfacer la demanda interna de manera subvencionada.
“Pero lastimosamente eso no termina ahí. Exportar menos gas también equivale a recibir menores ingresos por regalías, participaciones e IDH lo que equivale a menos dinero para las gobernaciones, municipios y universidades, es decir menos caminos, menos salud, menos educación, menos infraestructura, menos de todo”, manifestó Prado.
GESTIÓN 2009
Bolivia, en la gestión 2009 observó las consecuencias que acompañan a una medida de este tipo.
Ese año, Petrobras redujo considerablemente sus importaciones de gas afectando notablemente la producción de combustibles líquidos en el país, el impacto de esa reducción fue tan preocupante que YPFB manifestó su deseo de renegociar el contrato GSA para poder reducir las exportaciones de manera constante a 24 MMCD y así poder disponer libremente de los restantes 7 MMCD que Petrobras puede o no pedir pero que Bolivia debe tener siempre disponibles para no incumplir el contrato en caso de que Brasil decida, el rato menos pensado, incrementar la importación de gas boliviano.
Al final, la modificación volumétrica no se realizó, lo que se hizo fue lograr que Brasil pague adicionalmente por los componentes licuables del gas que importa desde Bolivia.
Fuente: periódico "El Diario" La Paz-Bolivia - 30/03/2011
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