La brasileña Petrobras está dispuesta a invertir en exploración y producción de nuevos campos petrolíferos, anunció a La Prensa el asesor del presidente Inácio Lula da Silva, Marco Aurelio García.
Para esta finalidad, recordó que Petrobras tenía adjudicados campos petroleros al margen de San Alberto y que habría que ver si éstos se mantienen o no.
El presidente de Yacimiento Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Carlos Villegas, reveló ayer que Petrobras ha expresado su intención de firmar convenios de estudio para la exploración de nuevos campos.
En una entrevista con La Prensa, el asesor del Presidente brasileño que llegó al país con una delegación de autoridades ministeriales y empresarios privados en busca de concretar proyectos de desarrollo conjunto destacó que Brasil apoya a Bolivia, porque el país decidió caminar por el sendero de la industrialización.
—¿Cuánto se puede materializar de los temas hablados con el Presidente y Vicepresidente y de la misión?
—Estas visitas no necesariamente terminan en la firma de documentos, incluso porque quienes los firman por lo general son los presidentes. Son visitas que aceleran ciertas formas de cooperación, abren nuevas perspectivas de cooperación, en fin. Sus colegas preguntaban ¿cuánto de plata viene?… No sé. ¿Cuánto fue la inversión?… No sé, puedo un día hacer el recuento, pero sí sé que fue mucho.
—¿Qué motivó esta misión?
—Una cuestión esencial: Bolivia ha decidido por el camino de su industrialización, eso coincide totalmente con nuestra opinión sobre lo que será bueno para los procesos de integración sudamericana. No podemos mantener una integración, en la cual hay algunos países muy desarrollados desde el punto de vista industrial, Brasil, Argentina y otros países que están sometidos a una división de trabajo de producir dos o tres cosas.
Ahora sabemos que, para desarrollar un programa de industrialización, Bolivia necesita de aportes. Eso nos fue dicho, eso nos fue solicitado. No estamos aquí por nuestra cuenta, sino porque hay un diálogo desde hace mucho.
—¿Qué condiciones tienen que cumplirse para que las potenciales inversiones lleguen a Bolivia? ¿Son proyectos mixtos? ¿Hay condiciones como la seguridad jurídica?
—Los empresarios saben que hay seguridad jurídica, es dada por las leyes del país, y se cumplen. Lo que se necesita siempre son demandas precisas, queremos construir una carretera, una hidroeléctrica, explotar de tal o tal manera. El Gobierno boliviano fijará sus demandas en la forma más precisa posible.
Segundo, eso implicará que las empresas brasileñas, sean públicas o privadas, definan los proyectos, porque eso exige proyectos serios. Después hay que buscar formas de financiación y, finalmente, algo que también es importante, formas de garantías. No porque tengamos desconfianza, sino porque tenemos exigencias legales cuando se trata, sobre todo, de créditos públicos; obviamente hay necesidad de garantías financieras.
—El polo gas-químico, ¿qué grado de avance tiene, cuál es el estado de situación?
—Eso se está discutiendo hoy día, eso tiene una serie de implicaciones. En primer lugar, hay que ver si será en Puerto Suárez, si será en otra parte, son decisiones que tienen, obviamente, motivaciones políticas, pero también limitaciones técnicas. En segundo lugar, la implementación de un polo gas-químico va a acelerar decisiones en la producción de gas en el país. Por ejemplo, Petrobras está dispuesta a hacer nuevas inversiones acá, por lo tanto necesitará nuevos campos.
Un polo gas-químico, más lo que Bolivia exporta a Brasil, más las perspectivas de expansión de las exportaciones del gas boliviano a Argentina y otras partes van a exigir un crecimiento acelerado de la producción. Hoy día, hablando con el Vicepresidente, ellos planteaban que tenían un horizonte, si no estoy equivocado, de 2016, de alcanzar 70 Mmcd. La producción de hoy es de 40 a 41 Mmcd.
—En el caso de Petrobras, ¿se están iniciando negociaciones para que tenga nuevos campos de explotación?
—Sí, es la intención de Petrobras. Además Petrobras ya tenía algunos campos adjudicados cuando hubo la visita del presidente Lula en diciembre de 2007, es cuestión de ver si se mantiene o si se cambia por otro. Hubo un momento en que quizás Petrobras tenía dificultades o a lo mejor dudas sobre la posibilidad de nuevas inversiones, ahora, no. Quiere hacerlas, y en las nuevas bases que ustedes están haciendo.
“No estamos aquí por nuestra cuenta, sino porque hay un diálogo”.
“Los empresarios saben que hay seguridad jurídica, dada por las leyes”.
Bolivia y Brasil avanzan en 7 planes
Al concluir la visita de dos días que cumplió la delegación de Brasil liderada por el asesor presidencial de ese país Marco Aurelio García, los gobiernos de Bolivia y Brasil expresaron su predisposición de avanzar en la ejecución de siete nuevos proyectos en diferentes áreas, orientados a potenciar el desarrollo de ambas naciones y la relación bilateral.
El vicepresidente Álvaro García Linera informó que en las siguientes semanas y meses las propuestas y contrapropuestas formuladas se convertirán en alternativas “en firme”, las que serán elevadas a conocimiento de los presidentes de ambos países para proceder, si es el caso, con su ejecución.
El representante brasileño indicó: “Muy optimista vuelvo a Brasil para informar que la cooperación de los países no sólo continúa, sino ganó un ritmo acelerado”. Los proyectos considerados por la delegación del vecino país y el Ejecutivo son: construcción de una ruta transoceánica que permita articular la carga de productos del sudoeste brasileño con los puertos del Pacífico; potenciamiento de la línea aérea estatal Boliviana de Aviación (BoA) a través de la compra o el alquiler de aviones (la propuesta fue lanzada por la empresa Embrae, de Brasil, la cual fabricaría las naves); la explotación de los recursos evaporíticos del Salar de Uyuni, punto en el cual el Gobierno boliviano demandó que se considere la industrialización; construcción, con ayuda brasileña, de una serie de represas que generen excedente de emergía que pueda ser transferido al país vecino; lucha contra el narcotráfico bajo un control aéreo; industrialización del etano (la empresa Braskem debe considerar que el 50 por ciento de las acciones pertenezcan a Bolivia), y se ratificó el interés de Petrobras de explorar nuevas áreas para incrementar la producción de gas natural.
En marcha ruta Cochabamba-Beni
El presidente Evo Morales promulgó ayer en Cochabamba la ley de protocolización del contrato de construcción de la carretera Villa Tunari (Cochabamba)-San Ignacio de Moxos (Beni), obra que cuenta con el financiamiento de un crédito de 332 millones de dólares otorgado por el Gobierno de Brasil y una contraparte boliviana de 83 millones de dólares.
De acuerdo con el Mandatario, en la actualidad, el país ya es sujeto de crédito, lo que antes no sucedía, si bien había proyectos no se contaba con los recursos; hoy ocurre todo lo contrario: “Hay plata y faltan los estudios”. Morales observó que se haya demorado tanto en la ejecución del crédito, el cual fue contraído en agosto de 2009.
El proyecto vial consiste en el tendido de una vía de 310 kilómetros que unirá directamente Cochabamba y Beni. La empresa a la que se adjudicó la obra es OAS, de Brasil, la cual terminará la nueva carretera en 40 meses.
El presidente señaló que el Gobierno de Brasil está interesado en financiar otros proyectos camineros y sólo resta enviar los estudios.
Brasil-Bolivia
Los gobiernos de Bolivia y Brasil tienen relaciones amistosas debido a la afinidad ideológica entre Evo y Lula.
Petrobras aceptó la migración de contratos petroleros al nuevo régimen de nacionalización impulsado por Morales.
El presidente Lula se comprometió a financiar una carretera interoceánica que una Brasil con Chile a través de Bolivia.
La delegación encabezada por el asesor presidencial que llegó al país es producto de las buenas relaciones.
Los proyectos
Estudios para planta petroquímica
Tren eléctrico continental
El presidente Evo Morales propuso a la delegación brasileña la formación de una empresa multinacional para la construcción de un tren eléctrico que conecte Puerto Suárez con Pisiga.
La ministra de Planificación del Desarrollo, Viviana Caro, dijo que los flujos que tiene Brasil con el continente asiático y la posición estratégica que tiene Bolivia en este caso permitirían una combinación interesante, para las exportaciones de los países de la región y para las exportaciones nacionales. Es una propuesta que ha sido acogida con interés por la delegación brasileña, la que va a ser evaluada y planteada a otros países.
El Gobierno y la empresa brasileña Braskem acordaron realizar los estudios necesarios para la construcción de la planta de petroquímica en Puerto Suárez, Santa Cruz.
El presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Carlos Villegas, manifestó que por Bolivia será la Empresa Boliviana de Hidrocarburos la que se haga cargo del proyecto. El director de Braskem, Carlos Brenner, aseguró que se calcula una inversión de entre 2.000 millones y 3.000 millones de dólares y su instalación demandará al menos cinco años. Villegas señaló que se industrializará el etano para la producción de plásticos.
Apoyo a los textileros
Una delegación comercial de importadores de las regiones brasileñas de Sao Paulo, Mato Grosso do Sul y Campo Grande consolidó la compra de pantalones de jeans, poleras, bermudas y blusas hechas en el país por un valor de 12 millones de dólares, informó ANF.
Estas intenciones de negocios se lograron en el marco del Acuerdo Regional de Apertura de Mercados vigente entre Bolivia y Brasil, a través del cual el Gobierno brasileño ha flexibilizado sus normas de origen para 48 productos del sector textil y confecciones de Bolivia. El Banco do Brasil ha lanzado un Programa de Apoyo para la Exportación del sector textil.
Fuente: periódico "La Prensa" La Paz-Bolivia - 08/04/2010
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