Un sobrevuelo en las cimas del Illimani permitió comprobar ayer al Ministerio de Defensa que las aguas de ese nevado se evaporan en niveles alarmantes, que ponen en riesgo cualquier posibilidad de usar esos deshielos para abastecer la demanda creciente de agua en La Paz.
Otra investigación en el Chacaltaya, que con sus 5.300 metros de altitud era la pista de esquí más alta del mundo, comprobó que debido al calentamiento global se ha convertido en un cerro rocoso con una pequeña franja de nieve.
En el lago Titicaca, la Autoridad Binacional Autónoma del Sistema Hídrico del Titicaca integrada por representantes de Bolivia y Perú informó que, entre el 18 abril y el 3 de noviembre de 2009, el nivel del depósito natural de agua registró un descenso en dicho período de 81 centímetros.
SEQUIA
La ola de calor en La Paz ha traído consigo la constatación y el temor de que las reservas de agua no son suficientes para abastecer a una población que entre la sede de gobierno y El Alto se acerca a los dos millones de habitantes.
Gobierno y ecologistas han comenzado a buscar en la naturaleza fuentes para satisfacer la creciente necesidad de agua. Pero descubrieron que los nevados se derriten y que el Titicaca tiene menos agua.
Chacaltaya, que a principios de los 60 tenía una extensión de nieve de 1,6 kilómetros cuadrados es un punto vital en la ruta turística de la Cordillera Real de los Andes, e incluso una vía de ingreso a la Amazonía, ahora sólo tiene una pequeña porción de nieve de unos 50 metros cuadrados, según Agroinformación, una página web especializada en defensa de la naturaleza y seguimiento al calentamiento global.
“Es un nevado muerto, ha desaparecido la nieve”, dijo el ingeniero Edson Ramírez, miembro de la Dirección de Ciencia y Tecnología.
“El problema es el calentamiento global”, agregó Ramírez, al referirse al aumento de la temperatura en el planeta, por efecto de la emisión de gases, como el dióxido de carbono, producidos principalmente por las naciones industrializadas.
Un estudio del Instituto de Hidráulica e Hidrología de la UMSA, pronosticó hace ocho años que la nieve desaparecería de Chacaltaya hacia 2015, pero las estimaciones quedaron cortas: el calentamiento no perdonó al majestuoso nevado.
El nevado era sede habitual de competiciones deportivas, por su cercanía con La Paz y por una falda apta para los descensos a grandes velocidades.
“Teníamos grandes competencias, con esquiadores de Argentina y Chile en la década de los 40”, relató el veterano andinista boliviano Alfredo Martínez.
“Lo que queda en Chacaltaya es una pequeña base hielo, que está desapareciendo y no va a durar más que un año”, dijo Martínez.
Según los especialistas, la mayoría de los glaciares en los Andes están condenados a desaparecer a medio plazo por causa del calentamiento climático.
En Bolivia esta situación es más preocupante aún, pues los glaciares son fuente de aprovisionamiento de agua de las poblaciones. En el caso de Chacaltaya y el Huayna Potosí, nutren a las ciudades de La Paz y su vecina de El Alto, pero la desaparición de la manta blanca afectó este servicio.
Según un informe de la ONG Oxfam, difundido la semana pasada, entre 1975 y 2006 los glaciares en la Cordillera Real perdieron más del 40% de su volumen. Esto pone en peligro el suministro de agua para los campesinos de los Andes, y, de agua y electricidad para ciudades como La Paz y El Alto.
Fuente: periódico "La Patria" Oruro-Bolivia - 13/11/2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario