Pobladores de Corocoro (departamento de La Paz) amenazaron con cortar el agua hacia la Planta Hidrometalúrgica de producción de cobre, en rechazo del inicio de sus operaciones.
El dirigente de la Comisión de Industrias Extractivas del Consejo Nacional de Ayllus y Markas de Qullasuyu (Conamaq), Rafael Quispe, explicó que los pobladores demandan que la planta obtenga su licencia ambiental, puesto que su instalación afectó a más de 300 familias por el desvío de un río que les servía para la provisión de agua dulce.
“Lo primero es cortar el agua y no vamos a dejar funcionar a la empresa. Han construido un dique de cola avasallando los terrenos de comunarios y no existe una cuestión técnica (...) ya se cortó la luz y las aguas contaminadas las han vaciado al río; y no ha sido la primera vez”.
El martes 27, el Gobierno inició oficialmente las operaciones de la planta de cobre. En el acto resaltaron la construcción de piscinas de agua para evitar la contaminación.
El presidente de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), Hugo Miranda, reconoció al día siguiente la falta de este trámite, pero argumentó que estaba en proceso de ajustes de unas observaciones hechas por el Viceministerio de Medio Ambiente y Biodiversidad.
La protesta de las comunidades indígenas y campesinas de Corocoro, señaló Quispe, se debe también a que el Gobierno no cumplió con la consulta previa a los pueblos indígenas sobre el emprendimiento minero, que es un derecho según la nueva Constitución Política del Estado (CPE).
Añadió que la nueva planta, al no contar con la debida licencia ambiental, tampoco presentó ante las comunidades ningún plan de mitigación de los impactos al medio ambiente.
Fuente: periódico "La Prensa" La Paz-Bolivia - 3/11/2009
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