lunes, 21 de marzo de 2011

Otra vez talan en áreas protegidas

Otra vez los funcionarios de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierras (ABT), antigua Superintendencia Forestal, sorprendieron a los madereros invadiendo zonas protegidas en los parques nacionales y territorios indígenas de Chapare.


A pesar de que ellos no pueden talar en estas regiones, fueron descubiertos “cuartoneando” los árboles (cortando tablones de las ramas en el lugar).
Según informaron funcionarios de esta entidad, al mismo tiempo que se descubrió la tala ilegal de las especies maderables se detectó que la madera extraída estaba siendo comercializada en el mismo lugar sin contar con autorización para estas actividades.
No es la primera vez que las autoridades de la ABT detectan estas irregularidades, pues desde la gestión 2008 se pudo constatar el ingreso de los madereros, sobre todo a la parte sur del Territorio Comunitario de Origen (TCO) Yuracaré, en la que tras la destrucción de la selva llegaron los cocaleros para instalar nuevos catos en regiones prohibidas.
El director de la ABT en Cochabamba, Carlos Antonio Antezana, informó a los periodistas que “en el trópico cochabambino hay una explotación abusiva, se podría decir, de madera porque ya en la zona que fue colonizada no existe una gran cantidad de madera porque se ha dado fin con los árboles”, dijo y explicó que “los últimos reductos que tenemos de madera son las TCO Yuracaré, Yuqui y Mosetén”.
Por estas reducciones se dispuso controlar más la adjudicación de región explotables de madera en esta región del departamento y se dejaron de entregar concesiones en Chapare durante estos últimos años. A pesar de ello, la madera ilegal que se explota en la región continúa saliendo sin que su explotación logre ser controlada.
Según el funcionario, tras detectar la actividad ilegal y al tratar de impedir que ésta persista, los madereros tomaron como rehenes a tres funcionarios de esta empresa que después fueron puestos en libertad. Según informaron los trabajadores de la ABT, junto a los madereros estaban trabajando algunos comunarios del pueblo Yuracaré que se dedican a comercializar la madera, probablemente sin el consentimiento de sus autoridades originarias, quienes protegen esta zona para garantizar la caza de animales salvajes, porque al ser la más alta de todo su TCO, es el hogar ideal para estas especies, especialmente en el tiempo de lluvia.
El jefe de la ABT explicó que tras la toma de rehenes, los “cuartoneros” exigieron que los funcionarios legalicen la madera que intentaban comercializar ilegalmente, objetivo que no fue alcanzado porque tras un proceso de negociacon los funcionarios retenidos fueron puestos en libertad por sus captores sin ceder a la presión de los madereros.
Este tipo de invasiones provocó también una serie de históricos conflictos entre las seis federaciones cocaleras del trópico de Cochabamba y la federación de pueblos indígenas Yurcaré, Yuqui y Chimán asentados en el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure por la invasión ocurrida en la parte sur de su territorio, que terminó restando a los indígenas cerca de 200 mil hectáreas con las que originalmente nació el Tipnis en el año 1996, durante el gobierno del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.
300 mil hectáreas
Según el Centro de Tecnología Forestal, se ha deforestado aproximadamente el 56 por ciento del bosque primario de Chapare.
 Esta investigación además revela que si este proceso continúa al mismo ritmo, dentro de 15 años habrán desaparecido todos los árboles antiguos de la región.

También estableció que  se estima que en los últimos 20 años se ha producido un promedio de deforestación anual de entre 10 y 15 mil hectáreas, alcanzando a la fecha cerca de 300 mil hectáreas (56 por ciento) del Bosque de Uso Múltiple, que es la calidad que se le dio a Chapare.

Fuente: periódico "Los Tiempos" Cochabamba-Bolivia - 21/03/2011

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