El Director de Proyectos y mentor de la Planta Hidrometalúrgica del cobre, Narciso Cardozo, a tiempo de mostrar el Manifiesto Ambiental aprobado, denunció que existe un boicot y sabotaje contra la empresa estatal, por parte de un grupo de indígenas liderados por Rafael Quispe.
Cardozo, resaltó que parece que existe un interés de perjudicar este proyecto, con grandes beneficios para Comibol y el futuro minero metalúrgico del cobre en el altiplano.
“Ha habido una especie de sabotaje, porque en muchos de los momentos los comunarios del sector de Rafael Quispe nos han cortado el agua, se tenía que parar en el momento que se trabajaba al extremo, que se tuvo que vaciar algunas de las soluciones con carga al piso, los mismos que han sido controlados”, resaltó.
Cardozo explicó que no sólo se cortó la toma de agua sino también, en la propia planta, varios conductos aparecieron taponados con trapos y materiales plásticos.
“También se encontraron postes quemados, los que con el tiempo cayeron y afectando la provisión de energía eléctrica en la zona de operación y la población, lo que produjo pérdidas considerables”, dijo.
El profesional y el encargado para llevar a cabo la puesta en ejecución del proyecto, denunció que la información que presentó el representante de Conamac, Rafael Quispe, no es la correcta puesto que Comibol antes de trabajar ya tenia el permiso ambiental, denominado hoy, Manifiesto Ambiental ya aprobado.
“Los culpables para que no coincida la entrega del permiso ambiental y el inicio de operaciones fue por la burocracia reinante en la institución pública”, dijo.
Fuente: periódico "El Diario" La Paz-Bolivia - 10/11/2009
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