Las relaciones bilaterales entre Bolivia y Brasil son amplias y queremos que vayan mucho más allá del gas. Con esta afirmación, la candidata por el oficialista Partido de los Trabajadores (PT) señala que si llega al Gobierno “profundizará y ampliará” las relaciones con Bolivia “en un amplio abanico de temas”.
E. Herrera - M. Lazcano
-En caso de ser electa presidenta de Brasil, ¿continuará con la política de su predecesor de mantener buenas relaciones con Bolivia o cuál será el nuevo marco de relacionamiento?
-Las relaciones entre nuestros dos países son altamente prioritarias para Brasil e hicimos todo el esfuerzo sistemático de perfeccionarlas, pues son parte de una política de Estado de Brasil.
Esta política a largo plazo busca prioritariamente la integración de América del Sur. El marco inicial de esa búsqueda se concretiza con la formación del Mercosur en los años 90 del siglo pasado. Bolivia ocupa el centro de Sudamérica, ya está asociada al Mercosur y se agrega a otras instituciones que se vienen formando desde entonces con el objetivo integracionista.
Como ministra de la Presidencia del gobierno de Lula, estuve directamente involucrada en las más importantes decisiones de su gobierno, inclusive en aquellas que, en varios momentos, decían respecto a su país. Mi preocupación, en aquellos momentos, fue en sentido de contribuir para que tales decisiones fueran parte de la construcción de relaciones más sólidas y más ecuánimes entre Bolivia y Brasil.
No tengo dudas de que continuaremos profundizando y ampliando esas relaciones. Pensamos que las relaciones bilaterales están en un excelente nivel. Una referencia de eso, yo diría, es la misión dirigida por el asesor de Política Exterior del presidente Lula, profesor Marco Aurélio Garcia —que inicia hoy una visita a La Paz, para identificar los temas y sectores en los que los dos países deben avanzar, conjuntamente, en el segundo gobierno de Evo Morales.
-¿Es posible desgasificar las relaciones bilaterales y trabajar en otras áreas que sean provechosas para los sectores productivos en ambos países?
-Las relaciones bilaterales son amplias y queremos que vayan mucho más allá del gas. Reconozco, sin embargo, que el gas, actualmente, es tema prioritario en nuestra agenda bilateral, lo que no deja de ser algo natural, tanto para Bolivia, como gran productor de gas, y para Brasil, como el principal comprador de ese gas. No me preocupa que el gas tenga un peso relevante en nuestra agenda, peso que, yo diría, refleja su importancia en la matriz energética brasileña.
Dicho esto, creo que el desafío está para los dos gobiernos en el sentido de acelerar el esfuerzo que ya está siendo hecho para ampliar las relaciones en temas y proyectos comunes. La visita del profesor Marco Aurélio Garcia es un importante paso más en esa dirección, pues se pretende avanzar la discusión sobre un amplio abanico de temas, tales como: modernización agrícola, integración energética y construcción de plantas hidroeléctricas, prospección minera, construcción de carreteras, la propia industrialización del gas —que es un tema distinto de la venta del gas como una commodity—, la industrialización de la salmuera en el salar de Uyuni.
Interpreto que todo este esfuerzo común sigue la dirección que ahora imprime el gobierno del presidente Morales a favor de la agregación de valor in loco de las riquezas en materias primas de que dispone Bolivia.
Otro ejemplo en la ampliación de nuestra relación bilateral: recientemente, firmamos un acuerdo de cooperación policial (en verdad, renovamos y ampliamos un instrumento que ya existía entre las dos fuerzas policiales) que nos permitirá combatir con más eficiencia el flagelo del narcotráfico, además un tema en el cual hay espacio para avanzar bastante, si trabajamos juntos.
-A nivel comercial, el Gobierno boliviano ha estado buscando mercados alternativos al de Estados Unidos para sus textiles. ¿Brasil puede abrir sus mercados para la manufactura boliviana?, ¿en qué quedó el acuerdo entre los presidentes Lula da Silva y Evo Morales para exportar textiles bolivianos por un valor de $us 21 millones al mercado brasileño?
-Brasil ofreció sustituir, en la medida de sus posibilidades, el mercado norteamericano para los textiles bolivianos. Sin embargo, hasta el momento el incremento en las exportaciones bolivianas es aún reducido por motivo de la falta de tradición y divulgación de sus productos en el mercado brasileño. Para eso, ya se organizaron dos misiones comerciales de exportadores textiles bolivianos a Brasil para identificar mercados potenciales.
A principios del próximo mes de mayo, una misión de compradores brasileños deberá viajar a la ciudad de El Alto para profundizar los contactos con asociaciones de confeccionistas, como la APECAL.
Una vez más se trata de esfuerzo conjunto para dinamizar la agenda que tenemos e ir más allá del gas. Es una iniciativa, en el fondo, de integración comercial, articulación de mercados y de cadenas productivas.
De mi experiencia, aquí en Brasil, estoy consciente de que tenemos que trabajar arduamente: no será fácil y demandará tiempo y paciencia. Juntos, estoy segura, podemos construir esa nueva vertiente comercial, que agregue valor a las exportaciones bolivianas y beneficie a los dos países. Por lo que sé, el producto textil producido por ustedes es de excelente calidad.
-¿Petrobras seguirá invirtiendo en Bolivia o sólo mantendrá la producción actual de gas para abastecer al mercado de São Paulo?
-Petrobras está comprometida con el aumento de las inversiones en Bolivia con miras a maximizar la producción de gas en sus campos. Están previstas inversiones, por ejemplo, para aumentar la capacidad de producción en el campo de Itaú. En la planta de San Alberto se aumentará 1,5 millón de m3 por día. Por otro lado, la construcción de un nuevo módulo en la planta de San Antonio agregará aproximadamente 5 millones de m3 diarios de producción de gas.
Además, se continuará invirtiendo para mantener y ampliar la capacidad del gasoducto Gasbol. Vale la pena agregar que Petrobras también hizo perforaciones exploratorias de gas en el campo de Ingre, pero sin éxito. Al estar convencida de que hay gran potencial en esa región, seguirán, sin embargo, los estudios técnicos correspondientes.
En realidad, yo diría, y lo digo tomando en cuenta la complejidad natural de la relación de la empresa con las diferentes instancias del Gobierno boliviano, que Petrobras es una de las socias más importantes en el desarrollo económico de su país.
-YPFB prevé una caída de la demanda brasileña de gas el 2010. ¿No será que ha llegado el momento de renegociar el contrato de compra-venta de gas para adecuarlo a las posibilidades de oferta boliviana y demanda brasileña?
-No se presenta escenario en que el gas boliviano estaría excluido de la matriz energética brasileña: ya sea por la localización estratégica de Bolivia, ya sea por la infraestructura de transporte —el Gasbol— que ya existe.
Hay por supuesto la perspectiva de aumento de la oferta de gas brasileño. Eso se debe tanto a la política de diversificación de la matriz energética —aún excesivamente concentrada en el petróleo—, como a la interconexión de los mercados del Sureste y del Noreste de Brasil a través del recién inaugurado Gasene.
Ante la esperada expansión del mercado potencial de Brasil por gas natural, tengo la seguridad de que, en un futuro previsible, el gas boliviano continuará siendo componente importante de la ecuación energética en Brasil.
-Concluido el contrato de compra-venta de gas, ¿se puede analizar una ampliación del mismo? Le hago esta consulta toda vez que Brasil busca la autosuficiencia energética y ha desarrollado proyectos de exploración de hidrocarburos a nivel interno y ha apostado por el GNL y los biocombustibles.
-Brasil y Bolivia deberán reflexionar juntos sobre la extensión del GSA, al final de su vigencia. Las condiciones de oferta y demanda serán muy distintas ya que no se tratará más de desarrollar un nuevo mercado.
Brasil no busca la autosuficiencia energética absoluta. Estamos convencidos de que la forma más eficiente y duradera para garantizar energía previsible a buen precio es la diversificación de la matriz energética. Un elemento crucial es la integración energética a nivel continental. Es lo que tenemos con Bolivia y Argentina, en materia de gas, y con Uruguay y Venezuela, en materia de electricidad, y en el futuro con Perú y quizás Guyana.
Con ustedes, entiendo, también están en consideración proyectos de integración eléctrica entre el oeste de Brasil y el norte de Bolivia. Tanto es así que en la comitiva del profesor Marco Aurélio Garcia estará representada la Eletrobras.
-Brasil se comprometió a financiar la construcción de una carretera en el norte del país que unirá los departamentos de La Paz con Beni y Pando. ¿En qué quedó este financiamiento, es posible reactivarlo?
-La llamada carretera “Hacia el Norte” está en etapa de estudio de viabilidad técnica y financiera. Brasil está dispuesto a financiarla por medio del BNDES y, en ese sentido, ya existe convenio de crédito firmado el 2008, en ocasión del encuentro entre los presidentes Lula y Morales en Riberalta. Entiendo que ustedes están preparando una licitación para la obra.
Se trata de un proyecto prioritario por permitir conectar el norte de Brasil con Bolivia y, por consiguiente, con el corredor interoceánico.
-¿Qué otros proyectos de integración se pretende apoyar a futuro desde el Gobierno brasileño?
-El corredor interoceánico, entiendo, está casi concluso. Esa vía permitirá la conexión entre Brasil y el océano Pacífico a través de puertos chilenos. Al cruzar Bolivia por unos 1.600 km, este corredor no solamente facilitará el comercio boliviano con el exterior por vía alternativa, sino que será la base del desarrollo de todas las regiones bolivianas por donde él pasará.
Es importante subrayar que el territorio brasileño continúa permanentemente integrándose por medio de las carreteras que se construyen. El desarrollo que se produjo en el este de Brasil, a lo largo de nuestra historia, se pudo lograr por medio de la construcción de caminos.
Estoy consciente de que Brasil, a través del BNDES, aporta considerables recursos para permitir la construcción de carreteras en Bolivia de norte a sur y de este a oeste.
Ya les dije que emprendemos esfuerzos conjuntos para integrar cadenas productivas en el sector textil.
Entiendo que la integración eléctrica de Brasil y Bolivia podrá contar con la participación brasileña en la construcción de hidroeléctricas en Pando, una vez finalizado el estudio que ustedes llevan adelante en Cachuela Esperanza.
-El presidente Luiz Inácio Lula da Silva expresó su interés en trabajar de manera conjunta con el Gobierno boliviano en la industrialización del litio. ¿Cuál es la propuesta de su gobierno para llevar adelante este proyecto de industrialización de las salmueras del salar de Uyuni?
-Hay empresas brasileñas directamente interesadas en participar en el aprovechamiento industrial de la salmuera y del potasio del salar de Uyuni. Aguardamos una manifestación concreta del interés del Gobierno boliviano en contar con la participación brasileña.
Por lo que sé, durante la visita del presidente Lula a Villa Tunari el 22 de agosto pasado, se firmó el Memorando de Entendimiento sobre Investigación y Desarrollo de Procesos para Industrialización de los Recursos Evaporíticos del Salar de Uyuni. Ese instrumento fue firmado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología de Brasil y el Ministerio de Minería y Metalurgia de Bolivia.
Entiendo que continúan las discusiones internas en La Paz para definirse nuevos lineamientos legales para el asunto. Una vez concluido ese proceso, habrá un panorama más claro para orientar a los inversores brasileños.
En cuanto a la propuesta brasileña, entiendo que se habla en la fase inicial de la industrialización del potasio. Dicho proyecto engloba no solamente el valor a la materia prima, sino también la capacitación técnica y profesional, a través de convenios con universidades bolivianas y extranjeras, y la atención a las preocupaciones de los movimientos sociales que se formaron alrededor del salar.
A propósito, me agradaría resaltar que el Gobierno brasileño comprende perfectamente la necesidad, ya enfatizada por el presidente Evo Morales, de agregar valor a una riqueza mineral que puede aportar mucho al desarrollo de su país.
-Los presidentes de YPFB y Braskem hablaron de una asociación para instalar un polo gas químico en la ciudad de Puerto Suárez, en la frontera con Brasil. ¿Hay una propuesta concreta para llevar adelante este proyecto binacional?
-Este tema está en estudio hace años. El interés de Braskem se expresa en la serie de misiones técnicas que envió a Bolivia en los últimos tiempos. Para progresar es importante avanzar el Memorando de Entendimiento firmado entre Braskem-YPFB, en diciembre del 2007, delante de los presidentes Lula y Morales, en La Paz.
La idea de Braskem, ya transmitida al lado boliviano, es firmar un protocolo operativo, que permita iniciar los estudios de factibilidad técnica y financiera. Esos estudios tomarán como 9 ó 12 meses, y servirán de base para que los dos gobiernos puedan decidir al respecto y apoyar la construcción de aquel polo.
En los estudios se definirán la forma de asociación, la necesidad de financiamiento para el proyecto y las condiciones para facilitación de acceso a mercados tanto de la región como del exterior.
Ojalá el equipo de Braskem que integra la misión del profesor Marco Aurélio Garcia pueda concretar algo que adelante el proyecto.
- ¿Su gobierno estaría dispuesto a financiar proyectos hidroeléctricos en Bolivia?
-Como mencioné anteriormente, la respuesta es sí.
Conozco muy bien ese tema que traté cuando era ministra de Minas y Energía del gobierno de Lula. El 2003, recuerdo muy bien, estuve en La Paz liderando la delegación brasileña en la IV Comisión Mixta Brasil-Bolivia sobre Energía.
En ese entonces se acordó la decisión de crear una comisión para estudiar temas relativos al aprovechamiento hidroeléctrico (y la navegación) del río Madera, lo que permitirá a Bolivia no sólo la generación de energía renovable, sino también la venta de excedentes de electricidad a Brasil. El acceso al océano Atlántico, por medio de una hidrovía que partirá del río Beni hasta el río Amazonas, era también uno de los temas que esa comisión estudiaría.
Comprendo que hay dos proyectos, uno exclusivamente en territorio boliviano, Cachuela Esperanza, y otro, binacional, en la frontera con el estado de Rondonia.
Brasil ya manifestó su buena disposición de ayudar con el financiamiento de ambos proyectos nacionales bolivianos, que ayudarían al desarrollo del oriente del país, generarían energía cuyo excedente de utilización local podría ser comercializado con Brasil.
Cada vez más, teniendo en cuenta la seriedad de los fenómenos del calentamiento global, es necesario pensar en energía no asociada a combustibles fósiles. Brasil realizó, por ejemplo, esfuerzos pioneros en el área de biocombustibles, cuyos experimentos podrían también ser aprovechados, por lo menos en parte, por Bolivia.
Fuente: periódico "La Razón" La Paz-Bolivia - 06/04/2010
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