martes, 5 de mayo de 2009

Petroquímica para la conversión de hidrocarburos


La conversión de hidrocarburos en productos químicos, conocida como petroquímica,es una de las piedras angulares de la industria y la tecnología actual y en Bolivia debería apresurarse su implementación sobre todo en función a la inestabilidad de los mercados de gas en la región, refirio Carlos Eduardo Sánchez Chavarría, presidente de la Sociedad de Ingenieros de Bolivia.


Señáló que a la reducción de la venta al Brasil, el principal mercado que demandaba alrededor de 31 MMCD y cuyo consumo ha caído a cerca de 19 MMCD, aparece la posibilidad de la búsqueda de nuevos mercados pero sobre todo la alternativa de la industrialización del gas boliviano.


Dentro de la industrialización, destaca la petroquímica, que se convierte en el proceso de conversión de hidrocarburos en productos químicos, actualmente considerada como una de las piedras angulares de la industria y la tecnología actual.


Sanchez Chavarria señala que Brasil ya no quiere depender energéticamente de Bolivia y está recurriendo a su propio autoabastecimiento con el descubrimiento de nuevas reservas y considera que a partir del año 2019, las condiciones de uso del gas boliviano serán críticas tomando en cuenta el potencial de reservas con que cuenta el país.


“De ahí que se debe buscar otros mercados como Paraguay, Uruguay e incrementar la venta de gas a la Argentina, sin dejar de considerar que un punto muy importante sería la industrialización”, expresa.


Según el ingeniero petrolero, de acuerdo a los planes del Gobierno se ha optado por una industrialización más doméstica con la instalación de redes de gas domiciliarias y los proyectos para cambiar la matriz energética. “Estas son políticas de gobierno y lo que al país le falta para industrializar es una política de Estado e inversiones”, sostiene a tiempo de lamentar las barreras actuales para las inversiones como las referidas a los precios bajos de los hidrocarburos. Se estima que el próximo año, el país tenga un déficit de 1.200 millones de dólares por la baja.


Otra de las barreras sería la inseguridad jurídica para las inversiones, especialmente con la nueva Constitución Política del Estado que establece que se debe pedir permiso a los originarios para trabajar en un determinado territorio. Considera que, en este marco, no existe la seguridad para inversión porque “quién me asegura que nadie va a venir a nacionalizarme o bloquearme por algún asunto”, indica.


Transformación del gas
En cuanto a la transformación de productos derivados del gas en Bolivia, desde gobiernos anteriores ya se hablaba de un complejo petroquímico, donde participarían Brasil y Bolivia. Se trataba de la instalación de una planta de Urea y otra de Amoniaco, a ser instaladas en Río Grande y en Puerto Suárez.


Estos grandes proyectos generarían valor agregado con la fabricación de fertilizantes, polímeros y toda una rama de subindustrias a partir del petróleo y el gas, las inversiones estarían en el orden de los 1.600 millones de dólares.


“Para hacer realidad estos proyectos se requieren inversores extranjeros pero dadas las condiciones actuales se van diluyendo las esperanzas”, expresa Sánchez al mencionar que las termoeléctricas sería otra alternativa viable para el uso del gas, instalar plantas generadoras de electricidad para exportar valor agregado.

Productos terminados
La inmensa variedad de productos terminados de la Petroquímica puede clasificarse en cinco grupos:

Plásticos.- El nombre común de plásticos se debe a la propiedad que tienen de ser deformables por plasticidad (frente a la elasticidad), bajo la influencia del calor, la presión o de ambos a la vez. Este término abarca productos que difieren entre sí por su estructura química, sus propiedades físicas, sus aplicaciones prácticas y sus procesos de fabricación. Hay tres grandes familias de plásticos: los termoplásticos, los termoendurecibles y los poliuretanos.

Fibras sintéticas.- Las fibras sintéticas se obtienen por hilado de sustancias fundidas.
La primera que se comercializó fue el nailon, en 1938. Desde entonces, el aumento de la demanda no ha dejado de crecer. Por su volumen, representa la segunda materia en importancia de la Petroquímica, tras los plásticos.

Caucho sintético y elastómeros.- Es el suministrador principal de la industria del automóvil, es un elemento tan fundamental como los neumáticos. También se emplean, en algunas de sus variedades, para los calzados y para la construcción de recubrimientos de terrazas y tejados.

Detergentes.- Son productos solubles en el agua, cuya propiedad fundamental consiste en poder modificar la tensión superficial de los líquidos en los que se encuentra, disminuyendo o eliminando la suciedad contenida en ellos. Sus usos principales están centrados en el hogar, en forma de polvos, escamas o líquidos que sirven para lavar la ropa y la vajilla. Para suprimir sus efectos contaminantes en las aguas residuales, los
detergentes se fabrican a base de productos biodegradables, que son rápidamente destruidos por los microorganismos que viven en el agua.

Abonos.- La agricultura, que hasta hace poco sólo utilizaba el estiércol natural, ha sufrido una gran revolución gracias a la química. El ácido sulfúrico, los fosfatos y la síntesis del amoniaco, han puesto en circulación una gama muy amplia de abonos químicos que mejoran el rendimiento de la agricultura. La petroquímica, mediante el suministro de hidrógeno a bajo precio para la producción de amoniaco, contribuye a promover el empleo masivo del nitrógeno asimilable en sus tres variantes: nitratos, sulfatos y urea y la infinidad de abonos complejos.


Además, la petroquímica proporciona a la agricultura productos fitosanitarios tales como herbicidas, fungicidas e insecticidas.


Fuente: semanario "Energy Press" Bolivia - 13 al 19/05/2009

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