Como uno de los efectos más desastrosos del cambio climático y de acuerdo a un modelo de simulación, hasta el año 2030, los glaciares de la Cordillera de los Andes, desaparecerán, el lago Titicaca, se fragmentará en tres partes permanentes, mientras el Chaco se convertirá en un desierto.
Este es un escenario posible del cambio climático en Bolivia, presentado por el experto Joerg Seifert, durante el foro Cambio Climático: Efectos, impactos, oportunidades y desafíos para Bolivia, efectuado a principios de semana en La Paz.
De acuerdo a la proyección, la falta de agua impedirá el crecimiento de la población metropolitana de las ciudades de La Paz y El Alto.
Aunque para ese año, los sistemas de riego y agua potable han sido descentralizados y mejorados, la producción de cultivos en el Altiplano está decreciendo por las condiciones climáticas desfavorables y la falta de esfuerzos laborales.
ENERGIA
Para 2030, siempre de acuerdo al modelo, Bolivia se convirtió en un exportador de energía renovable a nivel de América del Sur.
Mientras los parques solares en el Altiplano siguen incrementando su eficiencia, los parques eólicos de tierras bajas pierden por daños causados por la mayor velocidad del viento.
Todo el transporte público corre a gas o por sistemas eléctricos. Plantas de biodiesel y metano abastecen a los sistemas productivos en las zonas rurales.
USO DE LA TIERRA
El sector agropecuario es una de las 3 fuentes más importantes de energía del país.
Los grandes ecosistemas de tierras bajas, el Chaco, la Chiquitania y la Amazona quedan fragmentados y desconectados.
Las sequías y las inundaciones inviabilizan la ganadería en el Beni y grandes partes de Santa Cruz, Pando se convierte en el principal productor de carne.
Mientras la superficie boscosa en los valles y en el Altiplano se incrementa por los programas de forestación y reforestación, se acelera la pérdida de bosques en las tierras bajas por los incendios forestales y la degradación por inundaciones.
LA VIDA URBANA
Enfermedades como el dengue y la malaria se presentan y expanden más en La Paz.
Los primeros barrios flotantes aparecerán en Trinidad, fuera del dique de protección de la ciudad.
Frecuentes granizadas en Tarija hacen inviable la producción del vino.
El tráfico vehicular particular queda prohibido en el casco viejo de Santa Cruz para reducir la contaminación del aire y las enfermedades bronquiales.
Debido a este escenario urge que las autoridades bolivianas asuman medidas urgentes para mitigar los efectos del cambio a través de alianzas con todos los sectores así como conservar y usar sosteniblemente los recursos forestales para mitigar el cambio climático.
LOS MAS VULNERABLES
De acuerdo a un informe del Banco Mundial (BM), los sectores más pobres del planeta son los más vulnerables a los efectos del cambio climático y serán quienes soporten entre el 75 al 80 por ciento del costo de los daños por la variación del clima.
La publicación del BM enfatiza que la pobreza sigue siendo una prioridad fundamental para los países en desarrollo, en la medida que una cuarta parte de la población del planeta sigue viviendo con 1,25 dólares al día, unas 1.000 millones de personas carecen de agua potable, 1.600 millones no tienen acceso a la electricidad y unos 3.000 millones de habitantes carecen de servicios de saneamiento adecuado a lo que se suma la dependencia de esos países de los recursos naturales -sensibles al clima- para generar ingresos y bienestar, tornándose por tanto más vulnerables a los efectos climáticos.
El informe agrega además que los países en vías de desarrollo carecen de capacidad financiera, técnica o tecnológica para mitigar o adaptarse a la variación climatológica; además de que ciertas regiones se ubican en las zonas tropicales y subtropicales ya sujetas a un clima variable.
Para los expertos del BM la mitigación del cambio climático debe comenzar ahora, para poder mantener las temperaturas controladas e impedir que sobrepasen los 5 grados centígrados por encima de las registradas en la época pre industrial; incluso un calentamiento de 2 grados podría generar en Africa y Asia Meridional una reducción permanente del Producto Interno Bruto (PIB) entre 4 y 5 por ciento.
El mundo debe comenzar a actuar de forma diferente, transformar los sistemas de energía y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre 50 y 80 por ciento para la mitad de este siglo.
Fuente: periódico "La Patria" Oruro-Bolivia - 30/11/2009
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