Manifiestan que este hecho se debe al resultado de la “irresponsabilidad compartida” entre el Órgano Ejecutivo y la socia india Jindal.
La decisión del Gobierno de ejecutar las boletas de garantía a la empresa Jindal y la presentación de la empresa india de otro recurso jurídico para frenar el cobro, tras una serie de incumplimientos al contrato, ponen al proyecto al borde del fracaso, liquidando de esta manera las aspiraciones de la Chiquitanía y los cinco mil empleos que debía proveer la explotación del cerro del Mutún.
Hace algunos días un legislador sostenía que el fracaso del proyecto siderúrgico es el resultado de la “irresponsabilidad compartida” entre el Órgano Ejecutivo y la Jindal y que si la explotación del Mutún no avanzó hasta ahora fue por la falta de voluntad política del oficialismo.
Autoridades del Ministerio de Minería, la ESM y la empresa india, en casi tres años no pudieron llevar adelante el proyecto por sus diferencias constantes, incumplimiento al contrato entre partes, desde entrega de tierras, compromisos de entrega de gas, caminos, y por último, una inversión de la cual el propio Estado promocionó y no cumplió.
YACIMIENTO DE
FERROMANGANESO
Bolivia, en su serranía del Mutún, alberga el yacimiento minero ferromanganeso, ubicado en la provincia Germán Busch del departamento de Santa Cruz, al Este del mismo y colindante con la serranía del Urucún, también yacimiento ferroso.
Orográficamente corresponde a la zona del macizo brasileño, que se extiende en territorio boliviano y el Pantanal; sabanas y humedales formadas por las periódicas inundaciones producidas por los rebalses de las aguas del río Paraguay sobre territorio brasileño, paraguayo y boliviano, enriquecido en éste último por aguas propias.
El yacimiento del Mutún fue descubierto en 1848, pero los estudios recién se iniciaron en 1956. La Empresa Metalúrgica del Oriente explotó 350.000 toneladas de concentrados hasta 1993. Después de un período de paralización hubo una licitación pública internacional
Jindal ganó la licitación en junio de 2006 para emprender el proyecto aprobado por el Legislativo. El contrato firmado entre el Estado boliviano y la socia india tiene una duración de 40 años, donde Jindal asumió el compromiso de invertir 2.100 millones de dólares, inversiones que pretende generar un polo de desarrollo en la frontera con Brasil.
El desarrollo del proyecto siderúrgico dio sus primeros pasos tras la firma en 2007 de un contrato de riesgo compartido con la firma india Jindal, sin embargo, a la fecha, la transnacional no ha ejecutado ni 6 millones de dólares para montar el emprendimiento.
Se realizaron grandes actos con la entrega de tierras, firma de contrato, llegada de chancadoras, se movilizó gente y se pagaron pasajes a mandatarios y delegaciones para anunciar el inicio de la “era del acero”, el cual según opinión de analistas nació muerto.
Autoridades de Gobierno anunciaron de manera constante que el segundo lugar de las inversiones de magnitud en minería está la explotación del Mutún (yacimiento aluvial) donde el Gobierno entregó de manera pública los terrenos saneados a la empresa explotadora e industrializadora.
Se afirmó que entre 2009 y 2010 se vería una inversión concreta de magnitud. El proyecto afirma inversiones de 300 millones de dólares por año durante los primeros cinco años con la importación de maquinaria, entre ellas, chancadoras móviles y se piensa que el proyecto está en proceso de desarrollo.
El Ministerio de Minería, espera que Jindal presente su cronograma de trabajo y plan de inversiones especificando los procesos intermedios como, pelet, hierro esponja, hasta culminar en el acero y su industrialización
DENUNCIAS
Autoridades ministeriales manifestaron que Jindal desde hace meses obstaculizó el avance del proyecto debido a que planteó modificaciones al contrato, lo que significaba una adenda al contrato y directorio. “Se cometió el error de realizar cambios de cuadrículas al proyecto en rango de Ley”, argumentó el cívico, José Luis Santander.
Tras denuncias de propietarios por la falta de entrega de tierras y el supuesto negocio en su compra con los recursos del Estado, la autoridad fiscal ordenó la detención preventiva del anterior presidente de la ESM, quien fue acusado de tres delitos: negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones, contratos lesivos al Estado boliviano y conducta antieconómica por la compra de 18 terrenos aledaños al Mutún por un valor de 2.160.000 dólares.
PRESIDENTE ALANDÍA
Con el compromiso de terminar con los problemas legales y se inicie la operación compartida con Jindal y para que el Estado desarrolle con recursos propios el otro 50 por ciento del yacimiento de hierro, se posesionó en Puerto Suárez a Sergio Alandia Viscarra como tercer presidente de la Empresa Siderúrgica Mutún (ESM).
Según Santander, desde el principio Alandia adoptó una actitud polémica por su participación en las reuniones de directorio, por el cambio constante de actitud, uno en el directorio y otro frente a medios de comunicación y al Presidente, al existir compromisos continuos de apoyo al proyecto hindú para la aprobación del plan de inversiones y operaciones y otros, en el cobro de las boletas de garantía.
El ministro Pimentel reiteró que en su momento el Ministerio a nombre del Gobierno central pidió la ejecución de las boletas de garantía en la medida en que no fueron renovados en su tiempo, pero su validez, corrección y validación corresponde determinar al órgano directriz de la empresa.
“Jindal ha renovado las boletas de garantía y la corrección de estas será considerada en el directorio de la Empresa Siderúrgica Mutún”, dijo.
El asesor jurídico de Jindal, Jorge Gallardo, defendió a la empresa afirmando que el cumplimiento de inversiones está en función a lo que haga la parte boliviana con la entrega de las tierras y otros compromisos.
Fuente: periódico "El Diario" La Paz-Bolivia - 26/04/2010
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